Parsimonia

Publicado el Jarne

Limpieza de sangre, limpieza de acento

Es la segunda vez que me ocurre aquí en Inglaterra. La primera vez fue hace unos meses. Una amiga comentó que quería perder su acento español al hablar en inglés para poder ascender en el trabajo. Aquello me sentó como una patada en los huevos. Le contesté que por qué tenía que renunciar alguien a su acento para mejorar en su empleo. La segunda vez fue hace poco. Se lo comenté a un amigo común y me dijo que el hermano de su chica también fue a un logopeda para perder su acento. Me explicaba que cuando hablaba le sonaba «raro» a los ingleses y que esto hacía más difícil que pudiera tener un puesto mejor.


Me quedé con la impresión de que para ir hacia arriba en este país tienes que tener un acento neutro, limpio; tienes que hacer que súbitamente desaparezca tu origen y de dónde vienes para que sólo se tenga en cuenta tu trabajo y puedas optar a un mejor puesto. Y esto me suena clasista, me suena xenófobo. No estamos hablando de que tu inglés sea correcto gramaticalmente al igual que tu pronunciación. No. Estamos hablando de copiar un acento para que no le suene raro a la persona que te haga la entrevista o con la que hablas todos los días. No sólo que te entienda, sino que también le suenes familiar.

¿Qué hacer? Si la gente tiene esa percepción es porque algo ocurre. Pese a toda la maquinaría legal que tiene Reino Unido para evitar ese tipo de discriminaciones -aquí se toman muy en serio lo de la igualdad de oportunidades, empezando por la costumbre de no poner la foto en el curricúlum-, la gente está dispuesta a pagar a un logopeda para que no suene como un extranjero cuando habla. ¿Pedimos que sólo nos juzguen por nuestro trabajo o mejoramos nuestra pronunciación para hablar como la Reina y que lo tengan en cuenta?

Cuando realizamos ciertos trabajos, lo puedo entender. Si alguna vez ejerzo como periodista en este país, tiene sentido que haga estos cursos. Si usted va a ser periodista para la BBC de Londres, se le presume el mejor acento que puede tener y una claridad extrema. Si usted es profesor de universidad y se dirige a una masa de alumnos de distintas nacionalidades, se entiende que tenga el inglés más nítido para que todo el mundo le pueda comprender.  En otros ámbitos, no logro entender por qué tengo que sonar como del propio país cuando no soy inglés.

Hay que ser justos, esto no sólo ocurre en Inglaterra. Cuando estuve en Colombia, hubo un par de veces en el que me dijeron que tenía un acento precioso. Eso ya me lo había dicho varias veces -cosas del exostismo-, lo que me hizo saltar las alarmas fue cuando apostillaron conque ojalá ellos tuvieran un acento tan europeo. Lo peor es que me lo dijeron una gomela del Rosario y una hippie de la Nacional. Eran personas de ambientes totalmente opuestos pero con la misma inquietud.

España tampoco se salva. Hace varios siglos, la gente decía que eran «cristianos viejos» para decir que tenían la «sangre limpia». Aquello significaba que sus descendientes no eran conversos provenientes del judaísmo o musulmanes. Hace poco, cuando hacia socios a puerta fría para las onegés, recuerdo un chaval rumano que era de Transilvania y tenía un acento fuerte, parecía francés. Recuerdo que estuve un par de veces en su zona con él. Cuando hablaba por el telefonillo, no nos abrían en el portal ni a tiros. En cambio lo pedía yo y magia. Las puertas se abrían de par en par.

En Facebook: Parsimonia

En Twitter: Parsimonia

Comentarios