Desde Cartagena

Publicado el Miguel Raad Hernandez

URGENTE: CARTAGENA NECESITA UN NUEVO P.O.T.

Cartagena necesita con urgencia un nuevo PLAN DE ORDENAMIENTO TERRITORIAL. Un POT es el responsable de armonizar la relación de los habitantes con su territorio, con respeto por el ambiente y una utilización racional y óptima de sus recursos naturales. Como resultado de un buen POT debe obtenerse una ciudad más equilibrada en su infraestructura y equipamiento, más amable, con interfaces ambientales, con asentamientos humanos en zonas seguras y libres de todo riesgo, adecuadamente densificadas, con rigurosa definición de los diferentes usos del suelo, con áreas de renovación urbana y otras de expansión racionalmente tratadas. Cartagena debe concluir el diagnóstico del POT aprobado por el Alcalde DIAZ REDONDO y sobre esa base formular el nuevo POT, tal como lo ordena la Ley 388 de 1997 y sus Decretos reglamentarios.-

Un nuevo POT para Cartagena deberá considerar dos aspectos fundamentales: 1.- Respeto absoluto por los ejes ambientales estructuradores del territorio, y 2.- Comprometernos para ser una ciudad compacta. Esto significa que ejes naturales tales como el Mar Caribe con la línea de costas y toda la jurisdicción insular; los Caños, lagos y lagunas interiores; la Ciénaga de la Virgen; la cadena de colinas y cerros como La Popa, Zaragocilla, Albornoz, el Diamante, el Peyé, Las Delicias, Mirador de la Virgen, el Cielo, etc.; el Canal del Dique; y la zona rural continental, son definitorios para la formulación de un Sistema Integral de Control de Riesgos para la ciudad que nos evite las tradicionales tragedias ambientales año tras año y para los mejores aprovechamientos o usos de cada uno de los ejes ambientales y sus áreas de impacto. Adicionalmente, en esta materia, es necesario y conveniente definir las zonas de transición con los municipios colindantes, en busca de una integración e interacción dinámica con los mismos, bien a través de la llamada ciudad-región o de un área metropolitana. En segundo lugar, el compromiso por una ciudad compacta significa dejar de proponer la extensión hacia zonas alejadas de los actuales centros de población, pues una ciudad extensa es demasiado costosa en nueva infraestructura vial y de servicios y genera comunidades absolutamente desarraigadas de las características esenciales de nuestra ciudad. Son pequeñas ciudades aisladas, sin personalidad ni sentido de pertenencia a una urbe de impronta inconfundible como es hasta ahora Cartagena.

Un nuevo POT debe priorizar unos proyectos de ciudad a saber: La defensa de la zona insular y la línea de costa de las avenidas del Mar Caribe por el aumento de las mareas; recuperación ambiental y definición de usos residencial y turístico para las orillas de la Ciénaga de la Virgen; definición urbanística del Cerro de la Popa, con señalamiento de nuevas cotas para la reserva forestal, legalizando y reglamentando la urbanización de las áreas no reservadas; establecer zonas de acopio y reserva de agua dulce para el abastecimiento de los mayores consumos; identificación y definición de zonas de renovación urbana con re-densificación; establecimiento de interfaces ambientales generosas entre comunidades; trazado de una nueva cuadrícula urbana, con definición de nuevas vías arterias transversales; ampliación y extensión de la Avenida Pedro Romero, con renovación urbana y re-densificación de los barrios por donde cruce; re- definición de las zonas institucionales de mercados sectoriales y Central de Abastos; definición de la Zona de Actividad Logística centralizada, en las inmediaciones del Canal del Dique; prohibición de rellenos de cuerpos de agua o de cualquier intervención que reduzca los espejos de agua de la ciudad; creación de una nueva zona industrial hacia la Zona Norte (Bayunca); definición del cinturón agropecuario y las demás definiciones y decisiones que enrumben urbanísticamente a Cartagena hacia la consecución de sus objetivos más preciados.

Hace unos tres años, la Universidad de San Buenaventura le formuló una propuesta a la administración de la alcaldesa Judith Pinedo, para liderar bajo la dirección del afamado arquitecto ítalo-argentino Rubén Pesci, el diagnóstico del actual y expirado POT, por un valor módico que se tenía presupuestado entonces. Pesci tiene en su trayectoria ser Consultor del Programa MaB de UNESCO, de PNUD de OEA y de la CEPAL y, además, entre otras muchas realizaciones y experiencias, la realización de Planes Directores y/o de ordenamiento territorial en ciudades como Valencia en España, Asunción en Paraguay, Porto Alegre del Brasil, La Plata en Argentina; es fundador y Presidente de la Fundación CEPA (Centro de Estudios y Proyectación del Ambiente) y Director de la Cátedra UNESCO/FLACAM para el Desarrollo Sustentable. La alcaldesa ignoró tan importante propuesta y desaprovechó la oportunidad de darle a Cartagena una visión universal de un avezado planificador, urbanista y ambientalista. Y a pesar que contrató con otros el diagnóstico, aún hoy no ha pasado el filtro de Cardique ni ha sido aprobado por el H. Concejo Distrital.

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