Esto mejora, pero no cambia

Publicado el Polo Díaz Granados

Los ‘aviones’ de Carlos Caicedo y Luis Miguel Cotes

Antes de empezar: Nunca había escrito un blog sobre dos personajes del Magdalena al mismo tiempo, pero, en vista de que cada vez que publico sobre el gobernador, o el alcalde, sus respectivos seguidores me tildan de ‘parcializado, mediocre y comprado’, decidí meter a los dos en la misma bolsa. Pa’ ver si ahora, al menos por una vez en la vida, los troles de ambos gobernantes se ponen de acuerdo para ‘rajar’ de mi trabajo. Así que párenle bolas:

¡Carlos Caicedo y Luis Miguel Cotes son unos aviones! Y no lo digo precisamente porque en este blog se hable de aviones –los que vuelan– sino más bien por la astucia de estos dos personajes, que maquinan hasta el más mínimo detalle para sacarle provecho a sus privilegiados cargos.

Empecemos por el alcalde Carlos Caicedo, quien previendo su viaje a la ciudad de Trujillo, en Perú ( del 13 al 17 de noviembre de 2013) para presentar la candidatura de Santa Marta como sede de los Juegos Bolivarianos, recibió de la Secretaría de Hacienda sus respectivos viáticos –casi 3 millones de pesos– para asumir sus gastos de viaje.  Esto implica que el mandatario distrital recibió los recursos no solo para mantenerse esos días, sino también para costear su vuelo.

Pero, ni corto ni perezoso, Caicedo fió el tiquete a la empresa Aviatur, mientras que el billetico de los viáticos se lo guardó en el bolsillo.

Pues bien, 8 meses después del evento, y luego de que Aviatur hubiera insistido en el cobro con varias comunicaciones dirigidas a la Alcaldía de Santa Marta, la compañía de viajes decidió interponer una acción judicial para exigir la reposición de varios desembolsos que le hicieron a la Alcaldía. En dichos desembolsos se describe, incluso, un tiquete que solicitó Elisa Villarroel (la primera dama de las vallas electorales) para transportar desde Lima hasta Trujillo a un cantante para que participara en el evento donde eligieron a Santa Marta como sede de los Bolivarianos. En total, fueron 6 millones 555 mil pesos que Aviatur desembolsó y que no les habían pagado. (ver la petición de Aviatur aquí).

Pues, sepan los samarios que, pese a que Caicedo y quienes viajaron a Perú recibieron sus respectivos viáticos para los pagos, el Juzgado Séptimo Civil Municipal de Santa Marta -en una justa sanción- ordenó el embargo de una cuenta de la Alcaldía por el valor de $10 millones de pesos a favor de Aviatur. Esto para que la agencia de viajes recuperara el dinero invertido –con intereses y todo incluido– (ver orden de pago del embargo y el respectivo comprobante del pago).

Por este irresponsable hecho –que se hubiera subsanado si la plata hubiera llegado adonde debía llegar– a los samarios no nos quedó más que repagarle a Aviatur 10 millones de pesos; los mismos 10 millones que la Alcaldía bien pudo haber invertido pa’ comprar 50 mil mogollas de a $200.

¿Y Caicedo qué hizo con la plata que le dieron pa’ comprar el tiquete que no compró? ¿La respuesta la sabrá la Contraloría?

Hasta este punto, depronto ya ni se sorprendan por cosas como estas, sobre todo cuando en un reciente blog les hablé de la ‘perla’ de contratos irregulares en los que se esfumaron 5 mil millones de pesos de la cultura sin una explicación justificada. Sin embargo, es bueno saber estos detalles, pues hablan sobre el comportamiento de nuestros dirigentes. ¿Si se cogen la plata de bolsillo, qué más no se cogerán?

