El MERIDIANO 82

Publicado el El meridiano 82

Ébola: campañas de prevención para refugiados en Liberia

En Bahn y otros dos campamentos de Liberia oriental, región en la que reside casi el 75 por ciento de los refugiados de Costa de Marfil, una serie de actividades de concientización y prevención han sido desarrolladas para prevenir la epidemia. Otra entrega de la colaboración entre el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y El Meridiano 82.

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Por Acnur

Una vez cada ocho o quince días un grupo de 20 voluntarios desfila con sus canciones y sus carteles por el campamento de Bahn, en Liberia oriental. No son una compañía de bailarines, sino los portadores de un mensaje sencillo pero capaz de salvar vidas.

Casa por casa, manzana por manzana, llaman a las puertas y avisan a los vecinos: “Hay que lavarse las manos”. La advertencia es vital en un país en el que, entre las dificultades del terreno y la escasez de redes de comunicación, se hace difícil concienciar y diseminar información sobre la  enfermedad.

Hasta la fecha el Ministerio de Salud de Liberia, un país de más de 4 millones de habitantes, ha monitoreado 4.740 casos presuntos, probables o confirmados de Ebola. En Liberia viven alrededor de 38.000 refugiados de Costa de Marfil, casi todos en campamentos como el de Bahn, en el condado de Nimba. Por el momento se sabe que han muerto de ébola 7 refugiados, habitantes en zonas urbanas o rurales.

Cuando en marzo de este año estalló la epidemia en Liberia, ACNUR se encontraba en medio de una campaña de repatriación voluntaria de refugiados marfileños. Ahora la frontera entre ambos  países está cerrada y se tuvoieron que orientar los esfuerzos hacia actividades de preparación y prevención para los refugiados en los países afectados.

Esto supone asegurarse de que los refugiados no queden al margen de los planes de respuesta nacionales e implicar a los refugiados, con la coordinación de socios y de autoridades locales, en actividades comunitarias de movilización y concienciación capaces de reducir el riesgo de propagación del virus.

En Bahn y otros dos campamentos de Liberia oriental, región en la que reside casi el 75 por ciento de los refugiados de Costa de Marfil, una serie de actividades de concienciación y prevención han sido desarrolladas. Cada grupo familiar ha recibido un kit de higiene (cubos, lejía, jabón) y explicaciones sobre cómo utilizarlo. En la entrada de cada campamento es obligatorio lavarse las manos y se monitorea la temperatura corporal. Las personas con fiebre no pueden entrar y son derivadas a un centro de atención comunitario.

Los pacientes que presentan síntomas parecidos a los del ébola permanecen en cuarentena bajo observación y reciben tratamiento para los síntomas hasta que llega el diagnóstico. En todos los campamentos se han organizado centros de atención comunitarios gestionados según estrictas normas de higiene y sanidad. Cada paciente en tratamiento está aislado del personal y de los demás pacientes por medio de indumentos de protección adecuados.

Cuando el contagio es probable o declarado, el paciente es transportado en ambulancia a una de las unidades de tratamiento especializadas que están surgiendo en el país. Las personas libres de virus son derivadas a la clínica del campamento para que reciban apoyo.

Es fundamental mantener a los campamentos libres de contagio aunque la incidencia del ébola en la parte oriental del país es menor que en Monrovia. En Grand Gedeh y Maryland, dos de los condados donde se levantan campamentos, no se han registrado muchos casos de ébola, pero la amenaza es más seria en Nimba, donde a mediados de octubre se han contabilizado 265 casos presuntos, probables o confirmados.

ACNUR ha apoyado la respuesta del Gobierno de Liberia proporcionando fondos, vehículos, medicamentos y equipos médicos para los hospitales, sobre todo en los condados de Nimba, Grand Gedeh y Maryland.

Pero además asiste al más de medio millar de refugiados originarios de Costa de Marfil que viven en Monrovia. En la capital los mensajes de prevención relacionados con el ébola abundan, pero como se difunden casi exclusivamente en inglés, subsiste el temor de que no lleguen hasta quienes hablan sólo francés.

 

FOTO: EFE

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