En ciertos lugares del mundo, a los que les ha tocado, en suerte, vivir en un escenario de violencia recrudecida y de largo aliento, ¿por qué hay vidas cuya perdida es digna de duelo y otras que no? O, mejor: ¿A qué atribuir ese valor diferencial de duelo que hace que algunas vidas valgan más que otras en medio del conflicto?
No es una pregunta baladí. Y de hecho, en su intento de respuesta yace la oportunidad para comprender el variopinto espectro de fenómenos de la geopolítica actual: la violencia de Estado, las guerras preventivas, la situación del conflicto entre Israel y Palestina… Y, sin ir muy lejos, la situación de los falsos positivos en Colombia: ¿Qué tan real y digna de duelo es la vida de un falso positivo en nuestro país?
En esta sucinta conferencia titulada Violencia de Estado, guerra y resistencia, la filósofa americana Judith Butler pone de nuevo a prueba su batería conceptual para hacer un estudio crítico al discurso político y su producción de lo real, bajo una tesis: la contienda bélica no sólo se da al nivel del campo de batalla, sino en la concomitancia del Estado y los medios de comunicación para regular los marcos de los visible y audible que definen la comprensión pública de la violencia.
Una llamado para reflexionar sobre el cariz ético-político de quienes hacen periodismo en este país, a propósito del día mundial de la Libertad de Prensa y del llamado a promover una cultura de paz y participación ciudadana en medio del proceso de paz. Y una oportunidad, también, para repensar el debate del fuero militar y la realidad de los falsos positivos, en esa delgada línea que separa los asesinatos extrajudiciales de las bajas en combate.
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Publicado en El Rincón de la Academia, El Espectador.