Lloronas de abril

Publicado el Adriana Patricia Giraldo Duarte

Cómo vencí al enemigo silencioso

 

Mi historia es como miles de ellas.

Ánimo mis guerreras!.

Por: Jenny Saavedra.

 

 

Soy una colombiana joven radicada en Nueva York hace un poco más de 15 años. En enero de este año 2015 viaje a mi país natal a visitar a mi familia y en esta visita sentí la necesidad de ir donde una esteticista porque sentía que mi estómago estaba más inflamado de lo normal y quería saber si a punta de masajes reductores me podrían dejar con un vientre plano como el que siempre había sonado y sin hacer ejercicio!. Para mi sorpresa esta gran mujer me tocó el vientre y me dijo que no me podía hacer el masaje porque sentía una masa grande en el lado derecho del estómago y me dio el nombre de un ginecólogo para que fuera a visitarlo, siendo muy insistente que fuera urgente, y así fue que me decidí ir por fin al doctor lo cual estaba pendiente por más de un año que venía sintiendo esa masa.

La cirugía

Esa misma tarde visité al ginecólogo, quien después de hacer varios exámenes me dio  la noticia.  Tenía un tumor en el ovario derecho de 20cm x 20cm, el cual debía ser removido lo más pronto posible porque no sabían en qué estado venía.  Así fue que decidí esperar a llegar a Nueva York lugar donde resido.

Regrese  a finales de enero y por miedo no fui al médico hasta casi finales de marzo y el diagnóstico fue el mismo: me debía remover un tumor gigante que se había comido ya mi ovario derecho.

La cirugía fue programada para mediados de abril.  Para ese momento no tenía pareja y toda mi familia vive en Colombia, lo que me generó un grado de ansiedad fuerte.  Para mi suerte llamè a mi ex novio Robert, con el cual había roto hacía más de un año y con el que había convivido por un par de años un tiempo atrás. Le conté lo de la cirugía y me pidió que me fuera a su apartamento que él me podía cuidar, me pareció una buena idea, además de conocerlo ya estaba familiarizada con el lugar pues allí viví.

Y así llego el día de la cirugía, me acompañaron dos grandes amigas Maritza y Melba y por supuesto Robert. Me prepararon con mi atuendo azul de sala de operación, siempre estuve muy positiva porque lejos estaba de imaginarme lo que venía.

Fueron tres horas de cirugía.  La incisión fue vertical debido al tamaño del tumor la cirujana quería estar segura que todo estuviera bien con mis órganos alrededor del tumor y sí, todo estaba bien excepto por un pequeño detalle.  El tumor era mixto, lo que quiere decir que una parte venía con cáncer y el nombre que le dieron fue tumor maligno de las células germinales mixto. Para mi infortunio el tumor es uno de los tumores más raros del mundo y solo le da al 0.07% de la población humana y en su mayoría hombres en sus testículos y pues me tenía que dar a mi, si me iba a dar cancer tenía que ser con todo!

Mi cirugía fue en uno de los mejores hospitales de Nueva York, el Saint Luke hospital de la red Mount Sinai, a pesar de ser un hospital súper reconocido no tenían ningún caso registrado de pacientes con ese tipo de tumor, lo que me hacía la primer paciente con este caso en el cual no tenían experiencia alguna, cabe decir que mi seguro médico era el encargado de cubrir los gastos sino, no sé qué hubiera hecho a lo mejor no estaría viva.

 

la palabra quimioterapia

 

Estuve tres días en el hospital después de la cirugía me fue súper bien.  Ccuando salí del quirófano el hospital estaba lleno y les tocó ponerme en un habitación VIP en la que me sentía en un hotel cinco estrella.  Allí recibí amigos cercanos ya que no le conté a mucha gente lo que me estaba sucediendo, no por egoísta sino porque todo fue demasiado rápido y estaba como en estado de negación, no captaba hasta ese momento todo lo que me estaba pasando.

Luego de tres días me fui al apartamento de Robert quien me prometió cuidarme y así lo hizo. En una semana ya me sentía lista para salir y seguir mi vida. Todo iba de maravilla, la cirujana me dijo que a pesar que el tumor venía con un 15% con cáncer no iba a necesitar quimioterapia porque el cáncer no se pasó al cuerpo y me sentí muy afortunada.

Una semana después recibì una llamada de un oncólogo del hospital el cual iba a seguir mi caso, supuestamente me iba a decir que todo estaba bien que debía ir cada tres meses durante un año para mis chequeos de rutina, pero no, la llamada era para decirme que habían enviado el tumor a patología y que habían coincidido que me debía hacer una quimioterapia preventiva.

