Alexander Guerrero
No solo la historia se ha encargado de ustedes,
ustedes se han encargado de la historia misma,
pariendo, mediante el dolor, la luz de bastardos
o la luz de la victoria de todos. Un enigma de voz
silenciada por el tiempo de tu propia especie.
¿Qué miseria pagas para estar a la sombra,
cuándo te dieron el papel de objeto, cuál es la
verdadera luz de tus entrañas, por qué te dieron
el papel de sumisa y explotada, si cuando a la calle
te alzas con el puño, todos se alzan contigo?
¡Cuántas veces has sido la levadura de la libertad,
de la dignidad, de pelea sin cuartel, del amor a manos llenas!
¡Cuántas veces te han reducido a nada, a pura cosa
baratija sin vida, cuerpo con nombre de guerra!
Habrá que levantarse blandiendo el odio y el amor
en una sola empuñadura, como nuestras hermanas
de Francia: “libertad, igualdad y fraternidad”; como nuestras
hermanas de Chicago: ”jornada laboral, salarios, sufragio universal”
y nuestras hermanas rusas: “con mítines y manifestaciones”
Habrá que ser, entonces, prójimos, compañeras,
una misma luz que pare dolores y alegrías, un solo puño que
romperá el yugo, una sola bandera que ondea al compás
de la libertad. Habrá que ser prójimos, compañeras,
en el fuego íntimo de la lucha por el pan y la vida.