Esto mejora, pero no cambia

Publicado el Polo Díaz Granados

La alianza tecnicolor de Claudia López y los árboles talados de Santa Marta

Solo porque conozco el discurso de ‘si no estás conmigo, estás contra mí’ del alcalde de Santa Marta, Carlos Eduardo Caicedo, es que le hago una breve introducción a quienes -aparte de los 4 gatos que me leen y que ya me conocen- terminen por cosas de la vida visitando este blog: Soy periodista de los que sueñan con los Watergate criollos, me duele mi departamento del Magdalena y sobre política aplico la que me enseñó en algún momento mi exjefe Ernesto McCausland: “hay que estar a centímetros de los políticos, pero a kilómetros de sus ambiciones”.

El cuento con los árboles en Santa Marta comenzó hace seis meses en la avenida del Libertador (una de las más importantes de la ciudad) cuando los samarios nos acostamos a dormir una noche y amanecimos con el separador de la vía sin un solo árbol. Como si se tratara de ladrones que esperan que la gente se descuide, camiones de alumbrado público pasaron árbol por árbol y los fueron talando, ¡así sin más!

Arboles Av Libertador

La arbitraria idea del alcalde de la ciudad fue la de ‘embellecer’ la avenida con un nuevo separador, ¡mucho más bonito el cemento, eso sí!, pero con la desgraciada idea de reemplazar la apacible sombra de los árboles por un inerte tubo metálico con luminaria LED.

Los samarios aprendimos esa lección y, ante la latente amenaza de que la tala continuaría en otras vías principales, comenzamos a estar alerta a través de las redes sociales.

¡Esa noche llegó! Y un video publicado en las redes nos alertó de un camión  que pasaba con la intención de continuar con la matanza de árboles y de sombra que tanto ayuda a bajar la temperatura de nuestra cada vez más calurosa Santa Marta.

Solo gracias a la presión de la gente inconforme, Caicedo y su ejército de ‘leñadores’ nocturnos se vieron obligados a ceder y, en un arreglo al que llegaron con la comunidad que se vería directamente afectada (sigo pensando que debió ser toda Santa Marta) se calmaron las aguas y la cosa quedó ahí.

Como es usual en el alcalde –que quiere llevarse los créditos donde no los hay y siempre que pueda figura de héroe– ordenó poner unos letreros que prácticamente se burlaban de los samarios en donde nos dejaba claro que, gracias a su benevolencia, algunos árboles de la avenida seguirían en pie.

letrero árbol caicedo

Pero aún con letreros, algunos arbustos de la avenida del Río de repente comenzaron  a aparecer en el suelo  y el fin de semana, una cinta amarilla apareció en toda la avenida del Río cercando los árboles, como anunciando que estaban próximos a caer, ¡igualito que pasó en la Libertador!

En una operación de defensa, la entidad ambiental de la ciudad Dadma -que en teoría debería existir para preservar los árboles, pero en vez de esto siempre ha brillado por entregar a ojo cerrao’ cuanto permiso de tala le pidan- se puso a soltar cifras de unas compensaciones de las que poco registro se conoce y que, en últimas, tardaría décadas en compensar el daño ambiental que se está causando en la ciudad ¡Y eso, si no dejan morir las compensaciones!.

Es que el alcalde no debería estar sembrando árboles por compensación, ¡como porque toca! El alcalde de nuestra ciudad debería ser el primer llamado a llenar de vida estas tierras en vez de estar viendo cómo se las ingenia para saciar sus caprichos urbanísticos llevándose por delante cuanto árbol se le ocurra.

¡Pero bueno!, mucha carreta y los gatos que me leen dirán: ¡Ajá!, ¿y qué tiene que ver en todo esto la senadora de la Alianza Verde, la señora Claudia López?

Pues les cuento: ¡A Claudia López la admiro mucho! Solo una dura como ella pudo tener los cojones pa’ destapar la olla podrida de un fenómeno que se carcomía por dentro al sistema político que conocemos. Y por eso la premiamos haciéndola congresista, porque de verdad es alguien que te da garantías de que velará por tus derechos. ¡Y mejor aún! Desde un partido que se preocupa por eso que a nadie parece importarle: el medioambiente.

Es por eso que cuando empezó la tala indiscriminada, ni yo ni muchos descansamos en hacerle alertas tempranas esperando su intervención, ¡porque como saben! La Senadora se moviliza hasta por los ciclistas a los que no dejan transitar, ¡Tremenda congresista!, pero, extrañamente con este tema de los árboles hubo silencio.