El ‘avión’ de Luis Miguel Cotes

Pero como de aviones se trata la vaina, hay que decir que Caicedo no es el único que le saca tajada a sus viajes, pues –aunque no de manera ilegal, pero sí quizás antiética– nuestro admirable gobernador del Magdalena, Luis Miguel Cotes, se las ha arreglado durante los últimos tres años (2015, 2014, 2013) para tomarse un (¿merecido?) descanso por más de 1 de los 12 meses que tiene el año. ¡Y ojo!, que este mes no tiene nada que ver con sus 15 días hábiles de vacaciones. Es decir, que de los 12 meses del año, el Gobernador del Magdalena se ha pasado prácticamente un mes de vacaciones reglamentarias y otro por fuera del país, a punta de permisos.

¿A quién no le gusta viajar? Pues yo les digo que al gobernador Mello Cotes le encanta –diría que le gusta más, incluso, que viajar a los pueblos del departamento que Gobierna–, ya que si en 2012 apenas y pidió permiso al Presidente para salir del país una vez, respondiendo a una invitación que le hicieron a EEUU, en 2013 ya lo hizo 4 veces; en 2014, 6 veces; y ya para junio de 2015, había salido del país tantas veces como meses tenía el año hasta ese momento.  Pa’ redondearles la cosa, les digo que en casi el 100% de los viajes adujo “asuntos de carácter personal y familiar fuera del país”. (ver todos los permisos solicitados y otorgados al Gobernador con fecha de corte a junio de 2015).

Ahora bien, cualquiera de los 4 gatos que me lee me dirá: “¿Ajá y a ti qué te importa que el Gobernador viaje tanto? ¡Si pa’ eso tiene plata!” A lo que yo les respondo: Fuera de que su responsabilidad debe ser pasársela por los rincones del departamento atendiendo las necesidades de una de las regiones más abandonadas en todos los sectores, en verdad me importa poco que viaje y pa’ dónde lo haga.

Lo que sí me importa, y ¡me importa mucho! es que el Gobernador Cotes se aproveche de las anticuadas leyes de este país para que, en cada una de las 14 veces que salió al exterior (entre diciembre de 2012 y junio de 2015) aduciendo que iba a atender asuntos “de carácter personal y familiar”, haya pedido de manera descarada a la Presidencia, que le concedieran los 3 días de licencia remunerada que el Gobierno solo debe dar –según el decreto 1950 de 1973– en los casos en que “medie justa causa”.

Y entonces yo pregunto: ¿Es justa causa que los magdalenenses tengamos que pagarle 3 días de su salario al Gobernador del Magdalena cada vez que se le da por irse de vacaciones? Porque resulta que las redes sociales del Gobernador dicen que las tales justas causas “de carácter personal y familiar” no son más que… ¿vacaciones?

¿Es justa causa irse a ver viñedos con el otro Mello a Chile? ¿Es justa causa irse al concierto del pariente Carlos Vives en Aruba? ¿Es justa causa pasear en Miami acompañado por el timón del conductor de famosos, el Gran Lamby? (ver fotos)

Pa’l que no lo sabe, los magdalenenses le hemos pagado al gobernador  41 días de su salario que nunca debió cobrar, que equivalen a $14 millones y medio. ¡Pero bueno!, a nadie le duele porque igual, ¡qué más da!, si llevamos pagándole su sueldo por casi 4 años prácticamente por el solo hecho de dedicarse ¡a tocar acordeón!

En el caso de estos dos ‘aviones’ que nos mandamos, solo tengo que decir: ¡que entre el diablo y escoja! Y que, ojalá, cuando el diablo escoja, se acuerde que cada uno de estos tiene sus herederos…

P.D.  La mala costumbre del alcalde Carlos Caicedo casi se le pega una vez que planeaba un viaje a Singapur en el marco de sus funciones, para lo cual le autorizaron viáticos por el orden de $20 millones de pesos, los cuales recibió. La vaina fue que pocos días antes del viaje, el alcalde lo canceló. ¿Me creen si les digo que el mandatario local se demoró casi 4 meses para reintegrar los recursos consignados? ¡Y eso, de tanto que le insistieron! Ahí tienen, como pa’ que el contralor se entretenga.

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