Avalancha en Salgar, otra tragedia anunciada

La avalancha que arrasó con 31 casas en Salgar, Antioquia, se había previsto desde 2012. Pese a que el Plan de Desarrollo local alertó sobre una posible tragedia, no se tomaron medidas. Ideam cuestionó la construcción de viviendas a orillas de la quebrada.

 Panorámica del desastre que dejó sin hogar a decenas de personas en el municipio de Salgar (Antioquia). /Raúl Arboleda – AFP

Por: Karen Tatiana Pardo Ibarra – Sergio Silva Numa

La avalancha que arrasó con parte del municipio antioqueño de Salgar y que hasta el momento ha cobrado la vida de 64 personas pudo prevenirse. Desde hace tres años los habitantes y las autoridades sabían que en la zona había riesgos hidrológicos y geológicos que podían desembocar en un desastre. Entonces se había dicho que las viviendas en el sector de confluencia de la quebrada y el río “se exponen a los efectos de una inundación o avenida torrencial durante un evento fuerte de lluvias que se produzca en las partes altas de las cuencas (…) Se recomienda su respectiva reubicación”.

El aparte corresponde al Plan de Desarrollo de Salgar 2012-2015 y responde las preguntas que se han hecho luego de que la quebrada Liboriana se desbordara en la madrugada del lunes y enlutara al corregimiento La Margarita.

Aunque el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, ha dicho que no se tenía “la capacidad para prever lo que pasó” y que ahora la prioridad es rescatar e identificar los cuerpos, el Plan de Desarrollo del municipio muestra otro escenario. El documento sostiene que estos fenómenos naturales tienen mayor probabilidad de ocurrencia debido a “la alta torrencialidad que caracteriza a la Liboriana” y a la “invasión de su cauce y llanura de inundación” con edificaciones. Además señala que, después de una fuerte lluvia, bastan una hora y 45 minutos para que se produzca una creciente que afecte el área urbana.

Una pareja cruza por un puente improvisado hoy, martes 19 de mayo de 2015, sobre la quebrada Liboriana, en Salgar /Luis Eduardo Noriega – EFE

Las alertas del documento concuerdan con las explicaciones del Ideam. Según Christian Euscátegui, director de pronósticos y alertas de la entidad, las imágenes históricas y satelitales muestran que la urbanización se construyó sobre la ribera del río. “En verdad, es un problema de ordenamiento territorial que también enfrentan varios municipios. Eso nos hace muy vulnerables. No hemos sabido crecer”, dice.

De acuerdo con su explicación, lo que sucedió en Salgar obedece a un fenómeno de lluvias habitual en la zona. Antes de este fin de semana hubo un déficit en las precipitaciones que se fue normalizando paulatinamente. Pero por estar en una zona montañosa y de pendientes pronunciadas, la parte alta del municipio antioqueño sufrió microdeslizamientos que represaron la quebrada. “Nadie se percató de ese incidente ni de los bajos niveles del agua. Entonces llegó el momento en que el líquido sobrepasó esa pequeña muralla de tierra y arena y bajó con toda su fuerza”, asegura Euscátegui.

Sin embargo, para este experto el fenómeno de Salgar no es ajeno a la realidad que está viviendo el país. En esta temporada del año el Ideam espera la normalización de las precipitaciones luego de una fuerte sequía que ha dejado en consecuencia altas temperaturas, sobre todo en el Caribe, y algunos de los niveles más bajos de los ríos Cauca y Magdalena en la historia.

Al menos 64 personas murieron tras el desbordamiento de la quebrada Liboriana / Raúl Arboleda – AFP

“Mayo es una temporada de lluvias de corta duración que pueden verse reflejadas en súbitas crecientes y en vendavales. Si se observan los registros, una de las zonas en las que más agua cayó en estos días fue justamente Antioquia (ver infografía). Sin embargo, los principales ríos tienden a decrecer a finales de mayo y comienzos de junio, lo que quiere decir que estamos adelantados un mes y medio. Así que es probable que en julio y agosto los acueductos locales y veredales presenten desabastecimiento”.

¿Se podría haber evitado?
Según el Plan de Desarrollo municipal, para evitar que sucedieran este tipo de eventos había que llevar a cabo una serie de proyectos, como obras de mitigación en zonas de alto riesgo, educar en la prevención de desastres, reubicar la escuela León de Greiff, realizar el análisis de riesgo para los corregimientos de La Cámara y Peñalisa y reubicar las 19 viviendas que están sobre la margen izquierda del río San Juan, entre otras.

Pero, pese a que el Concejo Municipal aprobó el Plan de Desarrollo, el presidente de la entidad, Juan Alexánder Gallego, comenta que nunca se había tocado el tema, por lo que los “cogió de sorpresa y no dio tiempo de nada”. La alcaldesa de Salgar, Olga Eugenia Osorio, asegura que el municipio ha estado “en riesgo permanente” al estar atravesado por varias fuentes hídricas.

El documento concluye que los programas y proyectos ambientales no han tenido una verdadera ejecución y que los temas relacionados con las prevenciones de amenazas y riesgos “se encuentran en bajo nivel de ejecución a pesar de ser de los de mayor importancia dentro del ordenamiento territorial”.