El Hilo de Ariadna

Publicado el Berta Lucia Estrada Estrada

“MUY FEA PARA VIOLARLA”

LA VIOLACIÓN VISTA POR LA PINTURA Y LA POESÍA
susa 3

Susana y los viejos de Pedro Pablo Rubens

La violencia machista, o violencia de género, o violencia sexual, como quieran llamarla, pareciera que nunca tuviese fin; y  cada vez que asistimos a un nuevo hecho de misoginia creemos, muy ilusamente, que no va a volver a suceder; que se trata sólo de un caso aislado, que la sociedad católica o cristiana donde vivimos es la ideal y que nada malo puede suceder.

Y no, no es así. La sociedad contemporánea, heredera de la misoginia que ha sido estimulada desde hace más de 2000 años, es una eterna serpiente que se come la cola. Habría que recordar a los griegos y a su dios principal -Zeus disfrazado de cisne violando a Leda, o disfrazado de toro, o de lluvia de oro- para entender lo que trato de explicar; sin olvidar a los judíos y a su credo misógino. El mismo que la Iglesia católica -sin olvidar a las infinidades de sectas que hoy se hacen llamar cristianas-ha pregonado desde los púlpitos en todos los idiomas y en todos los ámbitos posibles.

Las religiones judeocristianas, y por supuesto sin olvidar a otras como la musulmana, han clamado una y otra vez que la mujer es fuente eterna de pecado y de perdición. Es por ello que la religión católica se tuvo que inventar la figura de la virgen María. Con ese mito pretende que todas las mujeres, sin excepción, seamos “puras”; aunque nunca he entendido que quieren decir con esa palabreja.

Y por supuesto sin olvidar al arte; no habría sino que recordar el cuadro de Susana y los viejos de Rubens, entre tantas otras versiones, para entender que la violación ha sido vista con ojos de tolerancia hacia el violador y con ojos de condena hacia la violada. En cambio la versión de Artemisia Gentileschi, quien fue violada por un pintor que trabajaba en el taller de su padre, nos muestra a una Susana a la que el pánico le impide moverse; mientras que sus violadores la miran con ojos lascivos.

Susana-y-los-viejos-Artemisia

Artemisia Gentileschi

Y si, hablo una vez más de este tema, y lo volveré a hacer cuantas veces sea necesario, así haya personas que me escriban “afortunadamente no soy feminista”,

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2014/11/30/breve-respuesta-a-ana-camila-y-a-su-frase-afortunadamente-no-soy-feminista/

es por las noticias deleznables de los últimos días; me refiero a la frase de un diputado brasilero

http://www.elespectador.com/noticias/elmundo/muy-fea-violarla-el-insulto-de-un-diputado-causa-escand-articulo-534052

que le grita a una exministra de Derechos Humanos que él no “la violaría porque es muy fea y por lo tanto no se lo merece»; como si violar fuera un gran honor que un hombre le hace a una mujer.

No en vano en Leda, el poema de Rubén Darío, ella aparece “desnuda y vencida” y no grita sino que “suspira”, como si el acto violento del que acaba de ser víctima le hubiese gustado, termina con el preámbulo de otra posible violación; esta vez de la parte del semidiós Pan, conocido por su apetito sexual desenfrenado y voraz, que la está espiando: “chispean sus ojos turbados”. No hay que olvidar que Leda dará luego a luz a Helena, hija de esta relación violenta y no deseada.

 

LEDA

Rubén Darío

El cisne en la sombra parece de nieve;
su pico es de ámbar, del alba al trasluz;
el suave crepúsculo que pasa tan breve
las cándidas alas sonrosa de luz.

Y luego en las ondas del lago azulado,
después que la aurora perdió su arrebol,
las alas tendidas y el cuello enarcado,
el cisne es de plata bañado de sol.

Tal es, cuando esponja las plumas de seda,
olímpico pájaro herido de amor,
y viola en las linfas sonoras a Leda,
buscando su pico los labios en flor.

Suspira la bella desnuda y vencida,
y en tanto que al aire sus quejas se van,
del fondo verdoso de fronda tupida
chispean turbados los ojos de Pan.

La versión de Rubén Darío contrasta con el poema Tres Mujeres de Sylvia Plath:

Y el gran cisne, con su mirada terrible,
viniendo a mí, como un castillo, de río crecido.
Hay una serpiente en los cisnes/

No estaba lista

Las nubes blancas se precipitaron

A los cuatro sentidos. Ellas me descuartizaron.

No estaba lista.

Carecía de respeto.

Creía poder negar las consecuencias

Pero ya era demasiado tarde

Era demasiado tarde

Era demasiado tarde, y el rostro se tornó nítido,

Amoroso, como si yo estuviera lista.

http://ledayelcisne.blogspot.fr/2009/01/la-brutalidad-del-cisne-en-un-poema-de.html

Sylvia Plath nos muestra una Leda diferente, gracias a su poema  percibimos la violencia del acto atroz del que ha sido objeto; así tenga a un dios como protagonista de la violación que le ha cambiado la vida.

Y es que una persona que ha sido víctima de una violación nunca volverá a ser la misma. La violación es un delito que debería ser consagrado como de lesa humanidad. No hay excusas que valgan. Y no es que los hombres, o mujeres abusadoras, que también las hay, sean enfermos mentales, o monstruos, son personas que se sientan al lado suyo en el banco de una iglesia y que incluso comulgan y rezan. La violación debe ser condenada desde todos los ámbitos posibles, debe combatirse en todas las esferas sociales, políticas, religiosas, económicas; un violador se esconde en muchas partes y utiliza muchos disfraces.  ¡Que no se nos olvide!

 

 

 

 

 

Comentarios