El Blog del Cerebro

Publicado el Virginia Rojas Albrieux

Los Tres Cerebros

Dentro de las neurociencias existe un modelo explicativo sobre el cerebro, desde un punto de vista evolutivo, el cual de alguna manera da cuenta de las contradicciones e inconsistencias del comportamiento y la conciencia humana.
Este modelo, presentado en los años setenta por P. MacLean, explica cómo el cerebro está compuesto por tres sistemas filogenéticos diferentes –a modo de tres cerebros- los cuales reflejan nuestra conexión evolutiva con los reptiles y con los mamíferos inferiores. Se le llama a este modelo el del cerebro triuno.


Es como si se tratara de un cerebro, dentro de otro, dentro de otro. Cada capa va ascendiendo en su nivel de complejidad. El más nuclear se llama el cerebro reptil. Es el responsable del arousal (activación general fisiológica y psicológica del organismo), de la regulación de la temperatura corporal, de la frecuencia cardíaca, de los reflejos básicos como respirar y toser, y del instinto de reproducción. Funciona perfectamente al nacer ya que se encuentra plenamente desarrollado para este momento. Es el cerebro de la supervivencia.
El cerebro paleomamífero tiene que ver con el aprendizaje, la motivación, la memoria y la emoción. Está listo para empezar a ser organizado por las experiencias tempranas del individuo. Se entiende como una intersección entre el mundo interior y el externo, donde se negocian las necesidades primitivas y los requerimientos del exterior. Sus redes neuronales están involucradas con el miedo, el vínculo o apego, las memorias tempranas, y la experiencia emocional a lo largo de la vida. También organiza la memoria explícita en cooperación con el siguiente cerebro. Es el cerebro emocional.
El cerebro neomamífero o corteza cerebral es la última capa de esta triada y es la responsable del pensamiento consciente y la conciencia. Este va desarrollándose gradualmente y termina de hacerlo durante la tercera década de la vida. Se encarga de organizar la experiencia y el cómo interactuamos con el mundo circundante. A lo largo del desarrollo va formando ideas y representaciones mentales acerca del sí mismo, de otras personas, y del medio ambiente. Va moldeándose a través de innumerables interacciones positivas y negativas provenientes de su entorno social y físico. Es el cerebro racional.
Estos tres cerebros no necesariamente trabajan bien juntos. El acoplamiento entre ellos es problemático, porque tienen “mentalidades” muy distintas, y por otro lado, solo uno (el neomamífero) tiene conciencia y comunicación verbal.
El cerebro reptil y el cerebro paleomamífero están inconscientemente influenciando el procesamiento del cerebro neomamífero. Esto podría explicar porqué el humano se comporta simultáneamente como “hombre”, como primate, y como cocodrilo!
Los tres han ido evolucionando juntos y conectándose en complejas redes neuronales que se extienden horizontal y verticalmente.
Mucho de nuestro aprendizaje a nivel emocional y de relaciones durante los primeros años de vida del individuo ocurre cuando los cerebros “primitivos” están al mando. Por consiguiente, muchos de los aspectos más importantes de nuestras vidas están controladas por reflejos, comportamientos y emociones aprendidas y organizadas fuera de nuestra conciencia. En un buen ambiente y con una pareja de buenos padres, este joven cerebro se moldeara para servirnos bien a lo largo de nuestra vida.

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