Bueno pensé si es preventiva no debe ser tan fuerte…

La temida quimio!

 

 

Al principio me negué, les dije no me la hago ustedes me dijeron que no la necesitaba y el doctor Cohen, mi oncólogo, muy amable me explicó que si no me la hacía corría el riesgo de volver a reproducir un tumor de esas características en otra parte de mi cuerpo donde no se podría curar y para esto había un 50% de probabilidades. Devastada con la noticia terminé aceptando hacerme el tratamiento, el riesgo era muy alto para no hacerlo.

A las dos semanas y luego de enviar mi historia clínica a varios hospitales, incluyendo a Colombia, todos coincidían que eso era lo mejor para mi tratamiento, empecé una combinación de quimo (BEP) a mitad de mayo.

Mi tratamiento consistía en tres ciclos de quimioterapia, una semana entera me iba al hospital desde la mañana donde me inyectaban 2 horas de fluidos, dos horas de quimo y otras dos de fluido y así todos los días de la semana, descansaba 4 días y volvía al hospital para que me aplicaran una inyección,  la peor de todas, solo eran 15 minutos pero me dejaba en el piso, como si fuera la acumulación de toda la semana. descansaba ese resto de semana y volvía al segundo ciclo de la misma manera del primero y así hasta que complete los tres ciclos.

 

Primer ciclo de quimio

El primer ciclo fue muy suave porque mi cuerpo estaba fuerte y estaba feliz porque creía que todos iban a ser igual, esa primera semana, estuve yendo a la oficina, cenando con amigos, comprando ropa, en total estado de negación como si nada estuviera pasando, ya me habían advertido que a la tercera semana más o menos se me iba a caer el pelo y así fue. Un día estaba tirada en el sofá del apartamento de mi ex donde todavía estaba quedándome, estaba leyendo un libo cuando me dio por sobarme el pelo y me quedé con un mechón en la mano.  Inmediatamente entrè en pánico, llamé a mi familia a Colombia, hice un show por teléfono y finalmente me recogí el cabello en una pañoleta para evitar dejar pelo por donde pasaba, así estuve casi una semana porque tenía la esperanza que la pañoleta me iba evitar que se cayera, lo que paso fue que empecé a sentir un dolor muy fastidioso en la parte de arriba de la cabeza y sentía dormido el cuero cabelludo como cuando a uno se le duerme un pie que se siente un hormigueo, así sentía la cabeza.

Ya no aguantaba más la situación con el pelo y llamé a mi amiga Melba para que me acompañara a una barbería a rasurarme la cabeza. Era muy duro para mí porque siempre había amado el pelo largo y gastaba mucha plata y tiempo en él y saber que estaba a punto de perder uno de mis bienes más preciados no fue nada fácil, tampoco era que tuviera el pelo mas bonito del mundo, pero era mi pelo!.

Llegué a la barbería que quedaba al frente del apto donde me estaba quedando con mi amiga Melba al lado, las dos parecíamos que fuéramos a un entierro con cara de acontecimiento.  Me recibió un joven ruso y le expliqué lo que me estaba pasando a lo cual no mostró ningún rastro de empatía, solo me ordenó sentarme y procedió a raparme como si no pasara nada, con una cara inexpresiva mientras yo me estaba muriendo por dentro, al cabo de unos minutos estaba allí sentada frente al espejo de la barbería totalmente calva y con el ruso esperando que le desocupara la silla para atender al siguiente. Next!

Lo del pelo fue un drama porque para mí era perder algo muy mío al que quería y venía cuidando por mucho tiempo, pero gracias a la compañía de mi amiga Melba hizo más fácil la transición de rubia pelilarga a calva sin color.

 

Segundo ciclo

Como les conté el primer ciclo fue suave y estaba confiada que así serían los demás.

Empiezo segundo ciclo y mi cuerpo se empieza a debilitar, al jueves de la semana de quimo ya no aguantaba las ganas de vomitar, pero eso no fue lo mas grave, lo peor fue que me constipè y en mi afán de ir al baño me hice una fisura en el ano, lo cual seria mi martirio desde ese día en adelante.

Ir al baño se me convirtió en una verdadera pesadilla, nunca en la vida había experimentado un dolor de tal magnitud, cada que iba al baño me tocaba tener la tina lista con agua caliente para mitigar el dolor, ya no hallaba en ningún lado porque el dolor se volvió crónico.

