Dos jugadores que son emblema de nuestro fútbol y del país viven momentos únicos y algo desagradables en sus respectivas carreras profesionales. James Rodríguez y Falcao García tienen muchas cosas en común, lo que los une actualmente es la palabra ‘lesión’.
Hace un año Falcao vivía un momento triste para su carrera que hasta el momento lo tiene marcado, o al menos no ha sido el mismo cuando salta al terreno de juego. Se lesionó en la Copa de la Liga de Francia cuando jugaba contra un club de cuarta división, suceso que lo marcó a él, al fútbol colombiano y los que le siguen.
No es un secreto que no ha sido el mismo desde que volvió luego de un Mundial que le tachó su nombre tras el enorme papel de la Selección Colombia. Apareció en Manchester United pero no rinde, la prensa colombiana se excusa que es culpa del DT holandés que está a cargo del equipo, pero no olvidan la terrible lesión de ‘El Tigre’ que le impide mostrar todo ese potencial que alguna ves expuso.
Hoy, lo mismo le pasa a James Rodríguez, un jugador emblema y de gran nivel y que se lesionó en un partido de Liga contra Sevilla. Es víctima de la mediación, del nivel extra que le pidieron y el afán de la prensa colombiana de poner el nombre de un colombiano en lo alto. Lo llenaron de fama y protagonismo y he ahí los resultados, dos meses fuera. Pero se destaca que es un futbolista con muchas capacidades y que pegó duro desde su llegada al Real Madrid.
Se parecen mucho, por su renombre, por estar en ligas competitivas, por ser “ídolos” en Colombia, y ahora por las lesiones. Lo único que queda es que, ojalá, al volver, James sea el mismo crack que hasta la semana pasada lo fue. Su operación fue un éxito y el apoyo de su familia y de las redes sociales está ahí.
Falcao no tiene el nivel, los procesos de recuperación lo frenaron. Actualmente está estancado en el Manchester y es noticia más por sus problemas en la interna del equipo que por sus goles. Se espera que lo mismo no le pase a James, sería algo desastroso para el fútbol colombiano y el país en general, que una de las estrellas e “ídolos” se pierda en su lesión y no vuelva a ser ese despapanante jugador de fútbol que nos llenó de muchas alegrías.