Lloronas de abril

Publicado el Adriana Patricia Giraldo Duarte

Destellos de un amor perdido

l_60a4878c61d452c30222132eea9196ba

Por: Dora Lucy Grisales

Tampoco les he contado cómo sonaba mi nombre cuando él me llamaba. Era como  música suave, como el cantar de un ruiseñor al lado de una cascada. Era para mí, el tesoro más preciado, mi felicidad y alegría.

Me iluminaba y hacía que mi mundo entrara en ensoñación.  Y así, sin darme cuenta, me fui enredando en mi propia telaraña.

El alma me preguntaba si estaba dormida y yo le respondía que solo estaba enamorada de él.

Seguía preguntándome, y yo reafirmaba, diciendo que estaba ilusionada con mi fantasía.

Pero veía a través de un mundo de fascinación.  Pasaba el tiempo en una auto hipnosis que me había impuesto, que me había llevado a enfermarme de amor.

Unas veces lo vi como el más ingenuo de los niños, otra como el más guapo de los  hombres.  Sabía que era estar enamorada, aunque intuía el sufrimiento que le vendría a mi alma.

Y cuando entraba en mí el llanto y el desconsuelo, con su disfraz de niño bueno llegaba a persuadirme con palabras tiernas que me devolvían el alborozo.  Fue el destello de un amor perdido en el que nunca pude nombrar lo que verdaderamente quise.

Más de lloronas de abril en https://www.facebook.com/lloronasdeabril/

 

Comentarios