¡Hasta que vino a Santa Marta el  fin de semana pasado! Pero vea usted que lejos de pensar que venía a pararse ante las motosierras mata-árboles, la senadora vino fue a ocupar palco en el concierto de Carlos Vives, a darle espaldarazo a la ficha política de Carlos Caicedo (de quien vine a caer en el zarzo que es su gran amigo de décadas atrás) y a brindar porque, según ella, #SantaMartaEstáCambiando.

claudia lopez y caicedo

Atónito me aventuré a pedir explicaciones en Twitter, no sin encontrarme con el ejército de escoltas digitales de Caicedo, que no tienen ningún problema en arrastrar a los periodistas hasta el bajo mundo de la política y equipararlo a uno con oposiciones interesadas.

De López recibimos lo mismo: un discurso anticorrupción –como si no estar de acuerdo con las políticas contra el medioambiente significara ser corrupto-  en defensa de su amigo y de su ficha política que, entre otras, paradójicamente es investigada por la Contraloría por el posible detrimento de 100 millones de pesos en un presupuesto destinado, paradójicamente, a cuidar a los perros callejeros. ¡Otro gran problema que aqueja a La Samaria!

Este es el panorama que vivimos en Santa Marta, una ciudad donde tristemente a los ambientalistas les toca armar hamacas improvisadas para evitar las talas insensibles y que tanto afectan el cambio climático, con un alcalde que cree que en la compensación de unas maticas débiles y que quizás nadie cuide se puede sustentar una matanza masiva de árboles, mientras que los samarios, como si se tratara de la peor época de las persecuciones del Estado, miramos con incredulidad a la Administración, ¡como si fueran enemigos al acecho!

Contrario a los principios de la Alianza Verde, la senadora López optó por justificar la posición de Caicedo desconociendo que en un principio, el alcalde ya había ordenado pasar una motosierra que indiscriminadamente acabó con los árboles en la avenida Libertador (sin que los que tumbó hubieran estado enfermos o afectando las calles). ¡Ahí fue cuando descubrí que quizás la alianza a la que pertenece Claudia López no es tanto Verde, sino más bien Tecnicolor!

P.D. Este miércoles por la noche volvió y pasó… Ante los ojos impotentes de la ambientalista Viviana Salamanca, los operarios de alumbrado público tumbaron esta vez un ébano, protegido dentro del marco del acuerdo internacional CITES para la conservación de especies amenazadas de flora y fauna en el mundo. En Santa Marta solo quedaban 3, ¡ahora quedan 2!

ACTUALIZACIÓN 1: Senadora Claudia López escuchó a la gente de Santa Marta. «Comparto preocupación. Lidera diálogo constructivo con administración y cuenta conmigo», respondió por Twitter la congresista, a la vez que contó que cuando fue a Santa Marta le dijo al alcalde Caicedo que este es un «tema sensible que requiere información veraz y oportuna, y mucho diálogo».

ACTUALIZACIÓN 2: Acogiendo la propuesta de la congresista Claudia López, hicimos un puente para establecer comunicación con el alcalde Carlos Eduardo Caicedo y lograr un encuentro con expertos ambientalistas y nosotros como representantes de los medios de comunicación, para hacer una revisión puntual de todo lo que está pasando con los procesos de tala en las principales vías de la ciudad, así como para discutir propuestas viables que permitan que los árboles talados nada más sean los verdaderamente insalvables, y los sanos no sean talados, sino reubicados en una zona donde puedan convertirse en un pulmón bajo el permanente cuidado de la administración pública. Esperamos atentos la realización de ese encuentro.

ACTUALIZACIÓN 3: La reunión que le solicitamos al alcalde Carlos Eduardo Caicedo, y para la cual habíamos prealertado ya a dos ambientalistas expertas con formación en doctorado y conocedoras del tema ambiental de Santa Marta y periodistas representantivos, quedó convertida en una rueda de prensa en la que hubo más de la misma información generalizada. Ante la solicitud de estudios específicos sobre la situación de salud de cada árbol en las importantes vías de la ciudad, la respuesta fue una dilación más (no la tenían disponible en el momento, sino a través de derecho de petición). En conclusión: ¡apague y vámonos! la gestión le queda ya a la Dirección Ambiental de la Procuraduría que por oficio debería actuar. ¡Ellos dirán qué encuentran!.

Firma Polo Díaz Granados

 

Comentarios