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El Saltamontes

George Bourdoukan*

Traducción de Marco Tobón

Se cuenta, aunque Allah sabe más, que hace muchísimos años vivía en el oasis de Bukra un pueblo cuya bondad ni siquiera el tiempo conseguía medir. Ese pueblo era el guardián del Kitab-ul-Kutub (Libro de los Libros) que debería servir de guía para la humanidad y que de ninguna manera podría caer en manos equivocadas, bajo el riesgo de despertar lo incontrolable. En la portada, unas letras circundaban la figura de un saltamontes donde se leía:

                        Ser humano es entender que la

                        Diversidad lleva a la unidad,

                        Que la unidad lleva a la solidaridad,

                        Que la solidaridad lleva a la igualdad,

                        Que la igualdad lleva a la libertad,

                        Que la libertad lleva a la diversidad.

En las páginas internas, dibujos de animales venían acompañados de parábolas. La del caballo decía: “Vivimos en un eterno círculo, donde las rectas no tienen fin”.

La del camello pregonaba: “Imposible y nunca son palabras que no deben ser pronunciadas porque la naturaleza humana no soporta límites”.

La de la gacela enseñaba: “La sabiduría es como el agua, quién no tiene sed no  siente placer en beber”.

La del águila alertaba: “Ninguna cosa puede ser vista si no se supiese cómo verla”.

La del toro lamentaba: “Quien piensa solamente en el futuro es un insensato; al final, ¿qué le trajo el futuro?”

La del escorpión instruía: “Huya del hábito o éste acabará anulando su vida”.

La de la serpiente proclamaba: “Inmortal, la humanidad jamás tendrá fin, pues Dios necesita del hombre para existir”.

En la página central, al lado de la imagen del saltamontes , un texto esclarecía: “El saltamontes reune la naturaleza y la forma de los siete vivientes primordiales. Tiene la cabeza del caballo, el cuello del toro, las alas del águila, los pies del camello, la cola de la serpiente, el vientre del escorpión y los cuernos de la gacela. Si usted llegó hasta aquí y no entendió el mensaje, mejor no continúe. Observe y aprenda que los animales son más generosos que los hombres, pues nunca se ha visto a un león esclavo de otro león, ni a un caballo de otro caballo”.

No se sabe lo que sucedió con el pueblo de Bukra ni con el libro. Beduinos de la tribu de los Bani-Nujum dejaron relatos de que ellos se habrían ocultado para proteger el libro del Al-Dajal, traído por el viento norte. Y que un día reaparecerían para que la humanidad pudiese entender el significado del círculo.

*Periodista y escritor líbano-brasileiro. Columnista de la revista “Caros Amigos” de Brasil y autor de “A increível e fascinante história do Capitão Mouro”, “O Peregrino”, “Vozes do deserto” e “O Apocalipses”. El cuento “el saltamontes” (o gafanhoto) salió publicado por primera vez en la Revista “Caros Amigos” no. 85 en el año 2004.

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