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Sin formalidad. Palabras para mi amor que se va (Eufemismo)

IhDcff0008, Flickr, angelgrubio
IhDcff0008, Flickr, angelgrubio

Jaime Caballero*

Ahora que sé que te vas te deseo lo peor. Quiero ser mezquino porque te di lo mejor de mí, te di todo y lo sabes, y que no me vengan con que eso debería bastarme. Ahora quiero que te largues y que tu vida sea un asco, un fiasco, un fracaso; pido a Dios que seas estéril y que tus sueños de madre se frustren y se hagan resentimiento de envidia que te carcoma la  ansiedad y las esperanzas, que sientas la fría impotencia de la maternidad reflejada en cada beso que las hijas de tus amigas y tus sobrinas estrellen sobre las boquitas de sus mamis en navidad, y que sabrás que el cariño con el que son impresos siempre te será ajeno; quiero que te usen y te desusen, que te despidan cada mañana después de amarte con un billete en la cara, y que ruegues y te lamentes por no tener ese alguien que no te pida un precio ni te reprima una llamada posterior;  deseo que por las noches sobre el aroma de tu almohada límpida recuerdes una y otra vez tu listado de vergüenzas y arrepentimientos y anheles mis sueños imbéciles que desechaste, que se te hacían hilarantes, y que en el clímax de la madrugada te persiguen con temor, y te hacen desear mi vaho de almizcle entre tus cobijas frías,  mientras con tu mano te limpias la suciedad de tus lágrimas y con la otra la pestilencia de en medio de tus piernas que tuviste que azuzar tu misma porque esta noche nadie tenía cambio para darte. Sueño porque tus sandalias se manchen del lodo naranja del cementerio, cansada de ver morir denigrantemente a tus seres más queridos: Tus padres, tus hermanos, tus sobrinos, tus abuelos, tus amantes, tu jefe de oficina, la lora escandalosa que te regaló tu tío Evaristo recién fallecido; yo me exento por la máxima bendita de que ya no te soy querido, te pido de antemano por favor, que me invites a las honras fúnebres para regocijarme viéndote quedarte cada vez más sola, eso si, no me abraces, quizás alguna de tus invitadas me esté coqueteando y no quiero que piense mal. 

Ahora que hemos dejado todo muy claro, que hemos arreglado todo, puedes irte tranquila, no se si aún no te suena la idea de casarte conmigo, ó ¿cambiaste de opinión?

Hay una tradición idiota de que si nos besamos debajo de este muérdago estaremos juntos. ¿Quieres estarlo? Porque yo no puedo estar sin ti.
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(*) Colaborador.

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