¿Se lo explico con plastilina?

Publicado el alter eddie

Mi madre plastilínica…

Yo como muchas personas en el mundo soy hijo de madre soltera, criado por mujeres berracas (mi madre, mi abuela y mis tías).

Mi madre, Fabiola Ibagué Arango, estudiaba derecho en la Universidad Nacional y como muchos estudiantes de los sesentas y setentas fue evangelizada por la llamada Teología de la liberación, era una época distinta de la que me hablaba mi abuelo, para él  los curas eran godos y afirmaban que los liberales eran ateos y masones…Noo!… aquí los sacerdotes hablaban de justicia social, de educar al pueblo, de explotación, de un Jesucristo liberador, era el tiempo de Camilo Torres y los sacerdotes rebeldes.

Mi madre formo parte de un grupo dirigido por uno de estos discípulos de Camilo Torres, un sacerdote de estos llenos de ideales y de disfraces (cada vez que llegaba a nuestra casa tenía un disfraz distinto, lo cual enfurecía a mi abuelo quien lo detestaba como si fuera godo) y ella feliz se dedico a alfabetizar a más de uno, a ayudarles a construir sus casas, !Con el pueblo, para el pueblo y por el pueblo! eran unas de sus tantas consignas.

Mi madre estuvo vinculada a este grupo por varios años, hasta que un día tuvo que tomar una decisión trascendental como muchos universitarios de su época ¿La revolución o el hijo que venía en camino? para mi madre significó dejar a muchos amigos y camaradas como les decía a veces y bueno yo no estaría contando esta historia si mi madre hubiese escogido el monte como opción.

Ser madre soltera era todo un problema para esta época, era tener el juzgamiento de la sociedad, de parte de la familia, del entorno, pero mi madre lo asumió con toda la berraquera del caso, siempre orgullosa de su hijo, indagando, aprendiendo, rebuscando…

He tenido todo el amor de madre que he necesitado, estando en el vientre, mi madre siempre me estaba hablando, transmitiéndome confianza, deseando que fuera un artista, diciéndome que iba a hacer cosas grandes y especialmente que iba a ser feliz. Todo esto lo hacía mientras tejía todo mi ajuar de bebé.

De mi padre nunca me habló mal, no tuve resentimientos contra él, simplemente no tuve papá, tuve una mamá que hizo todo lo posible por ser también papá.

Mi madre siempre quería lo mejor para mí, me compraba libros de arte, de historia, me llevaba a exposiciones, a concursos, a conciertos, era la persona que esperaba al artista para pedirle consejos, lo cual me sirvió mucho pues algunos artistas se convirtieron en mis maestros.

Tejía, vendía de todo un poco, defendía,  se rebuscaba el dinero por todo lado, yo a la vez era su mensajero el que cobraba o llevaba pedidos, a veces la veía muy cansada de tejer, tejer y tejer…

Cuando empezó mi carrera plastilínica ella siempre estuvo allí, llamando al que fuera, insistiendo en el talento de su hijo, buscando por aquí y por allá. Luego mi madre se convirtió en mi primera alumna y junto con ella nos dedicamos a compartir lo poco que sabíamos sobre plastilina por muchos parajes de Colombia y latinoamérica y a todo tipo de personas que hoy viven de la plastilina o se divierten amasando la masa.  Una de las labores que más he admirado de ella ha sido el trabajo que hizo en la cárcel Modelo compartiendo su aprendizaje con muchos presos, quienes a su vez la llenaban con todas sus historias de vida: ella siempre transmitiéndome la importancia de la labor social, de conocer las caras de la moneda, del perdón, de nunca olvidar mis raíces….Esa es mi madre…

 

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