Detrás de Interbolsa

Publicado el Alberto Donadio

Presidente de BMC elude temas candentes

El presidente de la Bolsa Mercantil Rafael Mejía sigue empeñado en distraer la atención de las realidades de esa empresa presentándose en una entrevista  como la renovación que llegó a revolucionar no solo a la entidad sino también a combatir la corrupción del país  a  través del mercado de compras estatales que se usa en esa bolsa desde hace muchos años.

El presidente Mejía no cuenta que lleva 15 años ininterrumpidos en la junta de la bolsa, que  incluso fue el presidente de esa junta en los últimos 4 años.

Participó en el nombramiento de los presidentes anteriores así como de sus  decisiones y proyectos.

No cuenta que estaba en la Junta cuando Juan Carlos Ortiz y sus amigos nombraban a casi todos los miembros de la  junta.

Revisando los informes de gestión se nota que esa entidad viene reportando prácticamente los mismos niveles de utilidades desde hace varios años pero se destinan contablemente a cubrir las pérdidas ocasionadas por los contratos ganaderos en los años 2010 y 2011, operaciones que el actual presidente  aprobaba en la junta y que casi quiebran a esa empresa.

Habla de que la empresa no tiene deudas como si fuera resultado de su gestión, no cuenta que la empresa siempre se ha caracterizado por no tener deudas, eso se verifica en la lectura de los distintos informes de gestión.

¿Por qué no habla del futuro de la propiedad de esa empresa que actualmente le pertenece  en su mayor parte  a las víctimas de Interbolsa, pero que  les tienen retenidas esas acciones  desde hace cuatro años? En diciembre de 2015 las congelaron en un patrimonio autónomo  con la disculpa de búsqueda de un socio estratégico. Esta condición no le permite  a los dueños mayoritarios  ejercer sus derechos de propiedad legal.

Por este motivo se están aprovechando los dueños minoritarios para controlar a su amaño esta empresa sacándole a la entidad todos los beneficios personales posibles.

Solo a nivel de ejemplo de esta situación  se podría contar que  el sueldo de la presidencia pasó de  $40 millones a 80 millones  incluyendo un sueldo nuevo  30 millones de pesos de un vicepresidente ejecutivo, también se ha conocido que a la secretaria general le doblaron su sueldo haciéndolo retroactivo desde que inició su labor.

Esto ocurre en una reprochable indiferencia de la superintendencia Financiera, el ministerio de hacienda y Fogafin. Estas instituciones están favoreciendo los intereses de los propietarios minoritarios a costa de acentuar las consecuencias que sufrieron con la estafa de Interbolsa.

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