El Gocho

Publicado el ghernandez

Qué aburrido es ver jugar a España

Les confieso que cuando me dijeron que el partido entre España y Francia había sido un partidazo llegué emocionado a la casa a ver lo que previamente había dejado grabando sin saber obviamente resultado alguno. El resultado final: una decepción…!!!

Iker Casillas, ídolo y capitán de la selección de España, es además el primer espectador de los millones que ven jugar a España / AFP
Iker Casillas, ídolo y capitán de la selección de España, es además el primer espectador de los millones que ven jugar a España / AFP

Tres amigos más, quienes tampoco lo habían visto y no tenían ni idea del marcador final me acompañaron en la aventura de ver algo que tenía todos los pergaminos de haber sido un juego propio de los cuartos de final de una Eurocopa, y más aún si jugaban Francia y España.

Pero con el pasar de los minutos empezaron a cabecear mis contertulios y por supuesto que tenían razón en caer dormidos uno a uno en el sofá de la casa.

El gol de Xabi Alonso, a los 19 minutos, sólo sirvió a algunos para abrir los ojos, tomar refresco y agarrar papitas del pote común.

Y es que en serio, lo que prometía ser un partidazo terminó siendo un gran somnífero. Qué aburrido es ver un equipo que tiene SIEMPRE la pelota y que al arco contrario se anima a patear cada 10 minutos. De resto, juega para atrás y para los lados, argumentos válidos en el fútbol claro está, pero si se animara a atacar un poquito más de seguro haría más emocionante verlos jugar.

Es cierto que Francia hizo poco por tener el balón y que prefirió el repliegue incluso con el marcador en contra, pero no es posible que el campeón del mundo muestre un juego que por momentos parece ser mezquino, que se convierta tan repetitivo y que por ende termine aburriendo…

Una cosa es tener el balón y ser vertical y punzante como los son por ejemplo Real Madrid, Alemania y Portugal, por solo citar algunos. Esas escuadras realmente emocionan a cualquiera con ese juego. Pero en cambio otra cosa es caer en esa monotonía de juego como el que practica España.
A excepción del juego ante Irlanda en donde verdaderamente La Roja mostró chapa de campeón, los cuatro juegos restantes en esta Eurocopa han sido como para plan de arrunchis porque de emoción, poco.

Ojo, Barcelona enamora a todo el planeta con este mismo fútbol, pero porque tiene un toque adicional y mágico además. En sus filas cuenta con un Messi que acelera, dribla y remata en cualquier momento e inesperado por supuesto. Es decir, el equipo catalán tiene justo los ingredientes adicionales de los cuales carece el equipo de Vicente Del Bosque. Xavi, Iniesta y Silva lo intentan pero qué lejos están de si quiera al menos lograr un mínimo porcentaje de lo que hace el argentino con el balón a sus pies. (No en vano es el mejor jugador del mundo).

Entre gustos no hay disgustos, pero ojalá que Portugal  despierte a la España campeona del mundo y los obligue a jugar sin aburrir. Que Cristiano Ronaldo los preocupe un poquito al menos y que la ofensiva roja sea más dinámica. Esperemos que lo que pinta como un gran duelo de semifinales no termine siendo otro somnífero más en el que España, además de dormir al rival, también duerma a los espectadores…

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