El Hilo de Ariadna

Publicado el Berta Lucia Estrada Estrada

ISUMBOCHI, HIMELIA Y PULGARCITO, PERSONAJES DE LA LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

pulgarcito

“Isumbochi no era mucho más alto y grueso que un pulgar… Sus padres lo amaban tiernamente. Cuando trabajaban en el arrozal, lo colocaban sobre una ramita, … a veces se dormía en el cuenco de una flor de cerezo”. (El Gran Isumbochi – Cuento popular japonés).

Isumbochi es la versión oriental de Pulgarcito, pero también de David, el personaje de la tradición judeocristiana. Isumbochi, como Pulgarcito, cabe en las hojas de los árboles, en este caso en las hojas de los cerezos, y al igual que él, viaja a través de los ríos teniendo que esconderse para no ser devorado por un sapo o raptado por un pájaro. Pero si es pequeño de estatura, no lo es de razonamiento; puesto que su inteligencia es aguda y su deseo de conocer y viajar por el mundo, enorme. A diferencia de Pulgarcito, Isumbochi logra tener una estatura normal, cuando al final del relato enfrenta y derrota al gigante que asola la aldea que él desea proteger. Pero si bien Pulgarcito no logra crecer en estatura si logra ser considerado y respetado por sus congéneres, algo que muchos hombres de estatura normal no alcanzan nunca. Esta idea ha sido desarrollada por Gianni Rodari en el magnífico cuento “Los Enanos de Mantua”.

En una de las tantas versiones de Pulgarcito se nos relata cómo sus padres, que no podían tener hijos, lo encuentran un día dentro de una rosa, al lado de una de las ventanas de la casa donde vivían. Este aspecto es importante tenerlo en cuenta, ya que los antiguos romanos llamaban a los hijos ilegítimos terrae filius (hijos de la tierra), este sustrato lingüístico sobrevive aún hoy en día en la lengua rumana, llamándoseles Hijos de las Flores. Pulgarcito debe ser entonces considerado como nacido de una pareja no formalizada legalmente, o simplemente abandonado por alguna madre desesperada por su condición de soltera.

En “Almendrita”, relato de Hans Christian Andersen, es una niña diminuta que ha sido encontrada por una pareja de ancianos, dentro de una flor. La niña crece bajo la custodia de sus padres adoptivos, pero un día se extravía y cae a un lago, por lo que se sube a un inmenso loto para no ahogarse, y allí es secuestrada por un sapo enorme y horrendo, que luego desea casarla con su hijo. Almendrita es rescatada por un pájaro, y finalmente es desposada por un hermoso príncipe, que además, es de su misma estatura.

En otro relato japonés, “La Historia de Himelia”, se desarrolla la versión oriental de los orígenes de Pulgarcito. Una pareja de campesinos, que añoran ser padres, pasan año tras año esperando la llegada de un hijo, su espera es vana… Al cabo de un tiempo, el viejo sale a la montaña a cortar unas cañas, y cuanta no sería su sorpresa cuando:

“Al asestar un fuerte golpe a una caña de bambú… (vio) que del interior salía una figurita humana vestida con un kimono de seda blanca, pintado con flores y pájaros multicolores”.

La niña se llamaría Himelia, y al igual que Isumbochi crece normalmente. Durante toda su infancia, y parte de su adolescencia, vive al lado de sus padres, y cuando llega a la adolescencia, transformada en una bella mujer ellos deciden que es hora de desposarla. Hacen correr el rumor por las comarcas cercanas y lejanas sobre la belleza de la púber. A este llamado acuden cinco nobles, pero las pruebas que deben superar, para obtener su mano, sobrepasan cualquier posibilidad humana -una de ellas es descender al fondo del mar, y arrebatarle al dragón del mar las siete gemas que conforman su collar, que luego deberá ofrecer como presente de bodas-; ante una petición como ésta, los pretendientes deciden abandonar la misión que les ha sido encomendada y deciden olvidarse de ella, quien por otra parte no deseaba casarse con ninguno de los pretendientes. Poco antes de cumplir los quince años, la niña le confiesa a su madre que ella ha nacido en la luna, y que allí debe regresar… En una noche de plenilunio, un rayo entra por la ventana de su alcoba e Imelda es transportada junto a sus hermanas, las ninfas, a su lugar de origen.

 “En el bosquecillo de mirtos”, una adaptación del cuento del napolitano Basile, Bernard Clavel nos relata la historia de una hermosa joven que ha nacido del tronco de un mirto; en su honor sus padres adoptivos le ponen el nombre de Mirta. Al igual que en los cuentos señalados anteriormente la niña viene a alegrar la vida de un matrimonio estéril. Mirta, como en el mejor de los cuentos de hadas, terminará casándose con un príncipe. Este tópico se encuentra en muchas leyendas y cuentos, no sólo europeos y asiáticos, sino también americanos. Algunos pueblos indígenas de América del Sur, creen que la muerte de un niño da lugar al nacimiento de un árbol nuevo. El origen de la mandioca, o yuca, se explica a través de una leyenda que narra como el niño Mani muere prematuramente, y su madre lo entierra dentro de su casa, allí riega su tumba día tras día, como se hace con un árbol, hasta que finalmente crece una planta, que lleva el nombre de Mani-Oca, o mandioca.

En la literatura infantil contemporánea puede leerse “La Pequeña niña grande”, de Uri Orlew y Jacky Gleich. Este relato nos habla de una “pequeña niña” que desea ser grande, al menos por un día. Y por supuesto el cuento de Rodari al que hacía alusión al comienzo de este capítulo.

 

Pueden ver otros los otros capítulos que ya he publicado en El Hilo de Ariadna:

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2012/08/20/el-poeta-y-el-m%c2%b4jusico-en-la-literatura-infantil-y-juvenil/

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2013/07/14/los-elfos-en-la-literatura-infantil-y-juvenil/

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2013/07/07/el-arbol-personaje-de-la-literatura-infantil-y-juvenil/

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2013/06/30/el-dragon-en-la-literatura-infantil-y-juvenil/

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2013/06/23/ondinas-personajes-de-la-literatura-infantil-y-juvenil/

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2013/06/17/los-cisnes-en-la-literatura-infantil-y-juvenil/

https://blogs.elespectador.com/elhilodeariadna/2013/06/12/las-hadas-en-la-literatura-infantil-y-juvenil/

 

 

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