¿Realmente es posible limpiar un cauce tan contaminado? ¿Qué estrategias se implementarán para devolverle la vida al afluente?
Por: César Andrés Rodríguez
Periodista Blog El Río
Desde los años 80, los capitalinos han observado los fracasos de las instituciones gubernamentales en los múltiples intentos por descontaminar el río Bogotá. «Adecuación hidráulica», «saneamiento básico» y «recuperación de ecosistemas» son algunos de los conceptos ya conocidos por los ciudadanos y que, en muchas ocasiones, no representan más que palabras vacías.
Por medio de la última evaluación ambiental que realizó la Corporación Autónoma Regional (CAR) frente al estado actual del proyecto de recuperación del río y que fue presentada en las pasadas audiencias junto a las comunidades ribereñas, se conocieron los avances y estrategias planteadas para descontaminar definitivamente el afluente. Nuevos sistemas de tratamiento de aguas residuales, ampliación integral del cauce y sus llanuras de inundación, manejo preventivo de residuos tóxicos y vertimientos, reforestación y mejoramiento de la calidad del agua disponible, son algunos de los puntos destacados de la estrategia. Sin embargo, las demoras en el proceso han sido evidentes y se prevé un retraso adicional de 10 años en la implementación de los planes definitivos. (Ver: Las cuentas pendientes con el Río Bogotá)
Pero, ¿qué significa realmente la «adecuación hidráulica?, ¿cómo es posible recuperar un cuerpo de agua con cero niveles de oxigeno? ¿cuáles son las acciones concretas que desarrolla la CAR y las instituciones para tal fin? El equipo de El Río lanza una nueva historia ilustrada para explicar al detalle los planes que se ejecutan para salvar al río Bogotá, sus avances y sus obstáculos.
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