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Publicado el Diego Leandro Marín Ossa

¿Hacia dónde van los medios y las TIC en Colombia? (III)

En este momento cuando en Colombia está por aprobarse el proyecto de ley 152 sin suficientes debates y aportes de los realizadores, los medios comunitarios y la academia, el consenso general es que necesitamos una ley que modernice el sector de las TIC, pero ¿porqué el afán?

El llamado de urgencia por parte de la Ministra de las TIC para que se apruebe el proyecto de ley y las reacciones a la defensiva por parte de algunos militantes del partido de gobierno, el Centro Democrático, son dos señales que han generado desconfianza y sin embargo no la suficiente como para detener su curso en la Cámara.

Lo que está escrito

Aunque la Ministra pretenda que el proyecto de Ley está por fuera del contexto social y político del país cuando pide que todos miremos solo lo que está escrito en el documento, toda Ley en su textualidad se lee de manera literal (denotada), entre líneas (connotada), por lo cual se obtienen inferencias, e incluso intertextual pues tiene relación con la normatividad en general, ya que el Ministerio de las TIC no está aislado de los propósitos de otros ministerios como el de Cultura, el de Educación y en general todos si se tiene en cuenta que las TIC son transversales a las dinámicas materiales y simbólicas a nivel local, regional y global.

Y claro que todo lo que se comunica bien sea porque se habla, se escribe o se representa por medio de otros leguajes está hecho o producido por alguien, una persona o varias que tienen enfoques, intereses y objetivos preestablecidos, por lo cual no existen puntos de vista neutrales o “transparentes”, por el contrario están llenos de intenciones que benefician en mayor o menor medida a la población.

Un texto por objetivo que parezca es hecho y usado por seres humanos, por eso no es infalible.

Libertad de expresión ¿cuestión de demagogia o derecho?

Una de las frases usadas por la Ministra de las TIC para defender el proyecto, hace referencia a que los 20 millones de ciudadanos que hoy en día no están conectados tienen derecho a la libertad de expresión, como todos los demás.

Primero, es verdad que tienen derechos y no solo a la libertad de expresión, sino además a la educación, a la salud y a un desarrollo integral en el que las TIC son mediadoras, más no son la solución definitiva.

Esta idea de que las TIC van a “democratizar” todo y a generar equidad por si solas no solo es ingenua sino además peligrosa, pues cada vez que surge una tecnología aparecen tanto los apocalípticos (pesimistas), como los deterministas (optimistas), y cada cual le asigna a la tecnología un papel superior al que posee proyectando en ella el origen y el fin de todos los bienes y de todos los males.

Segundo, ¿cuál es la idea de libertad de expresión que tiene la Ministra?, la libertad de expresión es algo que se educa, que se forma y se promueve, pues conectar a los usuarios no es suficiente, de hecho se requiere más que eso, ¿para qué una libertad si no se sabe usar o no se sabe para qué sirve?, un ejemplo de ello lo vemos todos los días en Twitter con los usos que le dan a la libertad de expresión los ciudadanos a través de sus cuentas o por medio de cuentas fake, y qué decir de los usos que le dan los líderes políticos encargados de disociar y sembrar miedo y odio entre la población, aún a sabiendas de que un derecho como la libertad de expresión implica deberes.

Tercero, que bueno si para el gobierno y para las corporaciones de telecomunicaciones se hacen visibles los ciudadanos no solo como consumidores, 20 millones de personas que han sido invisibles e invisibilizados durante décadas por los medios privados de comunicación, en los proyectos de los gobiernos de turno y en los beneficios que ofrece la modernización del país. Y como es hora de mirar hacia adelante, se requiere de las TIC para conectarlos, pero además para formar receptores críticos con habilidades para producir contenidos y apropiar medios y TIC para el cambio social.

¿Podemos creer en las buenas intenciones de Appel, Facebook, Netflix, CARACOL, RCN, las empresas de Carlos Slim, y los grupos económicos Prisa, Valorem, Aval y Ardila Lule?, como tenemos dudas lo mejor es que todo quede por escrito y sea parte de la Ley.

Debate, consenso, contrato social

La Ministra argumenta que hay suficientes debates y acuerdos sobre el tema de la ley TIC, resalta que los gerentes de los canales regionales están de acuerdo, y que se han hecho dos audiencias públicas, lo cual es un paso importante pero no es suficiente, y no lo es porque en el panorama de medios y TIC en Colombia no sólo existen los medios privados, las multinacionales de las telecomunicaciones, las organizaciones de cable operadores, y el sistema de medios públicos RTVC, también está implicada la ciudadanía, los realizadores de contenidos de los canales y emisoras, los medios comunitarios y la academia.

Si el afán es presentar resultados seguro que tendrán mejores si vinculan más ciudadanías, más actores del proceso y se mejora el texto del proyecto de Ley.

Seguro que la discusión no se agotará ahora ni nunca, de eso también se trata una democracia, pero el proyecto tiene varios sesgos de cuidado, uno de ellos es la concentración de poder en manos del gobierno de turno que podría ser déspota y totalitario como lo fue el de Hitler, el de Stalin, los gobiernos de las dictaduras en Latinoamérica y los gobiernos de ultraderecha y de ultraizquierda que existen hoy en día y que se basan en el populismo y la demagogia.

A gobiernos así les sirven los medios y las TIC para manipular, distorsionar, y fabricar enemigos, ya la historia lo ha demostrado: de la propaganda comunista, capitalista y del nacionalsocialismo surgió la propaganda neoliberal que es la actual en todo el planeta y que afecta a las instituciones democráticas entre ellas los medios de comunicación públicos y privados.

Preguntas y propuesta

  • En cuanto a uno de nuestros más grandes recursos intangibles ¿cómo podemos asegurar la democratización del espectro radioeléctrico que hace parte del espectro electromagnético?
  • Teniendo en cuenta las necesidades de cobertura y acceso pero también los últimos informes del Ministerio de las TIC ¿cómo incrementar los usos y apropiaciones de la población con fines educativos y de aprendizaje?, ¿cómo mejorar su formación como opinión pública propositiva y responsable a la hora de usar sus libertades y acceder a sus derechos?

Apoyo la propuesta del senador Mockus, para que sea el próximo año cuando miremos lo que está escrito y lo que no está escrito también, que debatamos y hagamos aportes a nivel regional y así podemos mejorar el texto del proyecto que será Ley, incluso en un documento más legible para la población, que podría ser menos complicado sin perder alcance y profundidad, es cuestión de imaginación, creatividad y economía en el lenguaje, para hacer entendible, explicable y aplicable la Ley.

17 de diciembre

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