El Mal Economista

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¡Que seamos dignos de este campo!

Por: Juan Viveros

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Hace unos días, en reunión con Henry Vanegas, gerente de la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, comprendí muchos de los problemas que golpean al campo colombiano. A continuación escribo algunas de sus opiniones, las cuales comparto.

campo

Fuente: Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. Acto de entrega de informe de la Misión Rural

  1. Lo primero es que el campo colombiano es más que solo café. Al café se le acabó el reinado hace rato aunque aún se le siga coronando. El valor de la cosecha cafetera en 2015 fue de 6,2 billones de pesos, compuesta por unos 13 millones de sacos de 60 kilos cada uno, para un total de 780.000 toneladas.

Ahora bien, si se agrupa a los cereales y granos es posible ver que este sector mueve más dinero que el mismo café. El consumo aparente de arroz es de 1.830.000 toneladas con un valor promedio por tonelada en 2015 de $1.208.000, lo que redunda en un mercado con valor de 2,2 billones de pesos. Colombia tiene un consumo aparente anual de maíz de 5.800.000 toneladas con una valor promedio por tonelada de $700.000, resultando en un mercado de 4 billones de pesos. Los otros cereales secundarios y demás granos como el trigo, la soya, el sorgo, el fríjol, la avena y la cebada (algunos cuya producción está casi extinta en el país), suman un consumo aparente anual de más de 3.000.000 de toneladas al año. Si tomamos un valor promedio por tonelada de $600.000 se tiene que el mercado para el resto de cereales y granos es de 1,8 billones de pesos. Resumiendo, el valor total para el consumo de cereales y granos en Colombia para 2015 fue de unos 8 billones de pesos[1].

¿Sabe el Gobierno Nacional que de los 5,8 millones de toneladas de maíz que consume el país sólo 1,5 son de producción nacional? ¿Sabe el Gobierno Nacional que el maíz sembrado en Colombia es de mejor calidad que el importado?

  1. La inestabilidad jurídica y comercial generan estrés en los mercados agrícolas.

Desde el primer gobierno del presidente Santos, en 2010, a la fecha han pasado cuatro ministros de agricultura, de los cuales dos han tenido un período de ejercicio menor a un año, Estupiñan y Lizarralde. Por otro lado, la intermitencia en las políticas de coberturas de precios genera incertidumbre al productor agrícola, lo que reprime los planes productivos a largo plazo y desincentiva la siembra en el corto plazo.

En cuanto a la política comercial, el constante lobby político por parte de empresas y agremiaciones industriales que apelan por reducciones en los aranceles para la importación de insumos agrícolas, no solo desestimula el cultivo de dichos productos, sino que también va en franca oposición con lo que ya se negoció en los TLC.

  1. La falta de infraestructura productiva eleva costos de producción, evita la competitividad de productos nacionales en el exterior y promueve el abastecimiento de productos foráneos.

Con infraestructura se hace referencia a bodegas de almacenamiento en zonas de producción y plantas de secamiento como prioridad, sin dejar a un lado autopistas y vías de acceso a zonas rurales aptas para la producción agrícola.

El gerente del gremio nos comentaba a los presentes, que han tenido propuestas de grandes empresas extranjeras para poner en marcha inversiones en infraestructura de almacenamiento de granos a fin de que se pueda aprovechar la calidad de los granos y se mejoren las condiciones de mercado para los productores. Lamentablemente, según él, no pudieron conseguir una cita con el ministro Iragorri para obtener el apoyo del Gobierno Nacional, hecho que redujo drásticamente el monto de inversión de una de las firmas.

  1. La mayoría de campesinos colombianos tienen en una mentalidad de subsistencia en lugar de adoptar una mentalidad de crecimiento. Este problema va ligado a la idea de que para crecer hay que hacerse dueño de cada eslabón de la cadena.

No es necesario que el productor agrícola posea la tierra, ni la maquinaria, ni todo el capital que piensa destinar a la actividad. Si bien es cierto que, dependiendo del cultivo, para que haya utilidad se necesita un número mínimo de hectáreas sembradas, no significa que la tercerización de servicios, como la mecanización, menoscabe las ganancias del productor.

  1. El diseño de instrumentos financieros por parte de Finagro, el Banco Agrario y demás entidades debe estar asociado a que el responsable del crédito deba ser el proyecto productivo. Es decir, el cultivo es quien debe responder por las obligaciones financieras del mismo, y no atar dichas obligaciones a los demás activos o ingresos del productor.

El país en general ha olvidado que cuenta con el potencial agrícola para autoabastecerse e incluso para convertirse en despensa mundial de alimentos. Solo resta esperar que las observaciones de la Misión Rural, convocada por el presidente Santos hace más de dos años, y cuyo informe final se presentó a comienzos de este año, se materialicen.

¡Que seamos dignos de este campo!

http://www.federaciondecafeteros.org/

http://fenalce.org/nueva/index.php

http://www.fedearroz.com.co/new/index.php


(1)   [1] Los datos mencionados anteriormente fueron consultados en el portal web de cada gremio: Federación Nacional de Cafeteros, Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas y Federación Nacional de Arroceros.

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