Ciclismo con J

Publicado el Jhon Jaime Osorio

¿Te acordás Óscar?

¿Te acordás Óscar cuando perdiste la medalla de bronce en Atenas 2004 por peso corporal? Competías en la categoría de 56 Kgs y levantaste los mismos 208 kilos que el turco Sedat Artuc y el búlgaro Vitali Dzerbianou.

¿Te acordás cuando te blanqueaste en Beijing en los tres intentos en el ejercicio de arranque por una lesión en la mano derecha que te impidió levantar los 128 kilos con los que iniciabas?  Llegaste allá con una lesión vertebral que te afectó el brazo. Cada vez que intentaste alzar la palanqueta, el dolor en los tendones se hizo más fuerte y tuviste que a soltarla.

¿Te acordás cuando lleqaste de Beijing y algún periodista salió a decir que lo tuyo no era una lesión sino que por las diferencias en el entrenador te habías bajado? El señor aquel nunca dijo que te tuviste que operar cuando llegaste y que si no es por los médicos Carlos Posada y Mario Figueroa, tal vez nunca hubieras vuelto a competir.

¿Te acordás que cuando volviste a competir estabas listo para los Bolivarianos de sucre, Bolivia, en el 2009, y una lesión de rodilla  te impidió competir? Pensaste en retirarte; pero la terquedad te hizo seguir.

¿Te acordás del Oro en los Panamericanos de Guadalajara en 2011? Esa vez no te guardaste nada cuando dijiste literalmente: «gané con un entrenador colombiano». Cinco años después algunos se siguen incomodando, pero se tragan amarguras  mientras ven tu abrazo con el profesor Pinilla, a quien Colombia le debe un gran aplauso.

¿Te acordás de los trasnochos estudiando para cumplir las tareas académicas buscando tu título de administrador de empresas en la Santiago de Cali? Cogías pocas materias, pero eso de estudiar y ser deportista de alta competencia en Colombia a veces es más difícil que en otros países.

¿Te acordás cómo te insistían Jáiber Manjarrés y Oswaldo Pinilla en tus momentos de duda para que no desfallecieras? Esos dos te conocen demasiado. Tienen claro el tipo de entrenamiento de que tu cuerpo necesita y entienden que en Cali te puedes preparar al más alto nivel.

¿Te acordás de la plata que lograste en Londres cuando levantaste 140 kilogramos en arranque y pusiste récord olímpico en envión con 177? Le ganaste en el podio al Indonesio Irawan Eko por peso corporal y perdiste con el coreano Kim Un-Guk que puso récord olímpico en arranque y récord mundial en el total. Esa vez recuerdo que le dedicaste la medalla a tu mamá, doña Ermelinda, que vivió el momento por televisión. Hoy estaba ahí en la gradería haciendo más fuerza que vos.

¿Te acordás de las calles de Zaragoza, en el Bajo Cauca antioqueño? De allá saliste con tu familia para Cartago, Valle, cuando tenías 12 años de edad. El pueblo estaba en un mal momento por el orden público y tu familia tenía que sobrevivir.

¿Te acordás cuando te fuiste a prestar el servicio militar? Ya eras deportista consagrado cuando eso. Afortunadamente tus superiores entendieron que desde el deporte también podías cuidar la patria.

La verdad, Óscar, sé que te acordás de éstas y de muchas más; pero creo que son pequeños detalles de un medallista que mucha gente en Colombia con el paso del tiempo no va recordar. Por eso las escribo, porque la gente tiene memoria selectiva: solo se acuerdan del momento del triunfo.

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P.D. Hoy, 1 de enero, desde este rincón. comienzo el reto de ponerle un poco de reflexión a un mundo eminentemente emocional como es el deportivo. Como cierre o comienzo de año, quise recuperar estas líneas que le escribí a nuestro medallista olímpico, Oscar Figueroa, justo el día que se baño de oro.

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