El carbón colombiano requiere un nuevo diálogo

El diálogo es una premisa fundamental entre dos o más actores. Las sociedades civilizadas permanentemente se adaptan a los retos y cambios ante un mundo cada vez más desafiante. Desde la materia prima de toda sociedad; hablo de los hogares, algunos construyen nuevos diálogos para lograr familias funcionales a perpetuidad. Le llegó la hora al carbón colombiano con el gobierno nacional dialogar.

“Hay que considerar una nueva forma de dialogar”, Rinaldo Mancin, del Instituto Brasileño de Minería. Fuente: Colombia sin licencia social, agosto 2018.

De la práctica a la teoría

¿Cómo se logra consolidar un matrimonio funcional a perpetuidad? Suena difícil, pero no imposible. Para ello se necesita voluntad entre las partes, pareciera un camino sencillo y simple. Les cuento que, desde la práctica me ha funcionado.

Dice el proverbio popular: “Si no puedes con el enemigo, únete a él”. No se trata de ver al otro o viceversa como una piedra en el zapato. Es ir más allá, sin pisotear los intereses y la forma de pensar-vivir-entender de cada actor.

Desde lo práctico he aprendido de mi propia experiencia que, para negociar y seguir adelante, se necesita tener dos sentidos muy bien afinados: el tacto y el olfato (para escuchar-dialogar-empoderar-aplicar y repetir). Sin ellos no se da una lectura adecuada “el diagnóstico”, que facilita descifrar, y de esta forma abordar los conflictos. Recuerden que, los matrimonios-relaciones- vienen cargados de conflictos, algunos antagónicos (vividos durante la infancia con gríngolas, heredados de nuestros padres, abuelos y bisabuelos).

Riquezas de la piedra negra

Como es sabido, Colombia posee grandes recursos de carbón-térmico y metalúrgico-. Si el plan por parte de los empresarios en cabeza de sus agremiaciones es llevar esos recursos a reservas, es ineludible proponer un nuevo diálogo, de lo contrario, nos referimos a simples curiosidades geológicas, o sea recursos mineros. No insistan en más de lo mismo un poco mejor-suplicando a que no baje el precio internacional y la no aceleración de la descarbonización mundial-. Pasen la página, el carbón colombiano requiere empresarios sin gríngolas, ósea de primera generación “aquellos que reconocen que parte de la renta debe ser invertida en tecnología para aumentar la productividad y por ende los salarios-estancados hace más de 30 años-. Adiós a los empresarios de tercera generación, la sociedad colombiana no los necesita-la fruta al alcance de la mano-.

¿Será que nos mantenemos en que el carbón, es solo para generar energía y como un aliado de la industria siderúrgica?

El diálogo debe iniciar con una propuesta diferente entre una de las partes, en este caso de los productores hacia el gobierno.

¿Existe la voluntad de buscar alternativas “otros usos-mayor margen de maniobra para el carbón”? Es importante y necesario crear alianzas con la academia e instituciones público-privadas, con el apoyo de incentivos económicos que promuevan la innovación y desarrollo para el carbón.

La Misión Lavoisier*

Esta misión, la cual es de mi autoría hace un par de años, es el puente que necesita el carbón colombiano con el gobierno. Se trata de una metodología que facilita romper el hielo para abrir ese debate, con el enfoque ambiental, social y económico “un carbón alternativo”. Es decir, en un futuro de mediano-largo plazo, la piedra negra colombiana le ofrecerá al mundo escenarios de adaptación-mitigación y desarrollo sustentable tales como:

1. Seguridad Alimentaria. En la industria de la agricultura “un gran fertilizante”
2. En la salud-carbono terapia-. Logrando sorprendentes resultados en los tratamientos contra el cáncer u otras enfermedades.
3. Tecnología. El mejor aliado de la inteligencia artificial (IA).
4. 4. Purificador del agua. Recuperar cuerpos de aguas contaminados por efectos de la actividad antrópica.
5. Electromovilidad. Permite almacenar grandes cantidades de energía en las baterías que requieren las energías no convencionales.
6. Carbón con banda verde y Regalías con un enfoque productivo. Ser el primer recurso natural de Colombia, que proponga ser evaluado y medido en sus avances con el incentivo de lo verde-medio ambiental-, social, tecnológico entre otros. Qué dos tercios del recaudo de las regalías, sean destinado en actividades productivas-aumento de la productividad- “prepararen el presente para vivir diferente”.

Conversemos con la misión Lavoisier, es el momento de desarrollar un nuevo diálogo. El camino desde las agremiaciones, la academia y demás actores, no es encontrar nuevos mercados o ampliar los que se tiene, el mundo quiere conocer las bondades naturales del carbón colombiano sin ser quemado, y de esta manera insertarse en la sociedad de costo marginal cero.

No insistan en seguir nadando en contra de la corriente, y creer que aún tenemos poder de negociación con el mismo producto. “El mundo cambia, cambia el mundo” BHP Grupo.

* Al carbón colombiano le urge la misión Lavoisier. De recursos a reservas, septiembre 9 de 2021