Lloronas de abril

Publicado el Adriana Patricia Giraldo Duarte

Un corazón para abrir y consentir

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Por: Eva

Tenía en mi cajita de recuerdos, una pañoleta roja. Quizá desde hace muchos años, aguardaba por la vitalidad, la pasión, el coraje, la valentía, la confianza en mi misma y las ganas de triunfo, de fuerza y de atrevimiento que hoy me traes.

La compré porque me gustaba tanto como su color. El color de la sangre, del fuego, del erotismo que esperé inconscientemente hasta el día en que la vida me dijo que vendrían las compensaciones. Y me lo dijo de manera de café acerezado, contigo, frente al mar que siempre me cautivó y ahora cruzo para abordarte sin fin.

Crucé el Atlántico y pude traerte montones de regalos de alta valía. Pero cuando visualices el tejido de este corazón rojo, entenderás que solo yo podía armar en cada puntada, una nueva estructura para los dos.

Desarmé la pañoleta, tejí el corazón y cubrí con ese rojo mis intenciones certeras de hacerte feliz.

Tu ya no tienes que entregar nada. Estar en la única actitud que corresponde a tus afectos será la misión que por este tiempo ocupe tus placeres.

Y cuando me recibas plena con ese rojo intacto y este propósito infinito y contundente por hacerte feliz, en la silla blanca del Palacio de Artes que bien podría escribir nuestra historia, entenderás por qué tenías que abrirlo, sentirlo y consentirlo, explorarlo y concentrarte en la voz interior, para seguir al fin el pálpito que nos acerque a la confianza, a la fe en un yo comprensible, medible y a la vez tan nuestro.

Aquí estoy. Un viaje de amor para entregarte mi corazón, rojo de amor y pasión por tí.

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