Imperio del Cáncer

Publicado el Julia Londoño

HOMENAJE A LA TIA UNIVERSAL



 

Kaleth Morales con su sabiduría prematura hablaba en sus vallenatos de la tía universal, Fito Páez cantaba el hambre, el frío, el crimen, el dinero y mis 10 tías me hicieron este hombre enreverado, en las biografías de Julio Cortázar aparecen las tías con puesto de honor y mención especial.

 

Hay tías memorables como la tía Julia, de Vargas Llosa, y ahora se ha puesto de moda la de Daniel Samper Ospina. Y, tal vez porque me acabo de convertir en la tía de Isabella, me uno a quienes proponen celebrar el día internacional de la tía. Si alguien más se quiere sumar a la causa puede entrar al grupo en facebook http://www.facebook.com/group.php?gid=113923485303966&ref=share o crear su propia comunidad en cualquier red social.

 

Hecha la propuesta no me queda sino hablar de mis tías: las hermanas y primas de mi mamá. Tal vez alguien descubra en mis tías algo de la tía universal.

 

¡Que vivan las tías porque son la mata de la imprudencia! Les celebramos las mismas metidas de pata que a nuestras mamás les reclamamos, no les tenemos tanta confianza como para negarles los favores que a la mamá le negamos y nos dejamos consentir o regañar por ellas porque no hay personajes más genuinamente encantadores.

 

 ¿Que es la tía de Los Ángeles llamando a las 11:00 de la noche? Divina,  siempre se acuerda de todo, ¿que es la de México un sábado a las 6 de la mañana? Ella  siempre es la primera, ¿que un masajito en el cuello a la tía de Cartagena? Bueno pero sin crema ¿que si se le ve pecho de paloma con esa camisa? ¿que si se le hinchan los pies en tierra caliente? ¿que si el casting le tapa las canas?

 

Comunicadoras, trabajadoras sociales, economistas, enfermeras, ejecutivas o hippies, mis tías son bonitas, todas. Le piden a uno que les tome la foto desde abajo (en contrapicado) para que la papada no se les note, preguntan cada vez que hablamos por el noviecito (aunque sepan que estoy soltera) y hacen concesiones amorosas: ¡Bueno, si no te casas no importa pero no te vayas a quedar sin hijos!.

 

Son voluntariosas, chistosas, auténticas: le dicen al odontólogo dentista, a la modista costurera, al dobladillo el falso, al cinturón el fajón y a tener novio estar de amores. Se precian de haber sido divinas a los veinte, lamentan no haber sido más conscientes del cuerpazo que tenían, le sacan a uno los álbumes donde consta que los ojos, el pelo, todo, eran de revista.

 

Y compiten entre ellas. Es una competencia sutil pero indiscreta: Sonia seria la reina de la casa pero Maggy era la que paraba el tráfico, Mary era la más flaca pero Dolly tenía lo que mi papá describió como belleza elegante y misteriosa, a Diana le decimos Lady Di, ¡Ya habría querido la princesa de Gales tener el porte de reina de mi tía Diana! Mi mamá ya debe estar celosa pero qué le hacemos, este es el blog de las tías.

 

No tan hacendosas como otras (no las obsesionan la cocina ni la limpieza),  mis tías, además de coser, pintar, leer o hacer películas, tienen muy buen gusto: sus casas, sus closets, sus regalos, son siempre impecables.

 

Más tradicionales que mi mamá pero menos que las señoras cartageneras, las Bozzi pueden bailarse un porro el 31, fumarse más Marlboros que Patty y Selma, contar un chiste verde o una anécdota escatológica y seguirse viendo regias. ¡Y no sacan a bailar a los sobrinos como mi mamá!

 

Las Bozzi pueden improvisar una tarjeta de cumpleaños en 30 segundos, recortando y pegando tarjetas viejas como aprendieron de mi abuela, pueden reencauchar el regalo de navidad que les diste en el 2006 y dártelo con otra tarjeta en el 2010, pueden decir groserías sumamente elegantes, pueden pelear sin despeinarse.

 

Son solidarias: todas llaman, preguntan, comentan. En mi casa tengo el sofá que heredé de una, el baúl de la otra, la mesita, el cuadro, los regalos de todas.

 

Me reciben en su casa con un jaboncito perfumado sobre la cama, si vienen de visita hacen mercado y dejan un regalo en la mesa de noche, escriben cartas que guardo en el cajón porque me hacen sentir contenta cuando todo es una mierda.

 

Me aconsejan que no me case con un vaciado, se quejan con gracia de sus maridos, se preocupan cada vez que termino con un novio porque no me estoy haciendo más joven y llegar a vieja sola no nena, insisten con delicadeza en que el matrimonio después de todo es una buena idea, hasta la que tiene en la nevera de su casa un imancito que dice Explain me again why do I need a man ?. Son inteligentes. 

 

Y tienen pieles bonitas, piernas bonitas, siempre huelen rico. Cuando sea grande quiero ser una tía como mis tías. Y celebrar el día internacional de la tía.?

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