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Jacques Fontanille, los significados del cuerpo

Jacques-Fontanille
Jacques-Fontanille

El francés,  alumno y colega del reconocido lingüista Julien Greimas y actual rector de la Universidad de de Limoges, en París, estuvo de visita en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá para hablar sobre semiótica y cuerpo, y ofrecer un análisis particular sobre el cuerpo del reportero.

Angélica Gallón Salazar (*)

Usted trabajó con el famoso semiótico y lingüista Julien Greimas, ¿qué aprendió siendo su alumno y su colega?
Trabajé con Greimas para hacer mi tesis de tercer ciclo. Descubrí con él el trabajo en equipo y lo que era realmente la investigación. Entendí que la investigación implicaba unas relaciones humanas muy intensas, que implicaba además trabajar con un programa temático,  en ciencias humanas y sociales. En los años 70, apenas se empezó a hacer este trabajo colectivo en las ciencias humanas, aunque en las ciencias exactas ya se trabajaba así desde hacía mucho tiempo. También aprendí que la investigación tenía que ser internacional o no iba a progresar, tenía que haber un vínculo entre diferentes comunidades. La idea no era empezar una investigación en un país y luego esparcirla, sino que desde un principio fuera internacional.

 ¿Cómo es que usted de manos de la tutoría de Greimas se encontró con el tema del cuerpo y por qué cree que el cuerpo estuvo tan ausente de esos estudios?
En los años 70 las teorías tenían que ser formales y, por ejemplo, la teoría del actante* era formal,  es una instancia sin cuerpo,  una función en el relato. En los años 60 Greimas  empieza a desarrollar una teoría sobre el mundo sensible, era una semiótica fundamentada en una fenomenología. Ya en los años 80 aparece la ‘Semiótica de las pasiones’, claro, su primera versión era formal y abstracta, pero luego era inminente que no se podía pasar por alto el cuerpo sensible. Una semiótica que hablaba de la sensibilidad afectiva, pero que no se refería al cuerpo, no podía funcionar. Empezó el interés por esta semiótica más dirigida al cuerpo, a las situaciones somáticas y manifestaciones corporales. Los semióticos empezaron a interesarse en todas las manifestaciones semióticas del cuerpo, de la impronta, de la huella.

¿Cuáles son los puntos centrales de su charla ‘El cuerpo-testigo y el ethos del reportaje’?


La idea central es muy sencilla, y es que la experiencia sensible del reportero es indispensable para justificar el reportaje y su credibilidad, para que el reportaje sea  creíble. El reportero casi que debe mostrar las trazas de su propio recorrido corporal, de su propia  sensibilidad y de cómo él captó a través de sus sentidos los hechos, las personas y los espacios de los que habla en su reportaje. Un periodista que no demuestre  que se ve impresionado directamente  en su estructura sensible por los hechos seguramente no va a ser creíble,  si un reportero se muestra distante del hecho que está narrando pierde pretensión de verdad. Él siempre debe demostrar cómo ese hecho lo impactó en su corporalidad. 

¿Qué lo lleva a preguntarse en particular por el cuerpo del reportero?
Porque es el cuerpo del reportero el que justifica su enunciación. Él  puede contar una historia porque la vio y la vivió desde su corporalidad. Es el cuerpo testigo y da testimonio de lo que vivió. En el avión que venía a Bogotá,  la persona que venía sentada a mi lado se presentó como Jonathan Sabrinsky, un fotógrafo de guerra, y empezó a hablarme de algunas fotografías muy famosas y lo primero que me contó fue que había recibido un disparo en Chechenia y tardó cinco años en reconstruir su vida. Ahí pensé, irónicamente, que un reportero que no haya sido herido en combate es menos creíble.

¿Su trabajo  sólo versa sobre el que reporta la guerra y los hechos en general o  también piensa el cuerpo del que habla el reportero?


Cuando hablamos del cuerpo-testigo, el cuerpo que recibe las huellas, no sólo pensamos en el reportero,  sino también  en el cuerpo de las víctimas o de las personas que participaron en el acontecimiento. El  reportaje, particularmente, es un  tipo de texto que suele involucrar los testimonios de otros, en ese sentido las impresiones corporales de esas personas también son fundamentales. Uno puede encontrar un reportero que no haya estado en el acontecimiento directamente, uno puede delegar también esa labor de cuerpo-testigo a las personas que  presenciaron los hechos.

¿Mirar el cuerpo exigió nuevos retos teóricos, era diferente que pensar, por ejemplo, en un texto?


No fue un cuestionamiento al fundamento de la teoría semiótica, si no a un punto muy concreto de la teoría, que es el punto relacionado con cómo se concebía la función semiótica,  que  se concebía como una relación puramente formal entre la expresión y el contenido y que a partir de este punto se empezó a concebir a partir del cuerpo,  que era  el cuerpo el que hacía la conexión entre el plano de la expresión y el contenido. La semiótica del cuerpo. No puedo demostrarlo hoy en día, pero creo que detrás del ícono, el símbolo y el indicio siempre está la huella, hay un  nudo de significación más profundo en la huella.

¿Qué pertinencia tienen estos estudios en una sociedad tan corporal como la actual?
La semiótica no pretende dar una  explicación tan definitiva sobre qué le pasa al cuerpo hoy en día, eso lo hacen más la antropología y la sociología, además la semiótica no está amarrada a una realidad tan precisa ni a una actualidad. Lo que sí podría decir desde un punto de vista semiótico, o más bien epistemológico, es que esa preocupación por el cuerpo sí ha aparecido en todas las ciencias humanas, desde los años 80. Eso es muy extraño, es curioso también que haya surgido en el ámbito de las ciencias cognitivas. En esta etapa las ciencias cognitivas se han visto forzadas a explicar y dar cuenta de la emergencia material de los procesos cognitivos y esto ha hecho que en esta etapa las ciencias cognitivas hayan tenido que volver a la fenomenología. Actualmente la cuestión del cuerpo no es sólo acerca del cuerpo, sino de la materialización de las interacciones  sociales, de las emociones y las cogniciones.

¿Cómo fue el trabajo en la ‘Semiótica de las pasiones’?
El libro quedó terminado. Hoy  en día sigue habiendo muchos trabajos que investigan las pasiones, pero son pasiones más específicamente ubicadas. Ha sido un trabajo intercultural, estudios aplicados a una cultura determinada o a una pasión determinada en distintos campos como la literatura. Sí  ha habido en todo caso un cambio en esta línea de investigación que se produce justamente cuando aparece el tema del cuerpo, porque se empiezan a interrogar en materia de emociones, porque antes se centraba en pasiones que han tenido un desarrollo muy largo en materia teórica, en cambio hoy en día aparece más una preocupación por las emociones, por las manifestaciones corporales de esas pasiones.

* Actante es término usado por la semiótica para designar al participante (persona, animal o cosa) en un programa narrativo. Según Greimas, el actante es quien realiza o el que realiza el acto.

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(*) Periodista de El Espectador.

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