El Hilo de Ariadna

Publicado el Berta Lucia Estrada Estrada

JUANA CON MIEDO

 

Varias veces he escrito en este blog que Colombia es un país violento desde las entrañas mismas del poder; y ahora, más que nunca, constato que no estoy equivocada.

Nunca he vivido en verdadera paz. Siempre he vivido en un país estremecido por la guerra, la desigualdad social y económica, y además manipulado por el fanatismo religioso, que siempre ha estado del lado de los poderosos,  jamás de los colombianos del común. Por eso considero que vivo en el país de Juana con miedo.

Además de las seudoguerrillas FARC y del ELN, en realidad grupos terroristas y narcotraficantes,  hay dos individuos a los que les he tenido, más que miedo, pánico. Me refiero  al temible caudillo Uribe y a Pablo Escobar. El primero, lejos de dejar que Colombia surja de las cenizas, se ha empecinado en hacerla ahogar en el fango del odio y de la guerra. No se resigna a perder el poder, así que ahora se ha hecho elegir senador para seguir manipulando la ley y poder llegar nuevamente al Palacio de Nariño, y seguir así recibiendo a los emisarios de narcotraficantes y paramilitares. El otro, al menos su espectro, ha llegado, gracias al caudillo, al solio que debería ser símbolo de honestidad y rectitud. Pero ya sabemos, que en el país “del todo vale” o del “voten antes de ir a la cárcel”,  o del “cuando lo vea le doy en la cara, marica”, o de la temible frase «me faltó tiempo para declararle la guerra a Venezuela», todo lo que esté por fuera de la ley es posible.

El susodicho caudillo se ha atrevido a decir, como si fuese un borrego blanco, y no el representante de un siniestro complot para sumir a Colombia en el infierno más absoluto, que el senado elegido el pasado domingo es «ilegítimo», porque ha sido nombrado gracias a la ““mermelada” a través de auxilios parlamentarios. Lo que, según él, se equipara a lo que vivió el país hace unos años con dinero del narcotráfico” (www.elespectador.com 11.03.14). Sin embargo, omite que él mismo alimentó la corrupción administrativa, y que sus alianzas non sanctas, entre ellas con Obdulio, primo de Escobar, el más grande traficante de drogas y el más grande asesino de nuestra historia, han sido su único camino en toda su carrera política. Y si, en algo tiene razón, es un senado ilegítimo puesto que está representado por él, por el espectro de Escobar y por algunos más que sólo serán marionetas en sus manos; todo eso con el eterno beneplácito de Ordoñez.

Con ésto no quiero decir que la oposición no sea necesaria, claro que es importante para que haya un equilibrio de poderes. Lo que me preocupa es que sea la extrema derecha la que haya tenido una votación tan significativa. Como tampoco me hubiera gustado que hubiese sido la extrema izquierda la que hubiese obtenido una votación tan alta, en el caso que hubiesen podido participar en dicha jornada electoral. No me gustan los extremos ideológicos ni religiosos, los considero en extremo perniciosos y muy pero muy peligrosos. En realidad, son un terreno de fácil cultivo para terminar con los derechos de los ciudadanos, y por ende con la democracia.

Y antes de decir ¡pobre país!, le doy la bienvenida a personas como Claudia López e Iván Cepeda, son ellos los que logran darle algo de luz a este país de tinieblas.

 

 

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