Femmes Fatales

Publicado el Claudia Plazas

Colombia, líder mundial en ataques con ácido

Colombia es potencia en café, en felicidad y en otro aspecto nada grato, en ataques con ácido. Según Feminicidio.net, “Colombia es el país con el índice más elevado del mundo en ataques a mujeres con ácido”. Sí, para nuestro pesar y para el de las mujeres que han quedado marcadas no sólo físicamente, sino también psicológicamente por estos ataques, Colombia es potencia mundial en ataques con ácido.

Según Feminicidio.net, Colombia tuvo una tasa de 1,84 ataques por un millón de mujeres en 2011. Esta tasa pone a Colombia por encima de países como Pakistán con una tasa de 0,96 y de Bangladesh con 1,77.

El caso más mediático fue sin duda alguna el de la señorita Cúcuta, María Fernanda Núñez Gutiérrez. Sin embargo, los ataques con ácido no han dejado de aparecer, todo lo contrario. Uno de los casos más recientes se reportó en Bogotá el 8 de enero de este año. Desafortunadamente, Claudia Maritza Triana, la víctima, pasa a ser una de las integrantes de las largas listas de mujeres atacadas con ácido. Listas que, al parecer, van a seguir aumentando, teniendo en cuenta que hasta Junio del 2012, fueron condenados tan sólo dos agresores. Al parecer, la justicia colombiana va a pasos lentos, pero muy lentos cuando de judicializar a los responsables se trata; como si los perjuicios físicos y psicológicos no fueran suficientes para castigar a quienes deciden participar en esta práctica tan cruel.

La Fundación de Sobrevivientes de Acido (Acid Survivor Foundation) cita en su reporte anual de 2011 las cuatro fases por las cuales pasa una víctima de quemaduras producidas por ácido. Durante la primera fase, la cual es admisión en un centro de salud, las víctimas pueden presentar los siguientes síntomas: ansiedad, miedo, dolor, tristeza y aflicción. La fase crítica de cuidado médico está caracterizada por un desorden de estrés agudo. La fase de recuperación en el hospital es crítica, pues los síntomas incluyen aumento de dolor con ejercicio, ira, duelo, episodios de depresión, y rápidos cambios emocionales. Las dificultades de ajuste, el trastorno de estrés postraumático, la ansiedad y la depresión son comunes en la fase de rehabilitación y reintegración, la cual puede durar varios años.

Los países, sin contar Colombia, donde se registra el mayor número de casos de ataques con ácido incluyen Bangladesh, Camboya,  India, Nepal,  Pakistán y  Uganda. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, el primer caso de ataque con ácido se registró en Bangladesh en 1967, y desde ese momento se volvió cada vez más común que los hombres en el sur o el sudeste asiático usen ácido para destruir la belleza de las mujeres que los han despreciado. Pero esta cruel práctica ha traspasado fronteras hasta llegar a Colombia.

No obstante, las mujeres no son las únicas víctimas de este tipo de ataques, los menores de edad también han sido objetivo de los agresores. Por si fuera poco, Colombia también figura en cifras mundiales de ataques con ácido a menores de edad. El Reporte Anual de 2011 de la Fundación de Sobrevivientes de Acido (ASF), menciona que el 17 por ciento de los niños que son quemados con ácido en Bangladesh, Colombia, Egipto y  Pakistán, tienen una discapacidad temporal y el 18 por ciento una discapacidad permanente.

Tal vez ser el país “más feliz del mundo” sea algo positivo para Colombia, pero en lugar de ufanarnos de ese título deberíamos mirar con más interés los problemas sociales que afectan al país. Y para ser honestos, en un país como Colombia donde las mujeres y las niñas son constantemente juzgadas o alabadas por su belleza, la estigmatización social más la impunidad hacen que la recuperación y la integración de las víctimas sean aún más difíciles, más tormentosas. Es tal la magnitud del problema que Colombia ya ha figurado en medios de talla mundial como The Washington Post, The Huffington Post, BBC News, NPR, Al  Jazeera,  etc. Ojala que en un futuro no muy lejano, Colombia sea portada por cosas más positivas, más dignas de gloria.

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