Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2018 – Día 6: Día duro en el muro

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En los bosques de Bretaña se esconden duendes, rocas, vientos, hadas, diablos y vírgenes. Según la variada tradición oral de la región, cada uno sabe dónde aparecer y a quién asustar. Hoy los vientos del norte atacaron por sorpresa al grupo principal en la mitad del recorrido; y el diablo le salió a Tom Dumoulin al final de la etapa. Fue día de abanicos, de persecuciones, de problemas mecánicos, de llegadas explosivas y de diferencias cortas pero significativas. Martin ganó. Valverde bonificó. Froome cedió 5 segundos.  Dumoulin perdió 52. Nairo llegó bien. Rigo cedió un poco pero subió al séptimo lugar. Van Avermaet siguió como líder. Fue un día más movido de lo esperado.

Antes de la etapa, la atención estaba puesta en los 16 kilómetros finales con el doble paso por el Muro de Bretaña. Nadie esperaba que apareciera un ventarrón. El grupo pasaba tranquilo por un valle despejado que separa las Montañas Negras de las Montañas del Arré. Una corriente de aire frío empezó a golpear de costado y la calma terminó. El Quick Step Floors armó un abanico que forzó el paso y partió en tres el grupo principal. Landa, Quintana y Zakarin quedaron en el segundo grupo. Primoz Roglic, en el tercero. A los del Movistar se les apareció el hada madrina, vestida de Tony Martin, que trabajó para llevar a su capo de regreso y de paso los arrimó a ellos. A los del Lotto Jumbo, con Roglic, le tocó trabajar casi 60 kilómetros para volver. Un bosque en el camino espantó el viento.

Después del agitado momento, el ritmo nunca bajó. Los sustos tampoco. El turno le tocó a Tom Dumoulin. A 6 kilómetros de la meta,  un problema en su máquina lo dejó a la vera del camino.  El auxilio mecánico se demoró en llegar. A pesar de que aprovechó el vehículo de su equipo como remolque, perdió 53 segundos con el ganador de la etapa. Con la ayuda del VAR del ciclismo los comisarios de carrera le clavaron por sanción 20 segundos más. Romain Bardet fue otro de los damnificados. Gallopin le entrego la bici, pero el grupo iba lanzado y nunca pudo volver a entrar. Cedió 31. El holandés y el francés se dieron contra el muro.

En la subida final al muro, el irlandés Dan Martin se inspiró en la literatura celta y se inventó su cuento. Atacó con fuerza a un kilómetro de la meta y solo miró para atrás cuando levantó los brazos.  Llegada explosiva. Solo 14 ciclistas, entre ellos Nairo Quintana, entraron en el grupo delantero. Parecía una de las duras clásicas de primavera. Se colgaron Froome, que cedió 5 segundos ante el grupo; y Urán, que entró 8 segundos después pero subió al puesto 7 de la clasificación general. Barguil, Zakarin, Jungels, Kruijswijk y Egan Bernal entraron a 12 del ganador, es decir a 9 del grupo. Diferencias cortas, pero con incidencia directa en la clasificación general.

Van Avermaet continúa como líder, justo antes de dos etapas planas. Mañana será la jornada más larga. 231 largos kilómetros para llegar a Chartres, a orillas del río Eure. Sobre el papel, un día para esprinters, como Gaviria. Por lo visto hasta ahora, puede ser otra jornada de sorpresas. Una caída, un abanico, un pinchazo, un descuido, un error, un golpe de mala suerte puede aparecer para cualquiera. ¿A quién le tocará el susto?

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