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Relato de un Tesoro Perdido

La posibilidad de traer al país esta colección de objetos precolombinos abre así un nuevo panorama en el cual será posible reconectar a los ciudadanos con las maravillosas culturas que habitaron Colombia antes de la colonización española.

Por: Andrés Sastre

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TesoroBanrepCultural

Imagen de la Reina Regente de España durante la presentación del Tesoro a finales del siglo XIX, tomada de Banrep Cultural

María de Habsburgo Lorena, reina regente de España, nunca imaginó que el regalo que recibió en 1892 de su amigo Carlos Holguín, presidente de Colombia, se convertiría en motivo de discordia más de 100 años después de recibirlo. La asombrosa generosidad del presidente colombiano, quien regaló a la reina el denominado “Tesoro Quimbaya” compuesto por más de un centenar de piezas recuperadas años atrás y cuyo costo para la época fue bastante oneroso para el Estado, pasará a la historia como un acto de gratitud diplomática bastante cuestionable, en el cual un gesto de buena voluntad se convirtió en una de las pérdidas más fuertes para la riqueza cultural de nuestro país.

Desde hace más de 10 años existen organizaciones que han seguido los canales regulares para solicitar a las autoridades colombianas entablar conversaciones diplomáticas con España con el objetivo de recuperar el fantástico tesoro, cuyo valor actual es incalculable y puede compararse fácilmente con la colección del Museo del Oro. El proceso ha sido lento, toda vez que desde muchos aspectos se considera que no hay lugar a una reclamación formal por el tesoro y por las implicaciones que podría tener la repatriación de un grupo de bienes precolombinos por parte de la Madre Patria. Sin embargo, a finales de 2015 se hizo pública la decisión de la Corte Constitucional de Colombia de realizar una audiencia que permita escuchar las posiciones de instituciones culturales colombianas, del Museo de América de Madrid, la Unesco y el grupo de ciudadanos quienes consideran que el presidente la época no estaba facultado legalmente para dar un regalo de tales características y que había sido adquirido con recursos de la Nación.

El caso de Tesoro Quimbaya forma parte del grupo de bienes de arte y cultura que han abandonado nuestro país de forma cuestionable en estos 205 años de vida republicana. La ausencia de mecanismos adecuados de conservación de los mismos en los primeros 100 años de la república y el marcado interés de agentes extranjeros por hacerse de estos bienes para completar colecciones privadas o exhibirlos en museos han hecho que una parte importante de la riqueza cultural de nuestro país este exhibida o, en el peor de los casos, archivada en las bodegas o bóvedas de museos extranjeros.

La posibilidad de traer al país esta colección de objetos precolombinos abre así un nuevo panorama en el cual será posible reconectar a los ciudadanos con las maravillosas culturas que habitaron Colombia antes de la colonización española. Surge la invaluable oportunidad de acercar los temas culturales a todos los ciudadanos y promover el conocimiento de nuestra historia a través de la exhibición de objetos que son deslumbrantes al ojo humano por su belleza y características que reflejan el particular conocimiento de técnicas de orfebrería muy ricas por parte de las culturas precolombinas. Por ahora, la audiencia está programada para el próximo 28 de enero y promete ser oportunidad para darle al Tesoro Quimbaya el protagonismo que no pudo tener en Colombia cuando fue descubierto y enviado a España.

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