Tejiendo Naufragios

Publicado el Diego Niño

2015

esperanza1

En el 2015 no sufriré porque estoy privado del último dispositivo móvil ni padeceré porque debo usar los pies para ir o venir por la vida. No tendré más techo que el cielo ni más tierra que la que se enrosque en mis pasos. No seré trabajador de ocho horas, seis infartos y tres hipotecas. No encadenaré mis esperanzas al sistema bancario.

El próximo año seré un soñador compulsivo. No envenenaré mi sangre con odios ni apuñalaré mi cerebro con preocupaciones. Seguiré los designios de la ternura. Obedeceré a mis impulsos como si fueran la palabra de Dios. Desconoceré los mandatos de la razón por interesada y sólo les ofreceré a mis hermanos la dulce incertidumbre de la palabra.

En el 2015 pediré para que los caminos, los tuyos y los míos, los de todos, estén rodeados de laureles y para que no se agoten las esperanzas ni las razones para soñar.

¡¡Feliz 2015!!…

Comentarios