Sentimiento Embajador

Publicado el sentimientoembajador

Tomando posiciones

El semestre anterior un lector de esta columna me regañó porque critiqué el desempeño de Richard Paez, sin haber tomado una postura sobre su presencia y calidades antes de iniciar el campeonato.  Pues bien, 24 horas antes de que este nuevo Millonarios debute en el Campín voy a opinar sobre el equipo que encarará el torneo.

Sobre las contrataciones, por ahora creo que Nelson Ramos es el único que merece llamarse refuerzo; Domiguez, Ortiz, Preciado, Ochoa, Tancredi y Toloza deben ganarse ese rótulo en la cancha, sudando la camiseta, demostrando orden, jerarquía, inteligencia y lo más importante: con resultados positivos.  Así que como siempre, dejaré pasar cinco partidos para que muestren lo que tienen, aunque guarde cierta incredulidad con el uruguayo y el ex Santa Fe.  Mención aparte merecen los señores Candelo y Carpintero.

Mayer Candelo actuó por última vez con Millonarios el miércoles 14 de mayo de 2003, luego que, tras fallar el cobro de un tiro de pena máxima contra Centauros en la semifinal del torneo, tirara la camiseta del equipo y respondiera los insultos de algunos hinchas que reprocharon su actuación al final del partido que terminó 1-1 y que a la postre derivó en la eliminación del equipo.  El técnico de turno, Norberto Peluffo, le dio la oportunidad de disculparse con la afición, cosa que no ocurrió y que generó su salida de la institución.

Los números de Candelo en su paso por Millos entre el segundo torneo de 2002 y el primero de 2003 hablan de 34 partidos jugados y 7 goles anotados (2 de penal).  En general su rendimiento fue bueno y tenía gran aceptación de la tribuna.  Pero a mi no me gusta su retorno, porque un jugador que maltrató uno de los símbolos del equipo y que en lugar de disculparse, fue incorrectamente orgulloso, dejando a los compañeros en el momento que más lo necesitaban, no debería regresar.  Ojala su nivel futbolístico le alcance para redimirse, pues no dudo de sus calidades, aunque si de su momento.

De Carpintero debo decir que es un jugador que en su primer paso por Millonarios no rindió como si lo hizo en otros oncenos (aquí solo hizo 4 goles); típico ejemplo de esa larga lista de hombres que llegan precedidos de éxito pero que les pesa el escudo embajador.  Él hizo parte de la nomina 2005 dirigida por “El pecoso” Castro y que tras un fulgurante inicio de torneo quedó eliminada de los cuadrangulares.  Incluso recuerdo que hacia parte de los malos negocios de López cuando a algunos jugadores se les bonificaba por marcar goles como también pasó con Gabriel Fernández.

Resumiendo, no me gustan las segundas partes, casi nunca salen bien, pero como siempre digo, ojalá me equivoque, que los goles y el fútbol de los dos repatriados nos llenen de gloria y traigan el título.

Del técnico Páez poco hay para hablar.  No me gusta, no le creo.  El venezolano no para bien sus equipos, se casa con jugadores que no rinden y es pésimo haciendo sustituciones.  Este semestre debe confeccionar una buena base, que sea estable y que consiga buenos resultados, dándole la oportunidad a los juveniles que consiguieron el título de la categoría el año pasado.  Ojalá que no tengamos que escuchar frases de cajón como “apenas estamos confeccionando la nómina”, “necesitamos tiempo para adaptar los nuevos jugadores” o similares.  Él desde que llegó a Bogotá habló de hacer un proceso, el cual no se va a dar, por que traer tantos hombres implica no darle cabida a los muchachos que vienen de las inferiores, una más de sus contradicciones.  Ojala los resultados le den una mano, porque la tribuna no olvida sus crasos errores.

Por último creo que la afición debe ser justa con el esfuerzo que José Roberto Arango y los inversionistas están haciendo por armar un equipo serio y competitivo.  Debemos responder llenando las tribunas del estadio y alentando desde el primer minuto.  Se ha hecho una fuerte inversión y si a eso se le suma la posición de no dejarse arrinconar por las argucias del señor Luis Augusto García, creo que estamos hablando de cosas buenas y de un futuro prometedor.

Toda la expectativa, todo el fervor, todo el amor por la camiseta debe manifestarse desde mañana.  Ahí estaremos, apoyando desde el minuto uno.  Hasta la próxima.

MI NOTA AL PIE. Ante tantos dimes y diretes que hay en la calle sobre Luis Augusto García, llamó a todo el mundo para que recuerden que el fútbol es un deporte y que el deporte es vida.  Aquí no hay lugar para hablar de temas extrafutbolisticos.  Vamos a fútbol en paz y sin pensar en hacer barbaridades.  Hay que dejar las frases agresivas que incitan a la violencia en contra de las personas.  Trabajemos en pos de los objetivos del equipo y nunca en contra del bienestar de otros.

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