Cuero a sol y sombra

Publicado el Jaime Santirso

Real Madrid, esperanza en la casa de las dudas

No está claro en qué momento el Madrid dejó escapar el tren de la Liga. Puede que fuera la derrota contra el Getafe en la segunda jornada, contra el Sevilla en la cuarta o contra el Betis en la decimotercera. Ayer el Madrid volvió a tropezar con un inoportuno empate en casa de Osasuna, el colista. La tarde de ayer confirmó el desastre, no tanto por dejarse dos puntos como por la manera en la que se consiguió uno. Aunque la clasificación parece no importar ya, las sensaciones siguen preocupando y el de Pamplona fue un triste espectáculo de impotencia e incapacidad.

En lo que va de temporada, el Madrid se ha convertido en la casa de las dudas. Dudas transversales y horizontales, que han ido desde la felicidad de Cristiano hasta el estado de forma de Casillas, pasando por la capacidad de Mourinho. Cuando el futuro es incierto el presente ahoga. La inestabilidad es el interés a devolver en una deuda de confianza, y se está pagando con creces.

Mirando entre los nombres no se encuentra el por qué del titubeo. El equipo de los 100 puntos es el mismo que el de -16. La mala trayectoria es hija de un problema de actitud que provoca malos resultados, creando un círculo vicioso de salida complicada que invita a hacer rodar cabezas. La incógnita y también la solución está de puertas para adentro: dentro del grupo, de los jugadores, de sus cabezas, del banquillo.

Y digo del banquillo porque la mayoría de los dedos acusadores señalan al entrenador portugués. Mourinho siempre ha sido un camarero con una bandeja llena de soluciones a corto plazo. José es capaz de sacar lo mejor de cada jugador y crear un sentimiento de grupo muy intenso apelando al factor emocional. Sus logros deportivos atestiguan que su técnica funciona, pero su historial demuestra que también desgasta.

Su metodología no ha funcionado en el Madrid como en Chelsea, Inter u Oporto. En primer lugar, por la magnitud del rival, al que sin ser superior consiguió arrebatar una Liga y una Copa. En segundo lugar, porque el banquillo de la Casa Blanca, como Spain, is different. Aficionados y prensa saben que apoyan al club más laureado del mundo y la exigencia es brutal desde antes de dar el primer paso. El viento soplando a tu favor y un círculo social que espera victoria tras victoria suele crear el clima más adverso.

Mourinho no gana y no está a gusto. Puede que haya llegado el momento de recoger sus bártulos y conocer otros aires, pero está atado por un papel y mucho dinero. En esta línea, la suplencia de Casillas ha sido interpretada como un pulso a la directiva. Iker no es un jugador más: es el capitán del equipo y de la selección, guardameta de condiciones únicas, una carrera repleta de momentos heroicos, un símbolo. Mandarle al banquillo tiene más de provocación que de toque de atención. El portugués se ha puesto a la opinión pública en contra, pero ha enviado a Florentino Pérez una pelota llena de presión. Cargaros a este tío ya, dice el socio, y se lo dice al presidente.

En medio de la tempestad, el Madrid se agarra a Ronaldo. Cristiano se ha acostumbrado a meter a sus compañeros en un saco y cargarlos a su fornida espalda. Su estado de forma le hace indefendible y su hambre sigue insaciable.  Solo los más grandes tienen la capacidad de echar a rodar un equipo como él lo está haciendo. Vive con la maldición de convivir con Messi pero es un jugador de época, un atleta total. Ya tiene cuatro Balones de Plata –lo que también es un récord-, ¿cuántos serían de Oro sin el argentino correteando al otro lado del país? A día de hoy, el Madrid es Cristiano y los que le quieran acompañar. Para muestra, los datos del partido de ayer, sin él: cero goles, solo un tiro entre los tres palos.

En el momento en que todo está perdido el miedo a la derrota se evapora, dejando en su lugar una serenidad amarga. No hay por qué luchar, por lo que tampoco hay nada de lo que preocuparse. El Madrid no ha llegado aún a este punto y se ha instalado en el pasotismo. Este virus es peligroso por su capacidad de expandirse. Competiciones hay tres, pero equipo solo uno. En el horizonte de Copa se dibuja la figura del Barcelona y en Champions espera el Manchester United. Hay aquí un importante factor que recordar: la capacidad de sacrificio del equipo blanco, su historial de remontadas de dientes apretados. El Madrid es mejor cuando le va mal. El panorama está a un paso del negro, pero todavía hay esperanza. Aunque jueguen muy mal, son muy buenos.

Jaime Santirso

@jsantirso

 

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