Coyuntura Política

Publicado el Renny Rueda Castañeda

La diplomacia colombiana respecto a Palestina. Al borde de un error histórico superior.

El día viernes 23 de septiembre, en un histórico momento geopolítico, el gobierno colombiano siguiendo una equivocada interpretación de su propia autonomía diplomática e ignorando condiciones elementales de ética frente a la problemática del medio oriente, tomó la solitaria decisión de sugerir abstenerse al momento de votar a favor de la creación del estado palestino en las Naciones Unidas.  Ese mismo día, Mahmoud Abas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, presentó solicitud formal al secretario general de la ONU para ser adherido como estado, en medio de históricas presiones recibidas por el desproporcionado hostigamiento territorial y bélico israelí.

Actualmente, el consejo de seguridad de las Naciones Unidas, es el único organismo internacional avalado para determinar en votación la creación de un nuevo estado, en cumplimiento de las normas de derecho internacional vigentes. El consejo se encuentra conformado por un total de 15 estados miembros,  5 permanentes (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos) y 10 transitorios, elegidos periódicamente por votación; entre los cuales se encuentra Colombia. En la actualidad, a diferencia del resto de países del grupo de miembros no permanentes (con excepción de Bosnia de quien se desconoce su decisión), Colombia, en clara capitulación a los intereses de los Estados Unidos, y en contravía de principios éticos básicos, da la espalda a un requerimiento humanitario, político e histórico fundamental; poner fin a flagrantes violaciones de derecho internacional que Israel, principalmente desde 1967,  ha cometido contra la población de las zonas palestinas. El mismo año demarca la ocupación ilegal que Israel realizó de Palestina, y el inicio simbólico de las tensiones políticas entre el estado Israelí, y los territorios de asentamiento palestino. Desde el inicio de la intifada en el año 2000, la última confrontación de intensidad se dió en el año 2009, en la operación «Plomo Fundido», cuyo balance fué de más de 575 muertos palestinos, contra 3 civiles y 6 militares muertos israelies, 3 de estos por «fuego amigo».

Palestina-RRC

Antecedentes diversos demuestran el nivel de desproporcionalidad entre las acciones de la población palestina, aprisionada en su propio terreno, y la desmesura del ejército israelí a lo largo de las fronteras que separan las dos naciones. Palestina, en medio de un embargo, recluida por muros levantados por Israel en territorios que no le pertenecen, agobabiada por legitimar una causa desvirtuada por las acciones del «Hamas», diariamente se reinventa en medio de graves condiciones humanitarias. En contraste, Israel invierte millonarias sumas de dinero destinadas a publicitar internacionalmente una campaña de asentamientos que se prolonga por décadas. Denunciada como ilegal en reiteradas ocasiones por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y tácitamente avalada por los Estados Unidos en acciones de diplomacia internacional que han llegado al extremo de vetar en solitario, en contra del requerimiento del resto de países miembros, solicitudes en contra de Israel que han alcanzado el seno del consejo de seguridad.

Cualquier aproximación objetiva a los discursos pronunciados en los últimos días por Barack Obama buscando justificar la renuencia estadounidense, permite entrever el doble rasero de una política exterior anquilosada por presiones de grupos políticos domésticos, las elecciones presidenciales del año 2012, e intereses geopolíticos en medio oriente. Su retórica reciente evidencia la desmesura de la presión que colectivos estadounidenses tienen sobre las administraciones de turno, y es una muestra clara de la erosión de su capacidad de liderazgo en un país que necesita un viraje fundamental.

Las declaraciones de la diplomacia colombiana en cabeza de Néstor Osorio, embajador de Colombia ante la ONU, no solo son innecesarias sino inoportunas y nocivas para un orden político internacional en permanente reinvención, y para una sociedad global que demanda transparencia en el discurso y acatamiento de principios elementales de derecho internacional y de ética. Los días siguientes y la decisión definitiva del gobierno colombiano, son un indicador fundamental del rumbo que sigue el país en un concierto internacional que evoluciona aceleradamente, y que demanda cordura, cumplimiento del derecho internacional y relaciones de respeto mutuo.

El autor contesta inquietudes o sugerencias en el correo [email protected]

Renny Rueda Castañeda

Ver también:

Israel. La violación al derecho internacional.

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