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La verdad diferente de Van Halen

Carátula Oficial del nuevo álbum de Van Halen

Después de 28 años, Van Halen ha regresado a la escena de la música con un álbum que cuenta con David lee Roth, vocalista original de la banda. Hace unas semanas, expresaba aquí mi inconformismo con «Tattoo», tema de lanzamiento de esta producción que también es el primer disco de la agrupación en 14 años y decía que esperaríamos la aparición del mismo para hacer una consideración de su regreso.

Mi apreciación sobre «Tattoo» no cambia. Sigue siendo una canción simplista y facilista, aunque en la grata experiencia de escuchar este nuevo disco, lo hace parte fundamental del concepto general del mismo, y nos pone ante un Van Halen dedicado a lo que la banda inventó y patentó hace 35 años. Pirotecnia guitarrística y vocal que se mantiene intacta.

Este «A Different Kind Of Truth» me obligó a refrescar la memoria y darme un banquete al escuchar sus discos de entonces. Esos que consolidaron en particular a Eddie Van Halen como uno de los  guitarristas más respetados del ámbito universal del rock y a Van Halen como una de las bandas sensación en la transición de los años setenta a los ochenta. Y no hay duda, a diferencia de los matices melódicos que el grupo ganó durante su época con Sammy Hagar, esta nueva producción revive con absoluta naturalidad la escencia, en particular, de su álbum «Women And Children First» de 1980.

De hecho, que algunas de estas canciones hayan partido de una serie de demos guardados de aquellos días, retomados para este retorno de David Lee Roth como vocalista y de la banda misma, no podrían tener otra dimensión. Espacios llenos de guitarras, baterías desbordadas en ritmos galopantes, y Roth en una abierta amalgama de matices explosivos y suaves, que en verdad sorprenden para el tiempo que ha pasado, marcan la realidad de este regreso.

Por eso, hacer eco de canciones del pasado no resulta difícil. «She’s The Woman», que originalmente hizo parte de los demos que la banda le presentó a Genne Simmons de Kiss en 1976, es rápidamente reminiscente de las dinámicas de «Main Street» del álbum «Fair Warning» de 1981. Experiencia similar se da en «Outtaspace», un hard rock voluminoso en la forma más clásica de Van Halen, ó «China Town», una pieza explosiva en la que la batería rememora el constante tamboreo que caracterizó a «Hot For Teacher», tema emblemático del álbum «1984».

Si bien «China Town» también evoca en sus pausas elementos de «Lost Control», tema de «Women and Children First», también podría ser la referencia de la experimentación sonora que Eddie Van Halen hace en el nuevo «Honeybabysweetiedoll» y que pronto se transforma en un intercambio detonante de vocales y explosiones de guitarra.

«As Is» es densa y lenta entre un ambiente compacto cargado de batería y guitarras sobre el que los vocales juegan indiscriminadamente en distintos matices, sobre una base firme e incansable que de repente cambia, y se antoja vacia en unos acordes limpios de guitarra para volver a la descarga. En su primer minuto, «Stay Frosty» realza la interacción Eddie – Roth con un juego acústico que luego entra en la dinámica que caracteriza el disco, y que luego se ejemplifica a fondo en lo compacto y solvente a la vez de «Big River», con coros para destacar.

Lo mejor del disco, de lejos, es «Bullethead». Magnífica en su concepción, explosiva desde su inicio y con una guitarra demoledora de comienzo a fin, incluso sin solos para destacar, pero con deliciosos cambios estructurales en su melodía. Canción antagonista, sin duda, de la poco agraciada «Blood and Fire», que se asemeja más a algunas de las no destacadas experiencias en solitario de Roth. «You And Your Woman», en cambio, por su forma y desarrollo, recuerda muy de cerca al Van Halen de la era Sammy Hagar.

Para concluir, hay elementos que impactan en «A Different Kind Of Truth». La habilidad de Roth para volver a trabajar con Eddie Van Halen, no sólo en la forma de interactuar espacios entre voz y guitarra, sino en los coros que siempre caracterizaron el acompañamiento vocal del segundo. La fortaleza guitarrística del propio Eddie, haciendo a lo largo del disco un delicioso discurso de matices, sólos, arpegios, licks, alimentando espacios constantemente sin que en algún momento uno sienta alguna saturación. La perenne dinámica y riqueza de Alex Van Halen al mando de los tambores, lo que hace de éste es un disco de rock auténtico: batería, guitarra, voz. Y dejo el bajo para el cierre, porque si bien el joven Wolfgang (hijo de Eddie) ha sabido asumir el papel al mando de la cuatro cuerdas y compenetrarse con la idea de lo que es Van Halen, no deja de extrañarse a Michael Anthony, quien sin duda más que nadie sabía los verdaderos vericuetos de pertenecer a la institución sonora de la banda, incluyendo sus coros. Su potencia se extraña.

Van Halen nos presenta un regreso bien logrado. Un rollo fotográfico encontrado en un cajón perdido en el altillo de la casa y conservado por cosas del destino. Revelado y procesado en photoshop para dejarnos unas imágenes que han resultado maravillosas.

@danielcasasc

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