Para el segundo ciclo mi hermano Jhonny, pidió una licencia en el trabajo y se vino desde Colombia por un mes para ayudar a mi ex que era el que me estaba cuidando desde que empecé todo el tratamiento. El segundo ciclo fue muy duro, los síntomas se acrecentaron, vomitaba mucho y casi no podía comer y ni describir las idas al baño. En la mitad del segundo ciclo me dio fiebre y me llevaron de emergencia al hospital ya que durante la quimo no te puede dar fiebre porque es signo de infección y me dejaron en el hospital por tres días a punta de antibióticos tratando de descubrir de donde provenía la infección y mientras tanto mi hermano pasaba todo el tiempo sentado al lado mio hasta que llegaba Robert y un par de amigos mas que estaban siempre conmigo, Armin y Mery una pareja de ángeles que siempre estuvieron ahí apoyándome y llevándome comida pues lo que comía era muy poco y ya  se me estaba notando el deterioro. Ni que decir de mi amiga Maritza que siempre estuvo a mi lado, lo mismo que Geraldine.

En una de esas hice reacción alérgica a una de las quimo y mi lado derecho del cuerpo me empezó a picar como quemándome y por donde me pasaba las uñas me hice marcas que hasta ahora siguen ahí.

Son muchos los sentimientos que pasan por tu mente en esos momentos, el desajuste hormonal es muy fuerte,  me dio por llorar y llorar lo cual era raro porque nunca he sido llorona, así fue que terminé donde el psiquiatra el cual me recetó unas pastillas para la depresión ya que este era uno de los efectos secundarios de la quimo que me estaban inyectando.

El segundo ciclo me sirvió para reflexionar que en realidad me estaba pasando algo fuerte y peligroso y me acerqué mucho a la meditación, la cuál ya practicaba hacia algunos años y a invocar a mis ángeles, especialmente a San Rafael el arcángel de la salud. Todos los días hacía meditación y me conetaba via Skype con un maestro divino de Colombia que guiaba mis meditaciones y me ayudaba a seguir adelante con el dolor y los efectos secundarios del segundo ciclo de quimio, en realidad era Dios el que siempre estaba conmigo.

Eso sí, nunca dejaba de sonreir y de maquillarme jajaja bueno eso sí hubo unos días que no pude.!!!

Tercer ciclo

Casi sin superar este segundo remezón ya entraba al tercero, mi cuerpo ya estaba sin defensas, había perdido mucho peso y sin pelo me veía mas dramática, por eso tomé la decisión de comprarme un par de pelucas y cuando extrañaba mi pelo me las ponía.  Era una buena táctica para sentirme mejor, además cuando tenia alientos me maquillaba también, ese es un buen tip para todas las que estén pasando por esto, el pelo ayuda a sentirse mejor,las pelucas no son caras, se pueden comprar sintéticas.

Empiezo mi tercer ciclo de quimio mi hermano se va de regreso a Colombia, lo cual me genera una gran tristeza porque para mi su compañía fue demasiado valiosa y llega mi hermana que es unos años menor que yo, pero ella solo podía estar dos semanas por cuestiones de trabajo, la pobre no habla ingles y no se ni como se entendía con Robert, el en su español enredado se hacia entender.

En este tercer ciclo  ya casi no tenia ánimo de nada, el cuerpo me pesaba, era como si flotara en vez de caminar, el dolor en el recto cada día era peor y no me podían hacer nada porque mi cuerpo no tenia defensas, me sentía muy mal que mis hermanos y mi ex sufrieran mi dolor, pero gracias a Dios estaban ahí conmigo. La semana fue larga, vomité como siempre los últimos días, en esta me dejaron en el hospital un fin de semana, el cual la pasé fatal.

Así terminé la semana del tercer ciclo. A los pocos días me tenían que poner la inyección que tanto detestaba porque era la que mas enferma me ponía, me dio fiebre otra vez acompañada de diarrea y de nuevo me llevaron a emergencias al hospital. Esta vez fue peor porque descubrieron que tenia una bacteria muy agresiva en los intestinos y me pusieron en un tratamiento de antibióticos los cuales me terminaron de bajar más las defensas lo que me desencadenó en una enfermedad  llamada neutropenia, que es la pèrdida de glóbulos por falta de defensas, me estaba poniendo azul, así me lo dijo Robert cuando me vio esa noche, “oye tienes un color medio raro, como azulado”. Así que mi médico decidió que necesitaba sangre y me pusieron dos bolsas que me devolvieron a la vida.

