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1.004 formas de lucrarse con Salvador Dalí

Salvador Dalí. Crédito: antiquity.tv
Salvador Dalí. Crédito: antiquity.tv

Salvador Dalí, el ávida dollars, murió el 23 de enero de 1989. Criticado por su éxito –y habilidad– comercial, otros también han querido lucrarse con sus obras, entre ellos un narcotraficante colombiano.

Juan Villamil (*)

Salvador Dalí, de nombre completo constituido por 34 letras, es mucha tela para cortar, casi como si por tela entendiéramos espacio-tiempo. Sus obras, que abarcan la pintura, la escultura, las producciones audiovisuales, una novela (Rostros ocultos), e incluso –brevemente– la poesía, alojando entre artes miles de mixturas, han bastado para redactar miles de volúmenes, conferencias, cátedras. Recientemente se dijo en un artículo académico que, según conclusiones ópticas, para su pintura Dalí de espaldas pintando a Gala de espaldas eternizada por seis córneas virtuales provisionalmente reflejadas en seis verdaderos espejos el artista necesitó, en efecto, seis espejos. Pero no solo su obra artística es todavía objeto de estudios y polémicas, sino su vida misma, atiborrada de extravagancias.

Hay un Dalí para cada pasión u odio. Y eso se debe, quizá, solo quizá, a que sus acciones, traídas desde una mente que vagaba en lo onírico, no pueden menos que ser susceptibles de interpretaciones ambiguas. ¿Regresó Dalí a su natal Figueres durante la posguerra española porque era un reaccionario, como acto de rebeldía, o acaso nada más se hartó de la zalamería neoyorkina que lo circundaba? Nunca lo dijo. O lo dijo, pero nadie comprendió su metáfora. Porque Dalí, acudiendo a esa buena película que fue Medianoche en París, hablaba por medio de rinocerontes. Y porque Dalí, acudiendo a su anecdotario, era no la otra cara de la moneda, sino la moneda que cae de filo, aquella extraña posibilidad que llaman encanto, por la que al ser convidado a usar una máscara en una cena que así lo disponía en París, se negó aduciendo que su cabeza era su máscara.

Pero el aspecto esencial por el que Dalí ha sido cuestionado no es su filiación política, que de cualquier forma a por lo menos un bando molestaría, ni sus extravagancias personales, que después de todo eran personales (salvo en aquella oportunidad en que dio a probar de sus propias heces a un conocido al que invitó a comer, y que se jactaba de ser un experto en asuntos gastronómicos). Si a Dalí se lo cuestionó, y se lo cuestiona, ha sido por sus habilidades comerciales. André Bretón, expulsándolo del movimiento surrealista, lo calificaría, en un afortunado anagrama, como el Ávida Dollars, ironizando sobre el notable éxito comercial que se había construido el artista español. Y es que Dalí no se ahorró ningún esfuerzo en cuanto a la comercialización de sus obras, llegando a vender simples hojas autografiadas.

22 años después de su muerte, ocurrida el 23 de enero de 1989, vale la pena mencionar algunas de las formas memorables como terceros han sacado provecho –o pretendido sacar– del éxito comercial de Salvador Dalí.

Forma No. 1: El museo especializado
A. Raynolds Morse y Eleanor Reese, industriales estadounidenses, adquirieron a lo largo de su amistad con Salvador Dalí y su esposa Gala la colección privada más grande del mundo de la obra del surrealista. Trasladada de la residencia de los Morse en Ohio a St. Petersburgo, Florida, en 1980, y en enero de 2011 a un moderno edificio en esa misma ciudad, esta colección da forma al Museo Dalí. El 11 de enero de 2012, tras un año de la inauguración del nuevo edificio, el museo reportó 379.500 visitas –y 5 matrimonios–, cifra que la mayoría de museos colombianos envidiaría. Los ingresos directos fueron de 52 millones de dólares, y se estimaron ingresos en la economía local por más de 100 millones de dólares.

Forma No. 2: Presunción de homosexualidad
¿Federico García Lorca y Salvador Dalí tuvieron una relación amorosa-sexual? Es posible. Y no solo porque, según ciertas consideraciones, todo sea posible, sino porque la extensa documentación que hay sobre esa relación sugiere que hubo entre los dos artistas algo más que amistad. La presunta homosexualidad de Dalí (de la de Lorca no hay dudas), dio sustento a una importante investigación realizada por el historiador y biógrafo irlandés Ian Gibson, quien publicó en 1999 el best-seller titulado Lorca-Dalí. El amor que no pudo ser. Las evidencias indicarían que Dalí habría querido complacer sexualmente la pasión que por él sentía Lorca, pero al ser heterosexual (o al no reconocer su homosexualidad) habría ciado en el último momento.

Forma No. 3: El testamento
Al morir, Dalí poseía entre edificaciones, tierras y su colección personal de obras propias y de otros artistas, una fortuna avaluada en más de 130 millones de dólares (dinero de 1989). Sus más cercanos colaboradores, entre ellos su abogado, Miguel Doménech, estaban seguros de que el artista, cuyo pariente más cercano era su hermana María, a quien no visitaba hacía años, daría su fortuna por partes iguales al Estado español y la Generalitat de Cataluña. Así lo estipulaba en un testamento fechado en 1980, mismo año en que Gala había firmado su testamento. Sin embargo, el público entero fue sorprendido con el anuncio de que Dalí, en un acto de raro y, por lo tanto, comprensible hermetismo, había entregado la totalidad de sus bienes al Estado español, en otro testamento firmado en 1982 que derogaba el anterior. Aún muchos años después del fallecimiento de Dalí, discusiones por la repartición de sus bienes continuaron causando enfrentamientos legales entre la ciudad de Figueres y los ministerios españoles a cargo de la herencia. En ella se incluyen el Museo Dalí y la emblemática Torre Galatea, con pináculo en forma de huevos, último hogar y tumba del artista.

Forma No. 4: Incautación a narcos colombianos
En 1972, con la idea fija de realizar su “ópera-poema” Être Dieu, Dalí pinta un autorretrato compuesto por una imagen suya y un fotomontaje de Mao Zedong y Marilyn Monroe superpuestos, para ser la portada del disco. Être Dieu no sería realizada sino hasta dos años después, con un inusitado despliegue de recursos, que dio por resultado más de 90 kilogramos en cintas grabadas. Solo hasta 1985 la ópera-poema es editada y vendida al público en su edición francesa, limitada a 500 copias. Al morir Dalí, la ópera fue reeditada y vendida en su versión más conocida de 3 LPs; sin embargo, la portada no fue su autorretrato, pintura sin título conocida como Mao-Marilyn.
En un hecho que no pasa por menos que surrealista, la pintura original fue rescatada el 7 de diciembre de 1993, cuando la Aduana de Estados Unidos la incautó proveniente de Colombia, desde donde fue enviada por capos del narcotráfico para ser vendida por sus socios en Miami en una operación de lavado de dinero. La pintura fue subastada el 1 de enero de 1995, mismo día del cumpleaños de Marilyn Monroe, y vendida en 111.000 dólares a un coleccionista privado.

Mil formas restantes
Salvador Dalí dijo: Si quieres ganar dinero, todos los medios son buenos –el robo, el plagio…–, la única ridiculez es pretender que se hace por el bien de la humanidad o la posteridad. Y él mismo se lucró de mil maneras: con talento.

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(*) Colaborador.

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