Desde hace varios años cientos de toneladas de basura han sido tiradas a orillas del mar afectando el turismo, los ecosistemas y la salud de la población nuquiseña. La autoridad ambiental abrió un proceso sancionatorio contra el municipio para que busque alternativas en el manejo de residuos sólidos.
Por: Tatiana Pardo
Fotografías: Tatiana Pardo
Periodista del blog El Río y El Espectador
El Nuquí de los planes turísticos aparece con ballenas jorobadas saltando en medio del mar, delfines nadando cerca a las lanchas, tortugas desovando en la madrugada, corales, manglares y ríos que bañan la enorme y tupida selva característica del Chocó. Se vende a los visitantes una idea de paraíso escondido y, precisamente, eso es lo que es: una maravilla natural.
Con apenas 8.000 habitantes, una cancha de fútbol y graderías de cemento, una iglesia, un colegio, una estación de Policía, un aeropuerto en malas condiciones y una única calle pavimentada; Nuquí se ha convertido en uno de los destinos más apetecidos del Pacífico colombiano, aunque esté en un departamento donde el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas sea el más elevado del país: 79%.
Pero toda esta belleza queda rezagada cuando el turista recorre por primera vez las playas del pueblo. Ya en tierra, la basura, los chulos, los malos olores, y algunas ratas, se vuelven protagonistas del lugar. Nuquí no cuenta con un relleno sanitario dado que no hay un lugar para construirlo ni vías pavimentadas que puedan conectar al municipio con otro. La única manera de llegar a este lugar es por aire, si se viaja desde Medellín, Quibdó o Manizales; o por agua, si se viaja en barco desde Buenaventura.
La basura se tira a menos de 40 metros de la orilla del mar. Se abre el hueco con una retroexcavadora y luego las volquetas echan ahí todos los residuos sólidos que ya han recogido de las casas, los días martes y viernes. Tras llenarse, se tapa con tierra y se continúa con un nuevo hueco. Así se ha hecho durante las últimas décadas.
Ahí, donde también se bañan y juegan los niños; pañales, sillas, almohadas, botellas de vidrio y plástico, toallas higiénicas y demás, quedan a la intemperie. El oleaje y la marea alta arrastran todos los desechos y los regresa al mar
Según Edwin Márquez, ingeniero ambiental de Codechocó, autoridad ambiental en la zona, «en abril de este año se hizo una visita y se evidenció la problemática que hay por el manejo inadecuado de los residuos sólidos. Por esa razón se abrió un proceso sancionatorio contra el municipio. Sin embargo, el problema es que no hay un lugar para construir un relleno sanitario ya que los lugares que podrían usarse quedan muy lejos a la cabecera municipal y tampoco hay carreteras o vías de acceso para ir hasta allá, y si se construyen, saldrían demasiado costosas».
De acuerdo al Plan de Desarrollo de Nuquí 2012- 2015, la prestación del servicio de aseo está a cargo de la administración municipal. Tal y como lo registra el documento, entre las principales razones que han impedido encontrar una solución es la poca cultura de reciclaje que tiene la población. El mal manejo que le han dado a los residuos sólidos es un viejo problema que no han podido frenar y sigue pasando factura. Incluso los nativos más ancianos aseguran que para los habitantes, es «normal» quemar la basura o tirarla directamente al río.
Para Edwar Sucre Murillo, alcalde de Nuquí, el problema radica en que no hay ningún otro lugar para llevar los residuos. Así que hasta el momento esta parece ser la única opción que hay.
«¿A dónde las echo si Nuquí sólo está rodeado de ríos, mar y manglares, y tampoco tiene vías secundarias o terciarias que estén pavimentadas para transportar los residuos?», dice Sucre. «En un principio, pensamos que la solución era la construcción de la vía Nuquí – Cupirijo de 18.5 kilómetros. Se iba a hacer pero finalmente no ocurrió nada. De esa manera hubiéramos podido emplear un terreno para la construcción del Relleno Sanitario en el kilómetro 7».
Pero como la idea es buscar soluciones y prontas alternativas, el alcalde asegura que está trabajando con Conservación Internacional y el Consejo Comunitario los Riscales para construir un centro de acopio y poner a trabajar una máquina compactadora que llegará el próximo mes a Nuquí. Así mismo, espera tener algunos puntos de reciclaje para ir modificando ciertas prácticas de la comunidad que van en contravía de lo que se quiere lograr.
«Ecored, de Medellín, se encargará de comprar el plástico compactado que se enviará a través de aviones y la idea es que desde Buenaventura le compren al municipio el cartón y las latas», asegura Melissa Arriazu, encargada de los proyectos ambientales de Conservación Internacional. «Esto es un proceso largo porque debe haber cooperación entre la Alcaldía, el Gobierno departamental, Codechocó y la misma población para que funcione y no se frene con el primer obstáculo que se presente».
Ahora bien, este problema no es solo de Nuquí y parece repetirse en municipios cercanos. En Bahía Solano y El Valle tampoco hay un relleno sanitario adecuado y la solución para controlar las basuras ha sido abrir un hueco gigante en medio de ambos lugares, casi a cinco kilómetros del aeropuerto de Bahía Solano, poniendo en riesgo las cascadas que también son un atractivo turístico.
Pero lo grave del problema, entre muchos otros que aquejan a la población nuquiseña, es que el turismo y la salud también se han visto afectados. Muchos visitantes ahora prefieren nadar en las playas de otros corregimientos, como Guachalito y Termales, donde no hay chulos, sino gaviotas y pelícanos volando.
Vía El Valle- Bahía Solano.Si quiere contactarse con nosotros escríbanos a: [email protected]
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