Conexión Músical

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Desempolvando la Discoteca # 002

Otros tres discos encontrados aleatoriamente en mi discoteca y que hoy recordamos.

The Jacksons con «Victory», Culture Club con «Colour By Numbers» y Counting Crows con «August & Everything After»

The Jacksons - Victory

THE JACKSONS – Victory

A la luz de los tiempos «Victory», publicado en 1984, fue un álbum en que The Jacksons sacó provecho del mega estrellato que entonces había logrado el menor de ellos, Michael Jackson. De hecho fue el último álbum de la agrupación en que el ídolo apareció y la excusa para la última gira que hiciera con sus hermanos.

Con un liderazgo general notable de Marlon, pero con canciones compuestas y producidas en cada caso, bien por él, Randy, Tito, Jackie ó Michael, y con un ocasional soporte de David Paich y Steve Porcaro (del grupo Toto), «Victory» no pasó de ser un disco armado de canciones R&B sintetizadas, la mayoría en verdad intrascendentes.

Los mejores momentos están en el groove de «Torture», con Jermaine y Michael compartiendo vocales líderes, y la extravangante «State Of Shock» que, más que un tema de los Jacksons, era un ejercicio de pirotectnia vocal entre Michael y su invitado Mick Jagger, sobre una base rock-soul pulsante y cuadrada. Al igual que en esa canción, los temas compuestos por Michael para este disco gozan de una absoluta individualidad, prueba de ello es «Be Not Always», una balada intensa en el estilo de su antiguo éxito solista «She’s Out Of My Life».

La insistencia en el uso de bajos y baterías sintetizados, fuerte característica del sonido pop de esa época, marca el entorno sonoro de este álbum que dista mucho de lo creativo y dinámico que fueron sus anteriores «Destiny» (1978) y «Triumph» (1980).

culture club colour by numbers

CULTURE CLUB – Colour By Numbers

De todos los álbumes publicados durante la llamada Invasión Británica (1982 – 1984), «Colours  By Numbers» es de lejos y desde mi óptica, el más motivante, apasionado y original. Hoy día, tal vez, como viene sucediendo desde esa misma época, su tema líder, «Karma Chameleon», sea aburridor y desesperante. Pero entonces, fue una pieza de genial creatividad, bailable, divertida, como lo es la sensación general de este álbum.

Con una fuerte influencia del sonido Motown de los sesenta, evidente ante todo en «Church Of The Poison Mind» -otra simpática canción-, el encanto de esta producción está en la sencillez y estructura de su música, absoluta y claramente definida en su instrumentación y las habilidades vocales del andrógino Boy George, todo un símbolo de esa generación musical británica.

Los éxitos extraidos de este disco son ejemplo suficiente de ello. «Miss Me Blind» con su encantador coro, los sutiles arreglos de vientos, caracterizados en «It’s A Miracle», un fuerte ambiente soul en la elegante «Black Money» y una de las mejores baladas de los años ochenta como es «Victims», grandilocuente, afectiva y sentida. «Colour By Numbers» es uno de los discos más significativos de esa década.

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COUNTING CROWS – August & Everything After

«Mr. Jones» debe estar entre las cinco canciones más representativas de lo que en los años noventa llamaron Rock Alternativo. Una corriente fabulosa de rock con desarraigo por todo lo convencional, amarrada al pasado como referencia pero con una actitud que no se sentía en la música desde el surgimiento del punk en Inglaterra. Estados Unidos fue la fuente indiscutible de este movimiento, sin que se deje de lado su replica inglesa, el Brit-Pop, que tuvo sus características muy propias, aunque similares.

En medio de esa pleyade de agrupaciones diversas y maravillosas de entonces, los Counting Crows, responsables de semejante canción, se destacaron por la conjugación de un rock sencillo que, como muchos grupos de su generación que referenciaban el pasado, tenía mucho de The Band y a veces de R.E.M.. Pero los Crows poseían una gracia particular, la forma de hacer canciones cargadas de poesía, de un buen mundo guitarrístico y los vocales inconfundibles de Adam Duritz, su líder, graduado de literatura, pero igual un excelso compositor de letras y melodías.

«August And Everything After» fue su álbum debut en 1993. Una producción que brilló por su amalgama de ritmos intensos -«Mr. Jones» y «Rain King» son prueba de ello- en un fuerte contraste con su más notable tendencia, la de canciones suaves, melódicas, cargadas de una sentida melancolía que brota del estilo vocal de Duritz, como «Round Here», «Raining In Baltimore», «Anna Begins» y «Perfect Blue Buildings».

Disco primerizo, cargado de nostalgía y grandes melodías para una banda que entonces no dejó de satisfacer buenos oídos.

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