El Mal Economista

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Entre la economía y la literatura

Por: Sergio García

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En palabras de José Luis Sampedro «sólo vale la pena escribir por necesidad interior». El escritor, humanista y economista español, consideraba que las personas debían escribir por expresar aquello que llevan en lo recóndito de su ser. De ninguna manera buscando reconocimiento o fama.

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Foto tomada de: Imprescindibles – José Luis Sampedro. RTVE.

Son muchas las personas que toman la decisión de dejar, de manera parcial o completa, sus actividades diarias para dedicarse a la literatura, aquel universo maravilloso que nos acompañará hasta el final de nuestros días como especie. Entre éstos hay dos tipos de personas: los que se dedican a la literatura en calidad de espectadores (lectores empedernidos), aquellos que se quedan a habitar en el mencionado universo maravilloso; y esos que, además de habitarlo, se dedican a construirlo (o destruirlo, deformarlo, transmutarlo). Los escritores.

Con los años, he visto a la literatura como un diablillo que se posa en mi hombro y me tienta a dejar de lado todas mis labores. La necesidad de expresar mis ideas, mis historias, mis fantasías, hace que haya decidido escribir cuentos y empezar a trabajar en una novela. Lo que más me ha entusiasmado ha sido la posibilidad de imaginar que muchos han pasado por esto. El caso de García Márquez, quien estudió Derecho en la Universidad Nacional de Colombia; Ernesto Sábato, Doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad Nacional de La Plata, investigador sobre radiaciones atómicas en el laboratorio Curie de París; Carlos Fuentes, graduado en Derecho en la Universidad Autónoma de México, y Economista del Instituto de Altos Estudios Internacionales de Ginebra… Así podría quedarme citando casos de escritores que dejaron de lado sus vidas profesionales por seguir, con éxito arrollador, su sueño. Hay un caso particular: el de José Luis Sampedro, quien fue exitoso en sus dos vidas –muy a lo Dr Jekyll y Mr Hyde–: como economista y como escritor.

José Luis Sampedro nació en Barcelona en 1917. Combatió en un batallón anarquista en la guerra civil española en el año 1936. En Madrid, ya por el año 1947 realizó sus estudios en ciencias económicas. Dedicó sus mejores años a trabajar en la Banca Exterior de España, fue  catedrático en Madrid, Salford y Liverpool, y miembro de la Real Academia Española desde 1990. Escribió 13 novelas, 10 obras económicas, 4 libros de ensayo y 2 libros de cuentos. Abogó, hasta el último día de su vida, por una economía “más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar al dignidad de los pueblos”.

Como subdirector general de la Banca Exterior de España, dedicó sus esfuerzos a la integración de España en Europa. De sus años como catedrático hay que decir trabajaba con el amor y la provocación. Sentía un afecto enorme por todos sus estudiantes, el cual era recíproco. Y usaba la provocación para que sus estudiantes fueran críticos y pensaran por su propia cuenta, que no aceptasen como verdad absoluta nada, incluso si fuera el mismo Sampedro quien la decía. De su obra literaria se destaca La sonrisa etrusca, inspirada en el nacimiento de su primer nieto; El amante lesbiano, basada en una historia de amor entre una mujer sedienta de un varón sin machismo y un amante fetichista que goza en la sumisión; la trilogía de los círculos del tiempo: La vieja sirena, Octubre, octubre y Real sitio.

Una de sus últimas publicaciones fue el prólogo para el libro ¡Indignaos! de Stéphane Hessel, el cual es considerado como el catalizador del gran último movimiento de descontento en Europa, el 15-M. Cito textualmente una parte del prólogo: «El terrorismo no es la vía adecuada contra el totalitarismo actual, más sofisticado que el de los bombarderos nazis. Hoy se trata de no sucumbir bajo el huracán destructor del “siempre más”, del consumismo voraz y de la distracción mediática mientras nos aplican los recortes»[1]. Luego, participa con el libro Reacciona, en donde, junto con Baltazar Garzón y otras figuras españolas, ayuda a plasmar la idea común de tomar postura y reaccionar.

José Luis Sampedro falleció el 8 de abril de 2013, pero su legado perdura a través de toda su obra. Considero que no está muerto quien escribe. El escritor revive cada vez que alguien abre un libro y lee las mismas palabras que éste pensó y materializó en una hoja de papel.


[1] Cinco libros imprescindibles de José Luis Sampedro. ABC de España. http://www.abc.es/cultura/libros/20130409/abci-jose-luis-sampedro-mejores-201304091354_1.html

 

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