Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2017 – Día 12: Dura lex… ¿pero es para los de ruana?

El aforismo latino originado en el derecho romano dice que dura es la ley, pero es la ley -«Dura lex, sed lex«-. Es la máxima jurídica que expresa la obligación de aceptar las leyes en todos los casos, incluso cuando estas resulten excesivas.  Excesivo es, por ejemplo, no permitirle recibir una caramañola, en los kilómetros finales de una etapa, a un ciclista que se ha tragado 210 kilómetros en casi 6 horas y media, con 5 premios de montaña, uno de ellos fuera de categoría y que lleva más de 2.000 kilómetros en semana y media. Una ley exagerada, pero que respetándola como aforismo, hay que cumplir. Dura lex.

Los 20 segundos en la clasificación general aplicados a Rigoberto Urán y a Goerge Bennet, y los 200 francos suizos de multa, están contemplado como en el Título XII del reglamento UCI como sanción a quien cometa la infracción de recibir avituallamiento en los primeros 50 y 20 últimos kilómetros de cada etapa. Quién lo creyeran, pero duelen más los segundos que los francos. La emoción de ver a Urán en el puesto 2 de la etapa detrás de Bardet, consiguiendo 6 segundos de bonificación y entrando a la meta 20 segundos por delante de Froome, se convirtió rápidamente en inquietud al verlo en la clasificación general a 55 segundos del nuevo líder Fabio Aru, es decir, a 49 del británico. Ahí las cuentas no cuadraban. La noticia, en medio de la alegría por el final de etapa, fue la sanción a los dos pedalistas que recibieron sendas caramañolas en los últimos 5 kilómetros de la dura etapa de hoy. Dura lex.

En el mismo papel donde está la regla en mención, el apartado 2.3.027 del reglamento le da potestad al colegio de comisarios en cada carrera de «reducir las distancias contempladas… según la categoría de la prueba, las condiciones atmosféricas, el perfil y la longitud de la carrera». En tal caso, agrega, «la decisión debe ser comunicada antes de la prueba». Sed lex. Así se hizo, y hoy la distancia permitida era de 10 kilómetros a la línea de meta. No está escrito, pero está. Según algunos directores de equipo, se comunicó en el congresillo técnico de la carrera. En los últimos 10 fue donde Urán y Bennet recibieron sus bidones, como los llaman los españoles apegados a un término de origen francés.  Galo como el término en mención también es Romain Bardet, otro que recibió bidón cuando faltaban 6,4 kilómetros. Ganó la etapa, alcanzó la gloria, siguió en el podio, le descontó tiempo a Froome y a Aru, y recibió los trofeos… pero también recibió una caramañola. ¿Sed  lex?.

Bardet aceptó el recipiente de alguien que estaba detrás de las barandas. Dice el periódico L’Equipe que «los comisarios del Tour no vieron beber del recipiente al corredor galo y contemplan que este podría haber utilizado el bidón para echarse agua en el cuerpo». El espíritu de la norma, como dicen los abogados para explicar una ley, es prohibir el avituallamiento en zonas donde se ponga en peligro a los ciclistas; como en las salidas y las llegadas. Válido. Sed lex. Eso sí, no se prohíbe tomar, no se restringe ingerir… ese no es el problema. La ley prohíbe recibir avituallamiento y Bardet recibió. ¿No? Y lo hizo en zona prohibida.

Hasta las 6:15 de la tarde, hora colombiana, busqué alguna explicación del Tour. No la hubo. No sé si la habrá.  Tal vez la única respuesta a la pregunta ¿por qué no sancionaron a Bardet? sea la más famosa de las respuestas de Rigo. Con los 20 segundos Rigo quedó de cuarto a 55 segundos del líder y a 30 del tercer lugar. Sed lex. Si sancionaran a Bardet, Rigo quedaría a 10 segundos del podio. Ahora solo queda recordar el aforismo colombiano originado en el desconsuelo de ver cómo se aplica muchas veces la ley en nuestro país, y en el Tour: «la ley es para los de ruana». Aplica. No es ley, pero es dura –Non est lex, sed difficile est-.

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