Coyuntura Política

Publicado el Renny Rueda Castañeda

Egipto, Estados Unidos, la democracia y la hipocresía.

En la actualidad existen diversos elementos que explican la problemática política que está experimentando Egipto. En términos generales se puede considerar que el pueblo egipcio en medio de una crisis económica y social sistemática, luego de resistir durante casi 30 años – desde el 14 de octubre de 1981- las políticas de Hosni Mubarak, en una movilización social principalmente joven facilitada por el uso de la telefonía móvil y el Internet, ha decidido masivamente pedir su salida del gobierno y con ello dar inicio a un nuevo capítulo político en la historia del país.  En el fondo no obstante, los reclamos de los habitantes en medio de la baja popularidad de su gobernante son una confluencia natural de deseos de cambio cultural, político y económico, motivados en gran medida por la expectativa nacional de abordar por primera vez en su historia -en septiembre-, unas elecciones democráticas no amañadas a los intereses de Mubarack como salida a problemáticas arraigadas desde hace décadas.

En la actualidad y por casi medio siglo, Egipto e Israel han servido como pilares de estabilidad política de la zona. Así, las líneas de gobierno de los dos países, representadas en las administraciones pro-estadounidenses de los partidos Likud y Laborista en Israel, y el Partido Nacional Democrático de Egipto, han permitido el establecimiento de políticas que han facilitado tanto la permanencia en el tiempo de polémicas administraciones como el establecimiento de un complejo mapa de poder en Medio Oriente, configurado principalmente a partir de la necesidad Estadounidense de extraer petróleo que sustente su propia economía, luego de haber llegado a su límite de extracción de crudo nacional en el año de 1973 durante la administración de Richard Nixon.

Hoy en día cae en el campo de la paradoja, la contradicción existente entre los llamados de la administración Obama a que se produzca un proceso democrático que atienda las demandas del pueblo Egipcio, y el hecho de que sea tanto su administración como las distintas administraciones anteriores a él -desde la década del 80, las que hayan apoyado económicamente el asentamiento omnipresente de Hosni Mubarack en Egipto. A la fecha, junto con Israel y desde hace años atrás, Egipto es el segundo mayor receptor de ayuda económica estadounidense en el Mundo. Desde 1979, en promedio, Egipto ha recibido anualmente 2.000 millones de dólares en asistencia económica. De los cuales aproximadamente un 65%, han sido donados en equipamiento militar con el deseo de reconfigurar las cargas geopolíticas de la zona.

Destinatarios de Apoyo Economico. EE.UU
Destinatarios de Apoyo Económico. EE.UU

Fuente. State, Foreign Operations, and Related Programs: FY2011 Budget and Appropriations. http://www.fas.org/sgp/crs/row/R41228.pdf

Adicionalmente junto con Israel; Egipto y Arabia Saudita representan los principales socios políticos y económicos de los Estados Unidos en la región, lo que desconcierta aun más ya que Arabia Saudita no solamente no es un país democrático, sino probablemente el régimen monárquico más antiguo del mundo. Sostenido en pleno siglo 21 por una mezcla extraña de alineamiento de intereses de la familia real con una población sumida en antiguas tradiciones, ignorancia y totalitarismo, y una desconcertante falta de interés de la comunidad internacional en perturbar el régimen del principal exportador de petróleo del mundo en el país de las mayores reservas probadas de crudo del planeta.

Hoy la crisis de Egipto, representa no solamente para los Estados Unidos sino para Occidente, un llamado de atención respecto al abordaje de nuevas crisis políticas incubándose en la zona. El desarrollo de las nuevas economías emergentes en cabeza de China y de la India, y con ello el incremento exacerbado de la demanda de petróleo de fácil explotación, son un hervidero de razones para considerar la importancia geopolítica del Medio Oriente, y en ese sentido encontrar soluciones honestasque no busquen la asociación de intereses con regímenes corruptos, como salida diplomática para la explotación de recursos, sino la reflexión crítica respecto a un modelo general de desarrollo no sostenible que incrementa tensiones políticas en países considerados estratégicos. Por otra parte, las protestas en Egipto a la fecha, han servido a organizaciones políticas Palestinas, Sirias y Jordanas, a emular los pasos de una democracia real. Lo que de ser seguido por el resto de poblaciones de los países árabes puede configurarse en el punto de partida no solo de una cruzada en contra de regímenes corruptos y totalitarios de gran parte del Medio Oriente, sino a su vez un serio llamado de atención a Israel, pilar potencialmente solitario de gravitación de los intereses americanos en los países árabes.

Oil Reserves - Renny R C Blog
Medio Oriente.  Según reservas probadas de Petróleo

Así como los Estados Unidos sostuvieron diplomáticamente, apoyaron políticamente y financiaron la política antidemocrática de Mubarak, hoy detrás del telón apoyan políticamente regímenes como los de Kuwait (Régimen Monárquico Islámico), Arabia Saudita (Régimen Monárquico Islámico) o Irak (Satélite); tres de los cinco primeros países exportadores de petróleo en el mundo. La pregunta que surge ante hechos tangibles de la diplomacia estadounidense no es si la democracia es buena o mala, sino para quien. No solo el Medio Oriente, sino el mundo se encuentra en mora de fortalecer procesos de participación política real. Los cientos de muertos (más de 300 según cifras de la ONU) que se contabilizan en estas horas como consecuencia de las protestas en Egipto, son solo un balance de lo que puede costar a los pueblos sacrificar en aras de la libertad. La reflexión que se debe llevar a cabo en la comunidad internacional no solamente ha de pasar bajo la óptica local del pueblo egipcio, sino también global, en un mundo cada vez mas complejo donde las cargas políticas internacionales llaman con urgencia a que existan consensos en condiciones de igualdad, en donde se pierda el miedo a afrontar cacicazgos locales y globales, y en donde la palabra democracia adquiera una interpretación no amañada a intereses de turno.

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Renny Rueda Castañeda


Ver también:

Irán e Israel. La política exterior como fachada.
Israel. La violación al Derecho Internacional

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