Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

Tour 2018 – Día 4: Gaviria, en el cielo del ciclismo

Con fotofinish. Electrizante. Un sprint de largo aliento. Tres acciones brillantes en 200 metros. La primera: la manera como Maximiliano Richeze sacó a Gaviria de una posición incómoda en el grupo  y lo lanzó. La segunda: la forma como atacó de largo Greipel para sobrepasar al colombiano. Y la tercera: el remate de Gaviria llevándose consigo a Sagan para sobrepasar al alemán y quedarse con la victoria en la raya. No hay duda: es el mejor esprinter del mundo. Tan bueno, que en el cielo del ciclismo, como él mismo llama al Tour, ya ha ganado en dos ocasiones. Repitió victoria. Es un caballero. Es el rey de los esprints.

imagen1En una misma línea entraron los tres: Gaviria, Sagan y Greipel. Un suspiro. Seis riñones con el mismo golpe. Por milímetros ganó el colombiano. Como pocas veces, le tocó remontar. No levantó los brazos para celebrar, apenas apretó el puño como acto reflejo. Emocionante y espectacular remate luego de una etapa marcada por la monotonía de una larga fuga y por la incertidumbre de una caída a cinco kilómetros de meta. Día soñado para el Quick Step Floors que trabajó casi 100 kilómetros en la persecución de la fuga del día. Nadie les colaboró. Los dejaron solos en el trabajo que más desgasta. El colombiano remató, los dominó, les ganó a todos. Es un grande.

Hoy fueron 195 kilómetros rumbo al Golfo de Morbihan. Recorrido largo. Un solo momento sublime. Una sola emoción explosiva. Ni el premio de montaña ni el esprint bonificable tuvieron riña. La fuga del día fue la más larga de los cuatro días de carrera. Los cuatro integrantes se repartieron lo que había en el camino. La aventura claudicó a 1.500 metros de la meta para darle paso al estremecedor final. Gaviria le volvió a ganar a Sagan y lo tiene a cuatro puntos en la lucha por la camiseta verde. Quiere más. Es insaciable.

No todo fue celestial en la jornada. Algunos vivieron su purgatorio. Una caída a cinco kilómetros de la meta le cobró 59 segundos al ruso Ilnur Zakarín y puso a prueba nuevamente al equipo de Rigoberto Urán. Al ruso no lo esperaron los del Katusha, que estaban ocupados de meter a Kittel en el sprint. Al colombiano lo arropó su equipo. Estuvieron a su lado. Lo llevaron de la mano y entró con el tiempo del ganador.

La quinta etapa se corre mañana. Aparecen las montañas cortas y explosivas. Son 204 kilómetros de recorrido. Hay cinco premios de montaña, 2 de cuarta y 3 de tercera. Día para clasicómanos. Etapa rompe-piernas. Tiene 2.700 metros de desnivel que requieren atención. Algún favorito que se descuide se puede ir al infierno.

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