Estaba en una habitación aislada porque cualquier cosa se me podía pegar porque el cuerpo estaba sin defensas, sin embargo allá llegaron mis amigos que no me desamparaban, siempre Maritza, Geraldine, Armin, Mery, Sorayita, Luis Alejandro y muchos otros y eso que todavía no le había contado a todos lo que me estaba pasando, uno de los que llegó con un oso de peluche y flores fué mi peluquero y amigo Christian al cual le tocó darle mis regalos a las enfermeras ya que no podía recibir nada.

Cuando mi hermana se fue, iba destrozada pensando lo sola que me iba a quedar pero afortunadamente llegaron dos amigas como dos angeles, Luz Mery  y Daniela su hija que se dedicaron a cuidarme desde el día que mi hermana se fue, les tocó todo el proceso de mi remisión al hospital por cuenta de la bacteria aquella que se negaba a  abandonar mi cuerpo y como siempre Robert a mi lado.

 

Robert de ser mi ex se convirtió en mi ángel guardian

Así nos enseña la vida, tuve una relación larga y llena de problemas con Robert, siempre se los achacaba a el, nunca reconocí los míos hasta el día que el abrió las puertas de su casa y de su vida para cuidarme en el momento que mas desvalida estaba. A Robert siempre lo voy a amar y nunca terminaré de agradecerle lo que hizo por mi.

En mi primer ciclo le dije que quería ir a una montaña a reconectarme con la naturaleza y me llevó aun lugar muy lindo como a 3 horas de Nueva York y siempre animándome porque ya andaba muy nerviosa por todo lo que me estaba pasando.

Robert con mi hermana Carolina, que todavía no se como se comunicaron jajaja aunque hasta a cine fueron en uno de los días que me tuvieron aislada, los adoro a los dos!!

Robert y mi hermano hicieron una conexión muy bonita, creo que solidaridad de hombres ante una situación que los afectaba a los dos y que era nueva para ellos, además tenían algo en común, el amor hacia mi.

Jugando con mis pelucas, siempre buscaba la manera de hacerme reír, hasta en los peores momentos, como no amarlo!!

 

Hubo dolor

Aunque no lo admitía, tuve momentos de mucho dolor, algunos en los que pensé no los iba a superar, pero siempre mi fuerza interior y mi fe en Dios me sacaron adelante.

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De vuelta a la vida

Y así fue que salí el hospital después de una semana luchando con la bacteria que por fin se iba de mi cuerpo, seguí haciendo meditación, trataba de caminar por el área aunque era todo un proceso porque me cansaba mucho. Estuve encerrada casi un mes durmiendo, viendo tv, meditando, haciendo nada. Tratando de asimilar lo que me estaba pasando aunque nunca me pregunté por que a mi? simplemente lo acepte y ya, aunque para esos días todavía no caía totalmente que había tenido cancer. Siempre hablaba de un tumor pero realmente era cáncer!!

No recuerdo muy bien esos días, empecé a planear mi viaje a Colombia pues quería ir a estar al lado de mi familia, mi mamá que vivía angustiada por mi salud, mis hermanos en realidad los necesitaba a todos, mi papá que aunque está con problemas de memoria todo el tiempo estaba preguntando por mi, pero no me podía ir hasta que me hicieran todos los chequeos post quimioterapia, incluyendo una mamografia ya que tengo una masa en el seno derecho que me monitorean cada seis meses para estar seguros que no es nada peligroso. Al cabo de un mes ya estaba bien para viajar y con el visto bueno de mi jefa que se portó como otro angel durante mi tratamiento me fuí a Colombia a reunirme con mis seres amados, dejando atrás y con un sentimiento agridulce a Robert ese gran ser humano al cual todavía me pregunto porque no valoré cuando lo tenía, una de las grandes enseñanzas que me ha dejado este proceso.

Siempre he sido muy ansiosa, pero el haber pasado por esta experiencia me ha bajado los niveles de ansiedad, ya no me preocupo tanto por llegar temprano a las citas por ejemplo jajaja siempre llegaba antes que todos, ahora ya me lo tomo más suave aunque sigo llegando temprano.

Y me fuí a Colombia a recuperarme…..

Mi viaje a Colombia, total recuperación

Siempre que iba a Colombia lo hacía por periodos cortos de máximo diez días, esta vez me quedé dos meses, los mejores de mi vida, allí me reconecté con mi familia, mis amigas del colegio, algunos amigos de la universidad y empecé a ver la vida de otra manera, más relajada, más real, a disfrutar todo, desde un helado hasta los paseos a Salento, gracias a Dios mi familia es bien paseadora.

