Corazón de Pantaleón

Publicado el ricardobada

Páginas de antología : Liv Ullmann

Una cosa que me gustaría ir haciendo, a partir de hoy, es una antología de páginas. 

Hay páginas que te electrizan, te atan a su texto, se te quedan pirograbadas en la memoria.

Así por ejemplo, leyendo las memorias de Liv Ullmann, la gran actriz noruega, compañera de Ingmar Bergman durante algunos años, se me quedó indeleble para el recuerdo la página larga que en la versión alemana de su libro le dedica al décimocuarto día de rodaje de la película de Bergman Ansikte mot ansikte [Cara a cara al desnudo]. En este film, Liv Ullmann interpreta el papel de la Dr. Jenny Isaksson, siquiatra con graves problemas personales, tantos y tales que  decide suicidarse.

Traduzco del texto alemán, el único de que dispongo, esta primera página para mi antología.

 ****************************************************************

14.° día. Hoy rodamos la escena del suicidio. Ingmar encargó imitaciones de los somníferos.

El fabricante prometió que su contenido sería glucosa. Son cien píldoras, un frasco entero, lleno.

Me siento enferma de miedo, imagino que el fabricante se equivocó y que las píldoras contienen la sustancia somnífera.

En el estudio reina una atmósfera opresiva, todos están nerviosos, ostensiblemente. Ingmar me da todavía algunas indicaciones generales y dice: «Ahora vamos a ver lo que pasa».

«¡Atención! ¡Se rueda!»

No sé cómo lo voy a hacer. Apenas puedo tomar una aspirina sin atragantarme y toser, y ahora tengo que tragar cien píldoras.

Jenny estira bien la colcha, mulle dos cojines y los coloca de manera que su cabeza pueda descansar cómodamente en ellos, baja la persiana, cierra la puerta, vuelve a estirar la colcha, se sienta al borde de la cama, llena un vaso con agua mineral, abre el frasco, vuelca dos o tres píldoras en su mano, se las traga sin esfuerzo. La siguiente vez tiene más píldoras en la mano.

Se las mete en la boca, bebe. De repente, la mano de Jenny empieza a temblar tan violentamente que el vaso golpea mis dientes; y mientras Jenny trata de quitarse la vida, yo sé que es lo que está sintiendo.

La larga preparación, la extraña calma. Jenny y yo las compartimos juntas. Lo vivo y al mismo tiempo estoy al lado y lo observo. Estoy viviendo un suicidio.

Diez, veinte píldoras trago de una vez sin esfuerzo. Jenny se enerva cada vez más, pero su actitud sigue siendo serena. Continúa sentada un rato y contempla el frasco vacío, sacude la cabeza, se acuesta y apoya la cabeza en los cojines que había mullido. Un rato largo sigue así tendida y con la vista clavada en el techo.

De pronto me pasa por la cabeza cuán correcto hubiera sido si mirase su reloj, si verificase la hora de su muerte, y en el mismo instante en que yo lo pienso, ella lo hace.

Teatro sólo hay cuando vuelvo la cara hacia la pared y no me muero.

Después me siento vacía. Registro que alguien llora.

No sólo el actor, también el espectador, en determinados momentos, puede participar en lo irreal como si fuese real.

Ingmar está tranquilo e impresionado, y dice: «En fin, por lo menos ahora no tengo que cometer ningún suicidio más».

******************************************************

Abriendo el siguiente enlace http://www.youtube.com/watch?v=NepL3SVL8NQ puede verse la película completa, pero es la versión original, en sueco. Quienes quieran contentarse con la escena del suicidio, adelanten con el cursor aproximadamente hasta el minuto 55/56, y vean los seis o siete minutos que siguen desde allí hasta 1h 02 ‘. 

Comentarios