Liarte: diálogo sobre arte

Publicado el Lilian Contreras Fajardo

Exposición de arte: ¿debe seguir siendo una narrativa con principio y fin?

Que una exposición debe hablar por sí sola, que el visitante debe y entenderla luego de recorrer, leer y ver la narrativa propuesta de los curadores, museógrafos o artistas es la premisa que circula en el campo artístico.

No me opongo a esto. Por supuesto que es necesario que quien se tomó el tiempo para ir a un espacio físico o virtual quede satisfecho con el contenido. Si voy a ver la obra de un artista quiero que me presenten la obra de ese artista y me cuenten de su contexto político, ideológico, cultural o social… pero, ¿por qué finalizar la conversación con el último cuadro expuesto o el texto curatorial (ese que está en las paredes) final?

Lo que propongo es que las exposiciones de arte no deben ser vistas como algo que comienza y termina. Puede que sea así en el recinto, en la sala, pero la conversación debería seguir.

Un excelente ejemplo de esto es lo que hace el Museo del Oro de Bogotá con la exposición “La sacerdotisa de Chornancap”, una de las exposiciones más importantes de la primera mitad del 2021.

Esta muestra que pertenece al Museo Arqueológico Nacional Brüning y al Ministerio de Cultura del Perú es sobre una mujer con poder, precisamente la “sacerdotisa de Chornancap”, que hace 700 años vivió en el antiguo Perú.

La exposición que se presentó físicamente en el Museo del Oro le daba la oportunidad al público de ver imágenes de la tumba de la sacerdotisa de Chornancap, algunos objetos que fueron encontrados en la misma y, quien se tomara el tiempo para leer, podía enterarse por qué los arqueólogos dicen que esta mujer ejerció poder político y religioso en la costa norte del Perú prehispánico.

Para ello, narran detalles de la excavación arqueológica y los objetos de una tumba ubicada en Lambayeque, Perú, que data del periodo Lambayeque (800 a 1350 d.C.).

La sacerdotisa de Chornancap” estaba abierta al público hasta el 9 de mayo, pero los cierres y las nuevas cuarentenas en Bogotá le dieron una nueva vida a la exposición en el mundo digital, no solamente presentando en la página web del museo el relato y catálogo de la exposición, sino organizando conferencias que se pudieron seguir con previa inscripción o a través de redes sociales.

Estas charlas son bien interesantes porque, por ejemplo, en “Poder político y religioso femenino” contaron con la participación de una antropóloga y una profesional del Museo Santa Clara de Bogotá, quienes presentaron su visión sobre la importancia de la sacerdotisa y cómo no debemos llevar los códigos contemporáneos a las sociedades antiguas.

El Museo Santa Clara es un antiguo convento de monjas clarisas durante la época de la Colonia, por lo que esta charla también exploró el poder de las religiosas en la sociedad, así como la sacerdotisa.

A simple vista, la vida de la “sacerdotisa de Chornancap” no se mezcla con la que llevaron las monjas clarisas en el convento santafereño, pero luego de escuchar la conferencia queda claro que estas mujeres tuvieron cierto poder en la sociedad a la que pertenecieron, por lo que es maravilloso darse cuenta o comprobar que el mundo no siempre fue como es actualmente.

En otra conferencia, “La experiencia de la muerte y los ritos funerarios en el registro arqueológico” (programada para el 9 de junio) se hablará sobre la crisis que genera en la sociedad la muerte, los ritos que hay en las culturas y cómo se realizaban en algunas sociedades prehispánicas que habitaron el actual territorio colombiano.

Esta conversación estará liderada por Juan Pablo Ospina, del Instituto Colombiano de Antropología (ICANH), y es otro gran ejemplo de cómo “La sacerdotisa de Chornancap” puede seguir viviendo más allá de la exposición física y presencial.

Esto ofrece múltiples posibilidades que benefician a muchas personas. Por un lado, se estrechan lazos entre las diferentes instituciones culturales y permite que, por ejemplo, alguien que llegó al Museo del Oro por la sacerdotisa se interese en el trabajo del Museo Santa Clara o le quede la inquietud de ver la colección de monjas muertas, titulada “Monjas coronadas”, que pertenece a los museos del Banco de la República.

Los interesados en todo el hallazgo en Perú sobre la sacerdotisa y el periodo Lambayeque bien puede consultar el “Proyecto Arqueológico Chotuna-Chornancap” a cargo del Museo Arqueológico Nacional Brüning en Lambayeque.

Ahí se abren nuevas posibilidades para ofrecer redes colaborativas y de conocimiento más allá de la visita presencial. Estos conversatorios generalmente se hacían en auditorios o en los mismos recintos artísticos, pero transmitirlos digitalmente es una oportunidad de oro para quienes no pueden ir al espacio físico por trabajo, por pandemia o porque no viven en la ciudad donde se exhibe.

Mi hermana, por ejemplo, tuvo que cancelar su viaje de Cali a Bogotá para ir a “La sacerdotisa de Chornancap”, pues justo el día que había reservado cita para acudir al Museo del Oro comenzaba una cuarentena obligatoria y toque de queda.

Sin embargo, pudo ver el catálogo virtual, videos y asistir a una charla que la conectó con su época de colegio, ya que estudió en un colegio de monjas.

Seguramente, cuando pueda ver la exposición presencialmente lo hará, pero por ahora pudo disfrutar un contenido digital que comenzó en el norte de Perú hace 700 años, pasó por la Colonia colombiana y por los años de colegio en Cali.

Y así, conectando temas e instituciones, es desde mi punto de vista una gran alternativa para que los museos y espacios culturales creen una gran red de conocimiento y visitantes que se consolide en comunidad.

[email protected] / @LiarteconArte

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