Mis papas y mi hermana, felices de tenerme con ellos y yo mas!

Estos momentos que no tienen precio, pasé el cumpleaños de mi mamá, el cual me había perdido por mas de 15 años porque siempre estaba ocupada en algo más.

Disfruté de mi deporte favorito, el tenis al lado de mis hermanos, sus parejas y mi sobrino Camilo y como siempre con una de mis tantas pelucas.

Conocí a mi nueva sobrina Mariana, demasiado bella!!!

Con una de mis mejores amigas Sandra, a la cual no veía hace mucho tiempo, me reconecté con ella como cuando eramos niñas, el tiempo no pasó para nosotras. La quiero mucho!

Unas de mis amigas del colegio las cuales me acompañaron todo el proceso por medio de un chat, siempre estuvieron conmigo y por fin nos pudimos ver y contalo como una historia mas. Las adoro!!! (faltan algunas)

Como para rematar mi recuperación mi amiga Melba viajó desde Nueva York a Cartagena y pasamos una semana divina, me siento muy afortunada por mis amigos.

En mi viaje a Colombia mis amigos Armin y Mery que me acompañaron en todo mi proceso de quimioterapia, viajaron a Miami y me inviatron a estar con ellos una semana en su apartamento, así quien no se recupera!!

Mi bella amiga Mery en Miami, estuvo todo el tratamiento a mi lado.

Otra con mis amigas del colegio, ni les cuento hace cuanto nos graduamos jajaja.

 

Con mi hermana Carolina, feliz de poder compartir con ella en Colombia, ella viajó a NY durante mi tratamiento y sufrió mucho viendome enferma. Ese día fuimos felices.

Mi hermano Carlitos un verdadero músico y yo feliz cantando.

Feliz y agradecida de estar viva, muy feliz!!

Mi regreso a Nueva York y lo que he aprendido

Después de casi dos meses de recuperación en mi país natal Colombia al lado de tanta gente linda, de tanto amor de mi familia era hora de regresar, fue asustador lo tengo que confesar, no sabía como volver a la soledad que hace poco amaba pero que de alguna manera ahora me aterraba. Gracias a Dios regresé a mi apartamento donde me estaba esperando mi amiga y compañera de apartamento Liseth. Una amiga incondicional con la cual hemos pasado algunos momentos dificiles en la vida y eso ha echo que el lazo de amistad sea mas fuerte, te quiero mucho Liseth.

Regresé a la oficina una semana después de mi llegada a Nueva York, fue reconfortante regresar a mi trabajo, a lo que me gusta hacer y sentir el cariño y la solidaridad de mis compañeros, saber que puedo ayudar de alguna manera es mi motivación para seguir adelante.

Me encontré con mis amigos, por fin entendí cuantos he cultivado durante todos estos años, por eso nunca me he sentido sola porque hay mucha gente linda mi alrededor.

He aprendido tanto durante esta experiencia, me dí cuenta que iba por el mundo sin rumbo, sin darle importancia a todo lo que me rodeaba, a pesar que siempre he amado a mi familia no les daba ni el tiempo ni la suficiente atención, tengo unos hermanos y una hermana maravillosa, unos padres que han dado todo por mi. En mis relaciones sentimentales pasaba lo mismo siempre los criticaba y no veía todos mis errores, por eso perdí seres maravillosos. En la salud ni hablar como nunca me enfermaba, pues nunca iba al médico pero si le prestaba mas atención a la peluquería y para que? si hasta el pelo perdí.

Todavía queda mucho por aprender, ahora vivo más despacio, sin tanto afán, prestando más atención a mi alrededor, a mi misma, aprendo cada día a quererme más a perdonarme por mis errores, a buscarle un sentido a mi nueva vida y estoy segura que el comienzo de todo es ayudar con mi testimonio.

La palabra CANCER no puede seguir siendo sinónimo de muerte, es una enfermedad que si se descubre a tiempo puede ser curada, nos podemos salvar, todo depende de hacer el tratamiento que los médicos prescriban, de la fe hacía lo que creemos y algo fundamental de la actitud que tomemos frente a la situación, ahora si entiendo porque nos llaman guerreras o guerreros, porque es una verdadera lucha contra nosotros mismos para sobrevivir, algunas la ganamos al menos por el momento, las que no se van a descansar del dolor que todo esto produce, de alguna u otra forma somos ganadores.

La meditación fundamental para prepararnos para ser fuertes, la fe en Dios mi salvación, lo unico que siento ahora es agradecimiento y ganas de vivir!!

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