Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2017 – Día 13: Como hace el cóndor herido…

Nairo no revivió; había tenido días duros, pero siempre estuvo ahí. No resurgió de las cenizas; desde la llegada a La Planche Des belles Filles en la quinta etapa entró al Top 10 y se mantuvo. Nairo no estaba limpio; inteligentemente reguló sus fuerzas para no perder mucho tiempo el día que no se sintió bien de piernas. No estaba acabado; estaba esperando un día brillante. Los de poca fe ven lo de hoy como un milagro. Nairo lo define como un buen día.

14 de julio de 2017. ¿Fue una revolución? No, Sire, fue una revuelta. Alberto Contador se encargó de armarla. El pistolero, caído en el piso y mal herido, sacó su arma para volver a disparar. También lo daban por muerto. No lo estaba… y armó la parranda. Por primera vez en 13 días de Tour el poderoso rey del Sky no tenía a su gendarmería cobrando el excesivo e injusto impuesto de fuga a quien lo quisiera intentar. Contador disparó, Nairo voló, Landa aprovechó y Barguil salvó para Francia la fiesta de la revolución. Etapa corta de emociones largas.

Cierto es que Nairo no ha estado en su punto; que el esfuerzo de tantos kilómetros en la temporada, incluyendo los del Giro, le pasan factura para su rendimiento en el Tour. Hoy está a 2’07» en la clasificación general. Sin el desgaste acumulado podría estar mejor (es un supuesto, imposible de demostrar). Se le ve cansado, comentan a diario en los medios. No tiene las piernas de sus mejores carreras, dicen muchos ciclistas. Hoy fue segundo en la etapa, persiguió a Contador y a Landa dos premios de montaña seguidos sin ayuda alguna de sus compañeros de grupo Barguil y Kwiatkowski, tuvo fuerzas para esprintar, fue segundo en la etapa y ganó bonificación. Hoy tuvo piernas y no se vio cansado. Fue un día brillante, dijo al final.

El Tour está terminando su segunda semana. Históricamente, Nairo siempre ha subido su rendimiento en la tercera, pero no tiene un gran equipo que lo respalde. Hoy les devolvió la fe a muchos… y a otros les tapó la boca. Es octavo en la general e ilusiona. Nairo es uno de los grandes ciclistas del siglo y con él cualquier cosa puede pasar. Ayer lo enterraron porque perdió casi 2 minutos; hoy lo ponen como favorito al título porque le sacó casi dos minutos a los que lo distanciaron ayer.  Uno quisiera ser prudente, uno quisiera no quemar el santo pero no dejarlo de alumbrar; pero es Nairo. Es un cóndor herido; que en medio del dolor no llora sino que vuela.

Ah, y como si fuera poco, Urán tiene el podio a 10 segundos. El Tour es una locura y todos nos desquiciamos un poco con él. La ventaja con los colombianos es que cuando las piernas no van, la cabeza y el corazón lo hacen por ellas. No están limpios, están llenos de ambición. No están muertos, viven de ilusión. Se puede soñar; sin miedo. Y es gratis.

@jhonjaimeosorio

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