Detrás de Interbolsa

Publicado el Alberto Donadio

El gran jugador

Este artículo sobre Juan Carlos Ortiz se publicó en la revista Semana hace 6 años, el 10 de marzo de 2007:——————–

10/03/2007

El gran jugador

El hombre más polémico de la Bolsa, Juan Carlos Ortiz, vuelve al ruedo. ¿Por qué unos lo admiran y otros lo odian?

En los últimos días ha habido mucho ruido en el mercado de valores. La razón: Juan Carlos Ortiz, el polémico hombre de Bolsa que fue expulsado hace nueve años por prácticas consideradas poco transparentes, reapareció públicamente anunciando que retorna al negocio de la Bolsa. Su nuevo proyecto es una holding financiera que tendrá hasta un banco en Panamá. La polémica no se hizo esperar porque existe la percepción de que Ortiz nunca se fue realmente de la escena bursátil.

En 2008 se cumplen 10 años de su sanción y, según la normativa vigente, él podría volver a operar sin problema. Es claro que se está preparando para saltar nuevamente al ruedo. Su reaparición pública ha generado preguntas sobre cómo ha hecho para mantenerse vigente en el negocio y tener el músculo financiero para lanzar ahora esa nueva gran empresa que es, sin duda, una iniciativa ambiciosa y con mucha proyección. Por esta razón, las percepciones sobre él son contradictorias. Para unos es un virtuoso de los negocios que siempre está a la vanguardia y muy interesado por los últimos avances en la movida bursátil mundial; para otros, es un empresario que juega siempre en el límite.

Antes de 1998, Ortiz, economista de la Universidad Javeriana, era uno de los más conspicuos exponentes del mercado bursátil en el país. Su agudeza para los negocios, su agresividad y su creatividad lo habían ubicado como uno de los más importantes actores del mercado. Por ejemplo, a él se le atribuye buena parte del crecimiento de Interbolsa, que hoy es la más grande comisionista de Colombia. Lo que hizo fue institucionalizar una práctica que hoy es generalizada en el negocio: se trata de las operaciones con ‘posición propia’, con las que las comisionistas de Bolsa, además de asesorar en las decisiones de inversiones a los clientes, empezaron a ‘apostar’ con sus propios recursos en el mercado, obviamente con el fin de lograr mejores ganancias. Además, creó un esquema en el que todos los traders o comisionistas de Bolsa se empezaban a hacer socios del proyecto. Rodrigo Jaramillo, directivo de Interbolsa, reconoce que la firma comisionista le debe mucho a Ortiz en su proceso de consolidación, y los resultados son evidentes: hoy esa comisionista de Bolsa tiene un patrimonio superior a los 150.000 millones de pesos y es la más grande del sector.

Sin embargo, en 1997 la entonces Bolsa de Bogotá decidió expulsar a Ortiz por realizar transacciones a nombre de terceros, muchas de las cuales tenían como fin arreglar descuadres contables. Según el fallo de la Cámara Disciplinaria de la Bolsa capitalina en ese momento, «las faltas cometidas son suficientemente graves, pues, indudablemente, las mismas afectaron notoriamente la transparencia y la confiabilidad del mercado bursátil». Ortiz asegura que ni las acusaciones ni la decisión de expulsarlo son justas. Por eso presentó una demanda y el litigio todavía cursa en un juzgado de Bogotá. El primer round de este pleito puede ser a favor de Ortiz, pues un juzgado ya falló contra la extinta Bolsa de Bogotá para anular la expulsión de otro comisionista en un caso igual. Sin embargo, todavía quedan instancias adicionales ante un tribunal superior y la Corte Suprema de Justicia, y el proceso va a durar muchos años más.

A pesar de la sanción, Ortiz pudo operar siete años más, pues en ese momento eran tres las Bolsas de Colombia: Bogotá, Medellín y Cali. Ortiz destaca que en la capital paisa siempre lo apoyaron y nunca tuvo problemas, aun después de su expulsión. No obstante, en 2001 se fusionaron las tres en la Bolsa de Colombia y desde entonces empezaron las protestas de muchos competidores, porque para ellos era inconcebible que alguien que había sido expulsado en una plaza regional se pudiera mantener como operador del mercado nacional. Así que Ortiz fue excluido definitivamente del negocio, con el argumento de que ninguno de los expulsados en las Bolsas antiguas podría participar del nuevo mercado fusionado.

