Coyuntura Política

Publicado el Renny Rueda Castañeda

Democracia y patrones culturales asociados a la ciencia. Hacia otras democracias.

 

Las aproximaciones modernas al concepto de la democracia, han estado constituidas por estructuras institucionales cuya mayor manifestación civil toma cuerpo en la esfera del voto. Con el crecimiento de las sociedades, y el aumento de las demandas a regular por parte de las instituciones, las estructuras institucionales, no obstante, son limitadas ante sistemas que cada vez son más complejos, y que adquieren incrementalmente las diversidades subjetivas de los individuos que las conforman. Contrariamente a aproximaciones relativistas, la cultura de las sociedades se desarrolla a partir de acuerdos dialógicos entre los individuos. Con ello, el pensamiento científico -y la ciencia-, adquiere cada vez más una calidad sistémica. Se convierte en un nudo que ata las posibilidades de coordinación social. El adherente de la civilización.

 

La aceptación de las formas civiles, y con ello del concepto de la democracia, no solamente deviene de un legado filosófico occidental. Es una constante cognitiva, a partir de la cual, los ciudadanos se sienten parte de un entorno que demanda niveles incrementales de organización. Desde la administración de los recursos públicos, pasando por la esquematización y desarrollo de las estructuras urbanas, la  coordinación de la vida moderna se hace a partir de la racionalización de la experiencia vital del individuo. La ciencia organizada entonces, desplaza a la razón experimental, asignando con ello parámetros que se forman en etapas progresivas de exploración lógica. Sin ello, las sociedades modernas, por su naturaleza compleja, no solamente serían inviables, sino imposibles de alcanzar.

A la fecha, contrariamente a las estimaciones políticas convencionales, el concepto de la democracia es más un aglutinante que emana de la cultura civil, que un esquema institucional definido por una constitución política. Si las tensiones  de las sociedades modernas se solucionasen cada cuatro años en las urnas, el acto de votar seria la manifestación más definitiva a los problemas de coordinación social. El voto no obstante, masificado en el último siglo en la mayoría de países del mundo, no determina el desarrollo político de una sociedad, su crecimiento económico,  o la legitimidad de su vida política.

Hoy en Colombia y en el mundo, urge una reflexión en torno al concepto de la democracia. Las limitaciones de replicar obsesivamente estructuras institucionales, ha llevado al llevado al desvanecimiento de su dimensión semántica. Las instituciones más reales hacen parte del trasfondo cultural de las sociedades. La democracia en sociedades complejas por ello, demanda de la ciudadanía el apego a la construcción dialógica de una vida social que alberga intereses multitudinarios; el respeto a la construcción de patrones culturales asociados a la ciencia como única vía de sofisticación de la organización humana.

 

El autor contesta inquietudes o sugerencias en el correo [email protected]

 

Renny Rueda Castañeda

www.ecodemocracia.co

 

Comentarios