Bajolamanga.co

Publicado el Bajolamanga

Ordóñez, de emperador a crucificado

Por: SERGIO MESA (@sermeca)

Jamás pensé que iba a leer esto en los periódicos: “el Procurador en la cuerda floja” o “Vaya con Dios”, como lo publicaron varios medios de prensa en cuanto a la amenaza que se cierne sobre los hombros de Alejandro Ordóñez, el mismo que fue coronado en febrero de 2013, cuando reunió en un mismo sitio, una capilla del siglo XVII, a los representantes de las tres ramas del poder público, quienes asistieron al matrimonio de su hija. Y por ende a su coronación como el Emperador Ordóñez, emulando a Napoleón.

¿Y quién puso a temblar el trono del poder disciplinario? Un hereje. Un abogado de pacotilla. Un tipo que cree que sabe derecho y de interpretación de las leyes. Rodrigo Uprimmy Yepes, Abogado y Doctor en Economía Política, más varias especializaciones, columnista de El Espectador, director de la corporación De justicia y demandante de la elección de los magistrados Francisco Ricaurte (Consejo Superior de la Judicatura) y Alberto Ríos (Corte Constitucional), a quienes tumbó hace poco el Consejo de Estado en una sentencia que sustenta jurídicamente por qué el Procurador General debe salir del cargo. Su reelección estuvo viciada. Con esos argumentos, más una dosis de valentía, demandó a Ordóñez, de quien se dice es admirado por el grupo ‘Tercera Fuerza’, grupo neonazi colombiano.

Uprimmy, desde la barrera, ha puesto a temblar a la rama judicial, con el apoyo de periodistas pulcros como Ramiro Bejarano y Cecilia Orozco Tascón.

Desde el mismo momento de la reelección de Alejandro Ordóñez, a finales del 2012, el jurista Uprimmy, quien conoce el manejo de las cortes por su experiencia como magistrado auxiliar en la Corte Constitucional, interpuso la demanda ante el Consejo de Estado para buscar la anulación de la elección. Él, sin que nadie se lo pidiera, lo hizo como un deber ético que debe tener todo profesional de las leyes para proteger el Estado social de derecho.

Y hablando claro, sin tanto rodeo, ¿cuáles son los argumentos que viciaron la reelección del Procurador? Saltan a la vista.

El mismo día en que el Senado de la República ungió a Ordóñez la magistrada del Consejo Superior de la Judicatura, María Mercedes López, renunció a la terna, a la cual fue postulada por Santos, por el desequilibrio que se veía a leguas con Ordóñez, quien usó el clientelismo como jefe de debate. Entonces, viéndolo bien, era una terna de dos.

Como lo denunció La silla vacía en un artículo (Las fichas para la reelección del Procurador) en donde estudió de dónde provenían los nombramientos de los funcionarios de la Procuraduría y qué políticos los recomendaban. Es así como 31 amigos o familiares de senadores y 22 amigos o familiares de magistrados de las altas cortes trabajan en la Procuraduría. Y así, siendo claros, ni los congresistas ni los magistrados de declararon impedidos para elegir, los unos, y para postular, los otros.

¡Y qué tal esta perla! Los senadores son investigados por sus faltas disciplinarias por la Procuraduría General, el mismo que eligen, por lo que debieron haberse declarado impedidos para votar por Ordóñez. No lo hicieron. Contra el tiempo y en una maratón politiquera apareció Luis Fernando Duque García, senador liberal, para resolver los impedimentos de los senadores y hacerlos votar a todos. Los absolvió y los dejó libres de pecado. ¿Y quién es Duque García? Aquí está: el jefe político de Rodrigo Mesa Cadavid, el diputado perfumado de Antioquia, conocido por el “bollo del Chocó”. Ordóñez le pagó a Duque con el cambio de sanción para Mesa: de 10 años de inhabilidad a 6 meses de suspensión.

El último argumento, aunque es imperceptible, tiene todo el fundamento: el Procurador no puede ser reelegido, como no lo pueden hacer ninguno de los jefes de los organismos de control. ¿Y por qué Ordóñez sí? Ahí jugó la astucia del Opus Dei para iluminar a Alejandro y que nadie se diera cuenta. En la Constitución no se prohíbe, pero no todo lo que no esté prohibido puede hacerse, ahí es donde se aplica la analogía jurídica.

Yo siempre guardé la esperanza de que prosperara la demandar interpuesta por Rodrigo Uprimmy, pero no me imaginé que iba a tener tanta receptividad en el Consejo de Estado, aunque después de la restitución de derechos políticos de Alonso Salazar y el salvavidas a Gustavo Petro sí vimos cómo se actuó en derecho contra los excesos y arbitrariedades. Esos dos hechos comenzaron a diluir las columnas del imperio de Ordóñez.

Así las cosas, confiando en la justicia de los jueces, no la divina, en un mes, mientras se resuelven las recusaciones contra magistrados y se nombran los conjueces que reemplazarán a los impedidos, el Consejo de Estado nos dará una lección de rectitud judicial al destronar con argumentos jurídicos al tridentino Alejandro Ordóñez Maldonado, dejando acéfala a la Procuraduría mientras se surte el trámite de la elección de alguien idóneo.

De emperador a crucificado. Ojalá sí caiga. Las mujeres, la comunidad LGBTI y los librepensadores celebraremos con fiesta.

 

Esta y otras columnas podrá leerlas en www.bajolamanga.co (@bajo_lamanga)

Comentarios