Y aquí es donde empieza el mito, porque Ortiz se vio obligado a hacerse a un lado. Sin embargo, para muchos comisionistas de la Bolsa, no se ha quedado quieto y por eso le pasan cuenta de cobro en el mercado.

La vida sigue

Ortiz le dijo a SEMANA que desde cuando tuvo que irse de la Bolsa de manera definitiva y hasta la fecha, ha sido el asesor o promotor en Colombia de un fondo extranjero de inversiones y ha mantenido unas inversiones familiares. El primero es el fondo Premium, que fue constituido en Curazao, por el mismo Ortiz. En Colombia, el contrato de corresponsalía de Premium está a cargo de la firma comisionista Interbolsa y el agente principal de vigilancia es el Banco Central de las Antillas Holandesas.

Premium se encarga de ofrecer posibilidades de inversión en el exterior. Su operación se da desde Bogotá y, a pesar de ello, el nivel de supervisión y vigilancia no está en Colombia. A Premium lo supervisa el Banco Central de Antillas Holandesas y cuenta con la auditoría de la firma internacional Ernst & Young. La Delegatura para Emisores, Portafolios de Inversión y otros Agentes de la Superintendencia Financiera confirmó por escrito que Interbolsa «tiene suscrito un contrato para promocionar el fondo Premium Capital Appreciation Fund N. V., constituido y supervisado en Curazao, como un producto de inversión».

Dentro de los negocios familiares están más de 20 empresas en Colombia y en el exterior que tienen que ver con Ortiz y sus allegados. Todas estas empresas empezaron a aparecer justo cuando a Juan Carlos Ortiz se le cerraron las puertas del negocio bursátil de manera definitiva. A partir de la expulsión, Ortiz siguió participando en el mercado público de valores, ya no en calidad de comisionista, sino como inversionista. Es decir que aprovechó sus habilidades de negocios para gestionar, a través de sociedades, el patrimonio familiar. Esta actividad le ha permitido mantenerse vigente en el medio bursátil, y lo ha llevado a ocupar una de las posiciones más influyentes en este sector. Para muchos corredores, este ajedrez de negocios no ha sido claro, ya que él no aparece en las firmas -por la sanción que le impusieron- sino a través de familiares. Pero lo que muchos condenan como una falta de claridad, otros lo ven como una gran habilidad para cambiar las reglas y estimular el mercado. Un ejemplo es que Ortiz está abanderando la creación de un mercado de derivados que le podría dar dar una nueva dimensión al mercado de capitales en Colombia.

Frente a lo anterior hay varios hechos claros: Ortiz se mantuvo como accionista de Interbolsa hasta no hace más de tres meses, lo cual siempre se le ha permitido; varias de las compañías que él y su familia tienen también han sido o son accionistas de Interbolsa o han tenido relación comercial con esta compañía y, además, la mayoría de las empresas creadas por sus socios, o por el mismo Ortiz, actúan en el mercado de valores como inversionistas.

¿Qué pasará? El relanzamiento de Ortiz es una propuesta ambiciosa y creativa. La holding que se anunció hace pocos días tendrá como su punta de lanza la Compañía de Financiamiento Comercial Dann Regional, (en la que ya son accionistas minoritarios Ortiz y sus socios), y la comisionista de Bolsa que surja de la fusión de Hernando y Arturo Escobar, Promotora Bursátil y Asesorías e Inversiones. Esto, evidentemente, implica un reto para el mercado.

Por todo esto Juan Carlos Ortiz es un tipo controvertido. Quienes lo defienden dicen que es un hombre que siempre está a la vanguardia y dinamizó el mercado de la Bolsa en Colombia. Pero los contradictores creen que nunca abandonó el mercado, a pesar de que fue expulsado de él, y eso golpea seriamente la transparencia del negocio, uno de los principales activos en la Bolsa. Pero, en el fondo, ni ha dinamizado tanto el mercado como vituperan sus seguidores ni es tan sibilino como ventilan sus críticos.

SEMANA.COM COPYRIGHT © 2012 PUBLICACIONES SEMANA S.A. Todos las marcas registradas son propiedad de la compañía respectiva o de PUBLICACIONES SEMANA S.A. Se prohíbe la reproducción total o parcial de cualquiera de los contenidos que aquí aparezca, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular.

Comentarios