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Cosas imposibles (Homenaje a Gustavo Cerati)

 

Fernando Araújo Vélez y Alejandro Araújo Larrahondo

A Alejandro

Porque ahora el agua fría es hielo, y tantas canciones nos llevan a tantos instantes, y esos instantes, a tanta vida pasada. Porque ahora nos preguntamos “de dónde son los cantantes”, y repetimos sus frases como zombies, “voy a hacer que mis cenizas vuelvan al papel”. “ Esta esfera no gira más/ Mira otro planeta y se va/ Hacia el cielo sin decírmelo”. Porque ahora nos detenemos en una disquera de Buenos Aires buscando su música, porque ahora lo imaginamos tocando su guitarra en un bar, y porque ahora ya, definitivamente, no está, o tal vez sigue en el sótano de su casa buscando un acorde o una frase, como un duende. Por que ahora la noticia está confirmada, y los políticos de turno buscan congraciarse con el pueblo enviando comunicados de pésame. Porque ahora los noticieros revientan los ratings con su nombre y con los informes sobre su muerte, y repiten sus canciones y sus últimas entrevistas.

Porque ahora vuelvo a leer lo que escribiste hace un par de años: “Por una canción o dos, cientos y miles de personas acampan en frente de un hospital para darle ánimos a Gustavo Cerati. Por fortuna, pese a la muerte, y aunque todos los más grandes fallezcan, ellos ya son inmortales, y volverán a vivir cada vez que le demos play a alguna de sus canciones”. Porque ahora me toca repetir que es cierto y mil veces cierto que con cada play revivirá Cerati, y revivirá cada vez que lo queramos sentir, y revivirá con lo mejor de sí, su música. Porque ahora los amantes de la competencia nos bombardearán con que era mejor o peor que tal, y traerán a colación aquella rivalidad casi futbolera entre Soda Stéreo y Los Redondos de Ricota. Que uno, que el otro. Porque ahora las disqueras lamentarán su muerte, pero prensarán sus discos de nuevo, por millones, pues el negocio debe continuar, y en este mundo de hoy hasta la muerte es un negocio.

Porque ahora lo encumbrarán y luego lo despedazarán. Porque será ejemplo de perseverancia y talento, pero no ejemplo de vida. Porque ahora dirán que sí, que de niño era fanático de River Plate, más allá de que luego dijera que era de Racing. Porque encontrarán en Luis Alberto Spinetta su mayor influencia, y dirán que era Cerati ángel, Cerati aristócrata, Cerati mármol, Cerati mito, Cerati vida.

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